Capítulo 44: Un Deja vü

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- Yo... - Poché no termino, quedándose nuevamente callada, mientras analizaba lo que quería.

- Por favor Poché, yo en serio quiero estar a tu lado, dame un... - Calle fue interrumpida por los labios de la peli-azul, quien serpenteó sus brazos al rededor del cuello de la chica, haciendo un beso más profundo.

Se sintio efimero, pues ambas deseaban más de ese tan deseado placer, pero por falta de aire, lo rompieron. Poché dejo descansar su frente con la de la chica, respirando con calma sin abrir los ojos, mientras disfrutaba de la sensación evidente en sus labios - Tú no te callas boba - Está bufó, despegandose por completo, sintiendo que ya cesaba la lluvia, caminando una vez más sentándose al frente de la tumba de su madre, recostando su espalda en la lapida.

- Esto significa ¿Que? - la castaña comentó embobada, llevando una mano a sus labios, dejando rozar la punta de su dedo con delicadeza sobre este, estremeciendose un poco al sentirse aún con la sensación de los labios de la pali-azul.

- Que lo pensaré, no estamos estables, solo déjame pensarlo, ¿Si? Me han pasado tantas cosas - Un escalofrío recorrió el cuerpo de la chica, visible para la castaña quien camino hacia esta, sentándose al lado de ella, y haciendo que recostara su cabeza en su hombro.

- Solo dame un poco de tiempo - La peli-azul rogó, cerrando los ojos, poco a poco con la intensión de disfrutar cada segundo la calidez que desprendía de la castaña, sin percatarse de su falta de conciencia al irse quedándose dormida.

Calle negó con la cabeza, una leve sonrisa en su rostro se hizo su camino, mientras observaba a la chica. Su sonrisa se fue desapareciendo, una vez observó que la chica comenzaba a temblar, se movió con cuidado, quedando frente de esta y subiéndola a su espalda, asegurando su agarre, como si fuera su vida, mientras proseguía para caminar fuera del cementerio, dejando atrás una historia conmovedora.

Está caminó a su motora, observando la carretera mojada, tragando hondo, pues no le gustaba mucho guiarla de esa manera. Sentó a Poché en la motora colocándole el casco de seguridad ajustándolo, antes de montarse en ella.

- Por favor Poché, necesito que te aguantes bien de mi - La castaña suplicó, viendo lo adormilada que estaba la pequeña.

Está zumbo, serpenteando sus manos vagamente por la cintura de la chica. Calle rodó los ojos con una leve sonrisa en el rostro, pero una preocupación intensa en su interior. Encendió la motora, agarrando con una mano, la de Poché mientras con la otra controlaba la motora; salió a la carretera, dejando el cementerio a sus espaldas, mientras aumentaba poco a poco la velocidad de esta.

Iba demasiado perdía en sus pensamientos como para notar lo que ocurría con el vehículo. Desvío su mirada hacia atrás, observando a la peli-azul, aquella cara angelical que hacia palpitar su corazón de manera calmada, dejándola sentir como en casa, con una sonrisa volvió a mirar hacia al frente, dejando su vista bajar, percatandose de algo.

La chica mantuvo la calma, respirando suave - Poché - Está comentó suave, llevando sin quitar la vista del caminó.

La mencionada no respondió a lo que, la castaña volvió a llamarla, esta vez sintiendo a la peli-azul moverse.

- ¿Que? - La chica comentó adormilada.

- ¿Me puedes abrazar? - La castaña preguntó - ¿Cómo si no hubiera mañana? - Finalizó, su voz sonaba extraña en este punto.

Poché no contestó, extrañada hizo lo que se le pidió, respirando hondo el aroma dulce de la chica, el sueño desapareciendo un poco.

- Calle, ¿no crees que vas un poco rápido? - Poché comentó, cayendo en cuento de la velocidad a la que iban.

- Poché - Calle volvió a repetir - Si te pido otro beso ¿Me lo darías? - Está volvió a preguntar, mirando a la chica de reojo, insegura de la respuesta.

- Baja la velocidad y hablamos - Poché ordenó, sintiéndose ansiosa.

- Solo dime, ¿Lo harías o no? - Está comentó nuevamente.

- ¡Si! ¡SI LO HARÍA! AHORA POR FAVOR BAJA LA VELOCIDAD - Poché gritó, desesperando se un poco, sintiendo como el miedo comenzaba a invadirla desde los pies, haciendo que su agarre fuera más urgente.

Calle sacudió la cabeza, y la volteo hacia atrás - Besame rápido - Comentó y la peli-azul asintió levantandose un poco y besando a la chica.

- Por favor baja la velocidad - Poché le susurró al oído antes de volver de nuevo a su asiento, en un leve sollozo.

- Te amo - Calle comentó dejando una lágrima recorrer su mejilla, viendo como se acercaban a los cruces, su esperanza murió, al ver como cambiaba la luz a rojo para ella.

Poché empezó a temblar - Calle - Comentó - ¡DANIELA CALLE! ¡FRENA LA MOTORA! - Poché gritó, la velocidad era demasiado como para saltar, por lo cual ambas llegaron al cruce.

En el mismo momento que un carro se les era presente en su campo de vista, Calle con una leve sonrisa le dió tiempo para voltearse como pudo, y cubrir a la peli-azul del golpe. El ruido de los vehículos impactandose fue escuchado y entre ellos, gritos de personas. El suceso había pasado tan rápido, que aún no era registrado en la mente de la peli-azul.

Poché tenía los ojos abiertos, borrosamente viendo lo que ocurría, sintiendo un dolor en la cabeza; con la poca fuerza que se mantenía en su interior se movió, buscando a la castaña con la mirada, viéndola un para de pies alejado de ella. El intento de gritar su nombre fue en vano, pues su boca abrió, pero ninguna palabra era escuchada excepto el quejido de dolor. Sus ojos se posaron en un cristal en el costado de la castaña, antes de sentir sus párpados cerrarse.

La sirena de la ambulancia era presente entre la oscuridad de la chica, volviendo otra vez a vivir, lo que vivió con su madre. Sus ojos se entre abrían, viendo imágenes borrosas de personas vestidas de azul, otras de blanco, con prisa y determinación en los ojos, entretanto sus boca se movían, ninguna palabra siendo escuchada o entendida.

Volvió a perder la consciencia, por quien sabe cuánto, dejando a la chica soñar, que estaba en las manos de la castaña, quien le susurraba cosas al oído; hermosas palabras que jamás se le habian otorgado, dejándola sentir por primera vez aceptada, aparte de su hermana. Esas palabras la dejaban deseando por más, pero aún así sentía algo extraño.

La sensación desapareció, y la voz de la chica desvanecieron, dejando la ser molestada por la luz que invadía por la ventana de cristal, haciéndola gruñir. Abrió los ojos con dificultad, mientras sus intenciones para levantarse se eran olvidadas al sentir la molestia y el dolor recorrer su cuerpo con cada intento, dejándola mirar hacia el techo.

- Estás despierta - La voz de su hermana se escuchó, la tonalidad quebrantada, dejando ver sus ojos rojos, estela de una escena de llanto.

Poché se quedó callada observando a su hermana pidiéndole algo sin la necesidad de hablar, a lo que la chica entendió, negando con la cabeza.

¡Holis Bebés!

Adivinen que, ahora van a tener que esperar hasta el mes que viene para saber qué le pasa a las chicas. 😱
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Es broma, pero si van a tener que esperar hasta mañana 😜😇

Te Entregare Mi Corazón - [Completado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora