Capítulo 11: ¿Por que todos me miran?

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Holis bebés!

No Mrk, gracias a Dios que no iban a llegar al primer número que les dije 😂😂 pero bueno, aún así los amo, que empiece el maratón.

Maratón 1/?

Poché llegó a la escuela, detestando el olor y lo pegajosa que se sentía a causa del azúcar de la bebida que se le fue lanzada a su cuerpo; mirando hacia su ropa, con disgusto. Llegando a la escuela, llevó su vista hacia arriba, viendo a varias personas murmurando entre ellas mientras la miraban. Al principio pensó que era por como llegaba; una burla ya bastante normal para ella, y lo dejo pasar por alto, caminando hacia donde había dejado la bicicleta, encontrándose que está estaba desarmada, y los aros de las gomas estaban dobladas.

» Que bien, ahora tendré que venir caminando todos los días « Está pensó con fastidio, arrastrando sus pies hasta las escaleras de la escuela y subiendo la.

Su alrededor se sentía pesado, e incómodo, ganándose las miradas de todo el mundo mientras murmuraban entre sí.

- Poché - Sebastián llamo, corriendo hacia donde ella.

- ¿Por qué todos me están mirando? - Está preguntó incómoda, cruzando los brazo, mientras escaneaba el lugar entrando por los pasillos del edificio.

El chico comenzó a reír - No te lo diré yo, dejaré que te enteres sola - Este admitió pasando su mano por el cuello de la chica, y jalandola hacia él, llevando su mano a la cabeza de la peli-azul, frotando sus nudillos en esta, causando un ardor.

- ¡SEBAS! ¡NO HAGAS ESO! ¡YA SUÉLTAME CHICO! - Esta reprochó molesta, empujandose lejos del cuerpo del chico, quien levantó los brazos en defensa.

- Eres toda una tigresa, no puedo creer que tengas a la chica nueva detrás de ti - Este confesó con un tono coqueta.

Poché inocentemente, volteo a sus espaldas, en busca de la castaña - Yo no la veo - Confesó confundida.

Sebastián empezó a reír, con una mirada incrédula - Tonta no me refiero a eso - Este burló, a la ligera idiotez de la chica.

Poché inclinó la cabeza hacia el lado, levantando una ceja, tal cual un perrito confundido, antes de que sus ojos abrieran en indignación y entendimiento - Ni siquiera nos caemos bien - Está confesó, sacudiendo la cabeza, y caminando pasándole por el lado al chico, con un empujón.

Siguió su camino llegando al salón, en el momento que sonaba el timbre, y el cuerpo estudiantil entraba tomando asiento. Poché inconsientemente se quedó observando a la puerta, esperando a que una irritante castaña entrará por esta, pero la chica jamás entro, y así fue por las próximas clases, hasta que llegó la última clase, y consigo la hora de salida.

La peli-azul se encontraba confundida y desorientada, pues ese día no pasó nada, algo fuera de lo normal, pues siempre pasaba algo en su contra. Ya sea por causa de la Barbie de la escuela, que planeaba para desquitarse su mal humor, y el hecho de que tenga una vida de mierda con ella, o el bastardo del capitán del equipo de baloncesto que no tenía más nada mejor que molestar a otras personas.

Al salir miró nuevamente hacia las escaleras, visualizando su bicicleta, dejando salir un suspiro pesado » Jamás debí haber aceptado irme contigo, hubiera aún tenido mi bicicleta sana « Está pensó poniendo la palma de su mano en la frente y empujándo el pelo que invadía su rostro hacia atrás » Como mierdas terminé en medio de todo este maltrato « volvió a suspirar, caminando hacia la casa.

En el camino los recuerdos del como empezó todo, empezaron a volver a su mente.

~°~°~°~ Flashbacks ~°~°~°~

Poché llegó nueva a la escuela, siendo prepa para ese entonces, está visualizo desde lejos a su amigo de infancia, Sebastián, saludando le, con la mano mientras se dirigía a este.

- ¡Pochesita! - este saludo con emoción, mientras la arrimaba a un abrazo fuerte y lleno de cariño.

- Sebas, hey bebé, ¿ya sabes en qué salón te toca? - Está preguntó devolviéndole el abrazo, y un beso en la mejilla.

- A la verdad si, y no tenemos ni una sola clase juntos - Este gruño decepcionado.

A la semana de haber comenzado las clases, la pequeña que para ese entonces tenía el pelo rubio, caminaba por los pasillos, observando unas cosas en su móvil. Sin percatarse de su alrededor. A esta poca atención estar presente, se tropezó con alguien, haciéndola caer al suelo...

~°~°~°~ Flashbacks ends ~°~°~°~

Su concentración con su propio mundo fue quebrantada, al visualizar desde lejos, una muy conocida motora, curiosa de la razón por la que se encontraba en su casa, aligeró el pasó. Una vez estuvo cerca, rozó sus dedos por el vehículo, sonriendo al recordar el día anterior.

- No creo haberte dejado tocarla - Una voz la hizo saltar del susto, dejando un ligero grito salir de sus labios.

- Joder Calle, ¡no asustes a las personas de esa forma! ¡¿Que pasa si sufriera del corazón?! - Poché comentó del susto apunto de dar la vuelta, pero su acción fue evitada, al sentir unas manos cubrir sus ojos.

- No me vayas a juzgar en la forma que me encuentro - La castaña comentó en un tono preocupado y tembloroso, su confianza cayendo como bomba - No estoy en mis mejores aspectos, pero en verdad no sabía a quien acudir por ayuda - Está confesó.

- ¿No tienes parientes o algo por el estilo? - Está confesó confundida - ¿Amigos? - Finalizó por añadir.

Un silencio permaneció entre ellas por un buen rato, antes de que la castaña lo rompiera - Mis padres es algo complicado, mi hermana me regañara bien feo si me ve así, y... Mis amigos solo se burlarían - Está confesó.

Poché medito sus próximas palabras - No pienso juzgarte, ni nada - Comentó con cuidado - ¿Que es lo que pasó? - Preguntó seguido, llevando sus manos y posandolas encima de la contraria, sintiendo al instante como su cuerpo se estremeció, y un gemido de dolor escapara de sus labios.

Confundida a las reacciones de la contraria, se empezó a dar la vuelta con cautela, dejando la castaña entrar a su campo de vista, un poco horrorizada por el aspecto de la chica.

- ¿QUE MIERDAS TE A OCURRIDO A TI? -

Te Entregare Mi Corazón - [Completado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora