Capítulo 23: Dos mundos aparte

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– Sin besos – Calle musitó con desagrado, mientras veía este asentir la cabeza, volviendo hacia su cuerpo.

Está sintió como el hombre dejaba sus manos, recorrer la cintura de la chica, subiendo el traje, y agarrando las bragas de la chica, desgarrando las por ambas partes. Está gruño viendo una prenda de su ropa completamente destruída, entretanto sentía los dedos de este entrarle.

Que lo peor que le puede ocurrir cuando está teniendo relaciones, sea que no se excite en lo más mínimo de la palabra. Está se despegó un poco, viendo como el hombre se desabrochaba el pantalón, mostrando lo duro que estaba, antes de colocarse un condón y tomar a la chica nuevamente por la cintura, penetrando la. Está se quedó con una expresión neutral, dejando que el hombre tomara el control.

Entre minutos y minutos, el hombre terminó tres veces, en las cuales ni una sola vez, Calle sintió placer, quedándose con la misma expresión, o simplemente fingiendo que gemía, u algo.

Luego de la experiencia, decepcionante el hombre le pago 1,500 dólares a la chica, antes de marcharse. Está abosteso observando su móvil, viendo varios mensajes de una tal Majo, y que leía las 11:35 PM.

– No me acuerdo haber guardado un número así – Está pensó abriendo los mensajes.

Majo 🖤: 📩

CALLE NECESITÓ TU AYUDA.

Recibido a las 7:54 PM

Majo 🖤: 📩

DANIELA ME PROMETISTE QUE SI ESTABA EN PROBLEMAS, IBAS A VENIR.

Recibido a las 8:00 PM

Majo 🖤: 📩

JODER, DANIELA LAMENTO LO QUE HICE, NO VUELVO A ELEGIR OTRA PERSONA ANTES QUE A TI, POR FAVOR CONTESTAME

Recibido a las 8:05 PM

Majo 🖤: 📩

NO CREO QUE LA PUERTA DEL BAÑO AGUANTE MÁS, CALLE, TE LO SUPLICÓ, NECESITO DE TI.

Recibido a las 8:10 PM

Calle levantó una ceja, confundida ante los mensajes, y decidió llamar, pues la invadió una clase de preocupación. La llamada sonó, y sonó pero esta no fue contestada, intento varias veces más, pero fueron todas enviadas al buzón de voz. Está sacudió su cabeza, buscando el número de Rafael.

– Ven a buscarme, ya eh terminado aquí – Está comentó sería, y cortante antes de finalizar la llamada – Cancelaré la ida a casa de Matu me siento demasiado cansada como para ir a verla – Susurró para si misma, aún intrigada y confundida por los mensajes.

Se recostó de la pared del edificio, observando a la oscuridad de la noche, intentando de pensar. Recuerdos vagos de una peli-azul llegaban a su mente, y una discusión que tuvieron, pero las palabras eran mudas a lo que no pudo identificar que era. Recordó la confrontación con Sebastián, y la pelea que tuvo con Juanpa, aparte de eso todo lo sucedido con la droga, y la escena con Sofía, era clarito. Pero no podía entender por qué cuando se relaciona con la peli-azul, todo era entre borroso y oscuro.

~°~°~°~ con Poché ~°~°~°~

Poché se encontraba en el suelo de un bosque, su cuerpo estaba desnudo, expuesto para la naturaleza, mientras estaba llena de sangre entremedio de sus piernas, parte de su cuerpo sucio, con tierra y hojas. Estaba débil, sus piernas temblaban, y recuerdos consecutivos la invadía, volviendo a recordar el dolor una y otra vez, entrando en un estado de shock y trauma, arrastrando su cuerpo a quien sabe dónde.

Su desorientación la llevo a parar en casa de la castaña, sus emociones estaban apagadas, una combinación de sentimientos que quebrantaron sus acciones. Su mirada era blanca, no reflejaba nada, como si fuera una muerta viviente, llegando a la entrada de la casa.

Toco varias veces la puerta, ninguna de las veces siendo respondida. Se sentó en el suelo al lado de esta llevando sus piernas a su pecho, y abrazando las mientras escondía su cabeza entre estas, moviéndose lentamente, intentando empujar cada pensamiento fuera de su mente.

Se quedó así por horas, el frío de la noche empezando a abrazar su cuerpo, haciendo que temblará de frío y empezará a quedarse dormida.

Las 12:00 PM se leía en el reloj, del móvil cuando sintió que alguien la levantaba, con una seguridad desprendiendo del cuerpo de la persona que la cargará. Abrió sus ojos con pesadez, borrosamente viendo los mechones castaños de la chica en su rostro, escuchando como abría la puerta y se adentraban a la casa.

– No se quien eres, pero necesito tu permiso para bañarte – La voz de Calle se escuchó sería y a la vez con preocupación.

Poché no comentó nada, solo asintió sin mucha protesta, ni siquiera intrigada por lo que la chica comentó. La castaña caminó hacia su habitación.

– ¿Puedes quedarte parada unos segundos? – La castaña preguntó con delicadeza, observando a sus manos con ternura.

Está nuevamente asintió, empujandose del cuerpo de la menor, observando cómo está caminaba hacia el baño, escuchando que encendían la ducha, y luego salía en busca de un cambio de ropa.

– Me bañaré contigo de una vez – Está anunció buscando las toallas y volviendo a salir, tomando a la peli-azul de la mano.

En otros momento Poché se hubiera apenado, o hasta se negaría, pero sus sentimientos y pensamientos no estaba en si, como para analizar bien la situación.

Calle metió a la pequeña dentro de la ducha, dejando que el agua cálida le desprendiera el frío del cuerpo, y parte del sucio. Entretanto se quitó la ropa, entrandose ella misma a la ducha, tomando una esponja y llenando la de jabón, haciendo espuma, antes de empezar a pasarlo por el cuerpo de la chica.

» Esto no es algo de lo que estoy acostumbrada a hacer, pero tampoco podía dejarla afuera de esta forma, además siento de ella algo familiar « La castaña pensó percatandose de unos rasguños en la espalda de la chica » ¿Que es lo que ha ocurrido contigo, Pequeña? « Se preguntó, viendo más rasguños.

Te Entregare Mi Corazón - [Completado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora