Capítulo 12: ¿Por que me odias?

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Maratón 2/?

No creo que en esta hayan bromas, de la forma en la que las habían en la anterior, pues no sé si debería jugar con ustedes una vez más o no 😂🤔😏 ¿que me dicen, debería volver a traer las bromitas?

– ¡¿QUE MIERDAS TE A OCURRIDO A TI?! – Poché comentó sorprendida, observando el aspecto de la castaña.

Sus ojos examinaron el rostro de la chica, su labio tenía una cortada en el labio superior, que para ser honesta la hacia ver más atractiva, tenía una en la mejilla izquierda y el ojo derecho estaba con una tonalidad morada. Bajando su mirada, se posaron en los nudillos de la chica, que estaba cubiertos de sangre seca, y unas cortaduras en estas.

– ¿Que sucedió? – Poché comentó con más calma, viendo que la castaña desvío la mirada hacia el suelo, un poco más seria – Está bien, no digas nada – Está finalizó, tomando el brazo de esta, por la muñeca.

Se dirigió a la casa, y sacó las llaves del bolsillo, contemplando si debía o no entrar, pues el estado de su padre por la mañana, no eran muy favorables.

– ¿Estás bien? – Calle preguntó percatando se del leve temblor que radiaba del cuerpo de la chica.

– Uh, Si – Está contestó, sacudiendo la cabeza y abriendo la puerta, entrando a la casa.

La estela de alcohol aún permanecía en el aire, y el olor a humo no era de dejar pasar, adentrándose se percató que su padre no era de quien encontrarse en el lugar.

– Vamos, disculpa – La peli-azul comentó refiriéndose al desorden que había, y el aroma que emanaba la casa en ese momento, a lo que la castaña solo optó por hundir los hombros, y desviar el tema con las manos.

Está desviaba su mirada por cada rincón de la casa, por si la figura de su padre era presente, pero al percatarse que estaba segura, se dirigió con la chica a su cuarto.

– Espérame aquí – Poché comandó señalando la cama, mientras salía del cuarto una vez más.

Calle camino por el cuarto, desviando su mirada por los cuadros que yacían encima de los gaveteros, y algunos dispersados por la pared, por encima de la cama. Sus ojos se pausaron al ver una foto en específico, el hombre estaba sonriendo con una bebé en las manos, observando hacia la cámara.

– No puede ser – Está comentó, quitando la foto de la pared, y observándola.

– Ven aquí – La voz de la peli-azul la resalto, haciendo que guardara la foto en su bolsillo, y se encaminara hacia la cama.

Poché la sentó en la cama, seguido de ella, sentándose a su lado, colocando un botiquín en la cama al lado de ella. Lo abrió sacando una bolita de algodón, y alcohol, para desinfectar la herida, antes de utilizarlo, tomo un paño que traía mojado, y lo paso con delicadeza por el rostro de la chica, retirando cualquier residuo de la sangre seca. Calle tenía sus ojos delicadamente descansando en el rostro de la chica, buscando algo, aún no sabía que era, pero estaba segura que era algo que no tendría explicación.

– No me mires así – Poché comentó, desviando su mirada hacia sus manos, tomando el algodón.

– ¿Por qué no? Eres hermosa – Calle musitó, sintiendo sus mejillas arder un poco.

Poché no se percató del sonrojo de la chica, pues estaba ocupada mojando el algodón con el líquido, lo que le dió tiempo a la castaña desaparecer el efecto.

– Va a arder – Está anuncio, llevando su mano libre a la mejilla sana de la chica, mientras movía el algodón a las heridas.

Al contacto, y el ardor recorrer su cuerpo, Calle levantó su mano hacia la otra, apretándola un poco y cerrando sus ojos al momento.

» Es tan adorable « Poché pensó de la nada, cerrando ella misma sus ojos, antes de abrirlos y continuar con sus acciones.

– ¿Por qué me odias? – La castaña preguntó con genuina confusión e inocencia en sus ojos, observando el rostro de la chica expectativa.

La peli-azul se quedo paralizada por un segundo, digiriendo la pregunta, buscando una buena explicación.

– Yo no te odio – Fue con lo único que pudo explicar, quedándose callada nuevamente, entretanto continuaba con lo que hacia.

Paso con delicadeza el algodón en la mejilla, observandola con un fulgor en los ojos, que tenían la combinación de protección y ternura en ellos. Seguido de esto lo paso en el labio superior, a la vez rozando inconsientemente su pulgar en este.

» Son tan suaves « Pensó, la imagen de capturarlos en sus labios, cruzó su mente, dejando su mirada clavada en la chica. Ambas en un concurso genuino y desconocido de miradas; no eran intensas, pero era una capturadoras, de esas que buscas ver tu reflejo en los ojos de la compañía.

Luego de unos segundos, sus ojos bajaron a los labios de la castaña, viendo como estos se entre abrían. Aclaró su garganta audiblemente, retirándose de la chica una distancia más favorable.

– Calle, necesitó mi mano – Esta comento apenada, no queriendo observar a la chica al rostro, mientras sentía el cálido contacto en su mano.

Está se quejó, una vez sintió el calor placentero retirarse de su mano, al ser soltada. Poché cambió el algodón tomando uno nuevo, y tomo la mano de la chica, entre la suya, mientras pasaba el paño, extrayendo nuevamente la sangre seca, y continuaba limpiando las cortadas. Sin control de su cuerpo, su pulgar empezó a dar pequeños y seguros círculos en la mano de esta, al sentir como resaltaba cada vez que pasaba el algodón húmedo, dejándole saber que iba a estar bien. Una vez terminó con ambas manos, observó con atención las marcas, inclinándose y a la vez alzando la mano de la chica, depositando un beso en está.

Calle estaba estupefacta a las acciones de la peli-azul, recordando la actitud que siempre tenía hacia ella, y el hecho de que haya actuado de esta manera, la sacaba de sus casilleros, confundiendola genuinamente. La peli-azul al fin fue consiente de sus acciones, levantándose de la cama y tomando las cosas.

– No vayas a pensar nada de eso – Anuncio saliendo de la habitación.

Te Entregare Mi Corazón - [Completado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora