Capítulo 16: Lo que algunas familias no cuentan

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Poché se movió deprisa dejando que el vaso cayera varios metros de ella, al ser de un cristal grueso, este solo dió varios saltos, antes de quedar quieto, sin ningún rasguño. Está observó el vaso con dolor, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, y tragando hondo, al presentir que iba a pasar, salió corriendo hacia las escaleras, y entrando a su cuarto.

– ¡MARÍA JOSE GARZÓN! – El padre grito furioso, a causa del licor en sus venas, tomando control de sus acciones – ¡ERES UNA HIJA DEL DIABLO! ¡DEBÍ HABERTE DEJADO MORIR! ¡POR CULPA TUYA ES QUE ELLA MURIÓ! – Este grito con rabia, sacando hasta sus más oscuros deseos a la luz, dejando que sus palabras retumbará en las paredes de la casa, mientras con pasos pesados subía las escaleras.

Está se adentro en el cuarto escuchando los gritos, cada vez más peores que los anteriores, estos entraban por un oído, y era como si el otro se cerrará, impidiendo cualquier forma de salir, manteniendo los presos en su mente, dejando que esto recorrieran cada esquina, cada lado de su mente, convenciendo cada uno de sus sentidos, de que esas palabras llenas de rencor y odio, a causa del alcohol fueran ciertas; en su mente, en su corazón, y hasta en su alma. No era la primera vez que ocurría, y cada vez que pasaba se ponían más horribles, antes eran simples insulto, de – Te odio, No quiero verte – hasta convertirse en golpes, y abusos.

Poché era la mayor de las chicas, por ende siempre tomaba la decisión de ser ella quien recibía los golpes, defendiendo a su hermanita; pues entre las primeras veces que el hombre empezó a golpear, Vale por poco pierde la vida, y ella no quería ser testigo de otra perdida en su vida, ya que era algo que no iba a soportar.

Tomo su móvil, buscando el contacto de su hermana, mientras su mirada se desviaba entre el dispositivo y la puerta, que retumbaba y se movía al ser enfrentada con los golpes furiosos de su padre.

– Contesta joder – Está susurró, con un gruñido desesperado, escuchando el sonido de la llamada, luego de tres veces, está fue aceptada.

📲 – ¿Po... –

– ¿Donde estás? – Está preguntó, interrumpiendo las palabras de la chica, con las de ella preocupada.

📲 – Estoy de camino para casa ¿Por qué? – Está preguntó, deteniéndose en su camino.

– No lo hagas, papá está en sus tiempos de nuevo – Está comentó caminando hacia su ventana, aguantando el móvil con en hombro, mientras le quitaba el seguro de la ventana, y abría.

📲 – ¿Donde estás tú? No me digas que estás en la casa – Está comentó, un tono de pánico en la voz de esta, pudo ser detectado.

– Estoy en mi cuarto – Está comentó observando a la puerta, viendo que la perilla se empezaba a aflojar – Hagas lo que hagas, no vengas a la casa – Está demandó, finalizando la llamada, mientras buscaba el contacto de Calle, presionando lo.

Está no duro ni cinco segundos antes de ser contestada.

📲 – ¿Quien es? – Está preguntó un poco cansada.

– Necesito que vengas por mi, y es ahora – Está demandó, subiendo al marca de la ventana.

📲¿María? ¿Donde estás? ¿Que sucede? – la voz de la chica se puso más activa, y preocupada. El sonido de unos ruidos fueron presente, en el fondo.

– En mi casa, es... – Sus palabras fueron cortadas, al escuchar el escandaloso ruido a sus espaldas; entre la madera siendo destrozada, y la perrilla golpeando el suelo.

Desviando su mirada hacia esta, divisó la furiosa expresión de su padre; cuál era combinada con un manto rojo que se apoderan de su rostro, y se le podía divisar las venas sobresalientes en sus manos y cuello. La chica juro ver humo salir de la nariz del hombre en una de las que respiró.

📲 – María... Majo, ¿estás ahí? – Calle preguntó preocupada desde la otra línea, al escuchar los ruidos.

– Solo avanza – Fue lo único que comentó finalizando la llamada, y saliendo por la ventana.

– ¡NO TIENES ESCAPATORIA DESGRACIADA! – Este grito, caminando hacia la ventana y asomandose por esta – ¡TARDE O TEMPRANO TE VOY A ATRAPAR! ¡Y JURO QUE NO TE VAS A OLVIDAR DE ESTE MOMENTO POR EL RESTO DE TU MALDITA EXISTENCIA! – Las palabras salían cada vez con más odio y veneno, clavándose le en el corazón a la peli-azul como una estaca afilada.

Poché sentía su cuerpo temblar, mediante se alejaba en el techo observando cómo éste salía de la ventana, con un cuchillo en mano.
Su vista se trasladó con esperanzas hacía la carretera, esperando ver una señal de que la castaña cumpliría su promesa. Camino al borde de este; un segundo piso, una caída alta que ella aún no lograba dar, ya que normalmente bajaba por un árbol que había en el lado, pero entre una de las borracheras de su padre, este lo taló.

– ¡POCHÉ! ¡NO TIENES ESCAPATORIA! – Este comentó jugando con el arma blanca en su mano – Ven, prometo que no te pasará nada – Su voz bajo, y el agarre en el mango del cuchillo apretó más, tornando los nudillos de este blancos.

En unas que este se movió, su pies resbaló, cayendo en el techo, se agarró evitando una caiga que le causará la vida, pero fue lo suficiente, para darle tiempo.

– ¡MAJO! – La voz de Calle se escuchó, causando una euforia inmensa en la peli-azul.

Está miró hacia abajo, viendo como la castaña brincaba de su motocicleta, y corría hacia ella parándose abajo, con su mirada hacia arriba.

– ¡SALTA! ¡YO TE ATRAPÓ! – Calle grito, extendiendo sus manos, llenando sus palabras con confianza mientras sus ojos reflejaban determinación.

Poché miro hacia abajo, con una duda tremenda, mientras inconsientemente empezaba a negar con la cabeza.

– ¡VAMOS! ¡RECUERDA LA PROMESA QUE TE HICE! ¡JAMÁS DEJARE QUE ALGO TE PASÉ! – Está volvió a persuadir, desviando su vista hacia el hombre, viendo como éste empezaba a levantarse.

Poché volvió a mirar hacia él, trago hondo, y su respiración se puso más pesada, viendo como éste terminaba de pararse y la miraba con una seriedad en los ojos; intimidante para el que lo viera. Sus miradas se quedaron en una competencia por unos minutos, antes de que la chica parpadeara. Al cerrar los ojos, y abrirlos solo se encontró que el cuchillo ya se encontraba rompiendo el aire hacia su dirrección.

– ¡POCHE! ¡SALTA! – La voz de Calle se escuchó desesperada.

Te Entregare Mi Corazón - [Completado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora