Capítulo 40: ¿Si se llega a enterar?

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Calle desvío su mirada hacia el móvil, volviendo a mirar hacia la chica segundos después, ignorándolo por completo mientras se acomodaba en la cama; dejando su espalda en dirección hacia el techo, recostando su cabeza nuevamente en el muslo de la peli-azul.

- ¿No lo vas a contestar? - La peli-azul preguntó curiosa, llevando su mano hacia la cabeza de la chica quien negó suavemente, cerrando los ojos.

Poché asintió, no queriendo presionar más a Calle, dejando su mano tocar el cabello de esta con cuidado de no toparse con algún enredó que la lastimara, que pasa su suerte, la chica tenía el cabello bien cuidado por lo cual no se encontró con ninguna. Su concentración fue interrumpida al escuchar el móvil sonar nuevamente. A la tercera vez, la peli-azul se irritó demasiado, cansándose del estupido sonar. Estiro su mano, tomando el móvil en sus manos, leyendo "Hoffman" en el ID.

- ¿Quien es Hoffman? - Poché preguntó, levantando una ceja curiosa, al nunca haber escuchado dicho nombre.

- Ponla en alta voz - Calle musitó agotada, sin abrir los ojos.

La chica hizo lo que se le pidió, mientras seguía con su mano, acariciando el pelo de la castaña.

- No crees que si ignore la primera llamada, es por qué no quiero hablar contigo - La castaña gruño fastidiada.

📲 - No creo que te haya puesto eso en opción, acuerdate que tengo tu vida y la de tu hermana entre mis manos - Un suspiró se escuchó, antes de un ruido incoherente de alguien se uniera.

- ¿Que mierdas estás haciendo ahora? - La castaña preguntó, abriendo los ojos, y observando el móvil en las manos de la chica, atenta al sonido de fondo.

📲 - Tengo a la persona que tanto buscabas, ven a terminar el trabajo - Está anunció un poco molesta.

Calle levantó la vista hacia la peli-azul, quien tenía una expresión genuinamente confundida, inclinando la cabeza hacía el lado, mostrando más su confusión.

- Ya no lo quiero hacer, la canceló, déjalo ir - La castaña contesto, desviando la mirada hacia el lado, sintiéndose un poco apenada, de que la peli-azul estuviera escuchando, pero sin hacer el movimiento de quitarle de alta voz.

Un gruñido frustrado se escuchó 📲 - ¿Que es lo que ocurre contigo? joder, apenas vas para el trabajo, me está diciendo que después de pasar toda tu vida buscando al hombre que mató a tus padres, y por la cual tienes esa cicatriz en la espalda, ¿solo por qué te has enamorado de su hija vas a tirar todo por la borda? Me decepcionas Daniela - Está terminó soltando un suspiro, decepción evidente en sus palabras.

- Que locura, que haga todo lo que me pidas, venda mi cuerpo por ti, para pagar algo que no tuve ni que ver, arriesgue mi vida por buscar tu mercancía, y lo más loco de esto, siempre te decepcionó - Calle comentó, sintiendo sus venas arder, mientras se levantaba de la cama, dejando la sábana exponer su cuerpo, caminando hacia sus gavetas, extrayendo una camisa de esta.

📲 - Sabes que eso no es cierto, eh estado orgullosa de ti - la mujer comentó - ahora necesito que vengas para acá, el Sr. Garzón ya me está desesperando - Está finalizó con un tono de irritación.

- Que manera de demostrarlo - Calle musitó, tomando el móvil, antes de caer en cuenta del nombre que había comentado la mayor, una vez finalizó la llamada.

Levantó la vista hacia la peli-azul, viendo la expresión pensativa en el rostro de la chica, observando cómo sus ojos reflejaban la intención de poner las piezas del rompecabezas en su lugar, antes de fijar su vista en la castaña.

- ¿El Sr. Garzón? ¿Estás hablando de mi padre? - Está preguntó, su tonalidad dudosa y pausada, esperando que lo que había escuchado no fuera verdad.

Calle se quedó callada, analizando cuales eran las mejores palabras que podía decir.

« Creó que no hay forma de salvarme de esta cagada » La castaña pensó, tragando hondo, y su boca quedándose seca, un sabor amargo apoderándose de ella, mientras asentía.

Poché entrecerró los ojos, sacudiendo su cabeza incrédula - Me estás diciendo que te acercaste a mí, para matar a mi padre - Comentó con un tono incrédulo, su volumen aumentando con cada palabra que salía, llenándose más de rabia.

Calle cerró los ojos, sin saber que decir, pues aunque no era cierto lo que decía, ninguna palabra, ningún argumentó que se imaginó, días después, se le eran presente en ese momento, dejándola en un estado estupefacto.

- ¡CONFIE EN TI! - Poché gritó con furia, señalándose a si mismo - Te entregué mi corazón - musitó bajando el volumen - ¡Y TU CON UN CUCHILLO A MI ESPALDA! - finalizó gruñiendo, caminando hacia la chica, señalando la con el dedo.

Calle trago hondo - Eso no es cierto - comentó con un tono chillón, dando un pasó para atrás.

La peli-azul sopló incrédula - Entonces habla, dime qué lo que acabe de escuchar - Señalo el móvil - No es cierto - Cortó respirando pesado, dejando su mirada en la chica.

Calle levantó su vista, positando la en los ojos de la chica, sus ojos se cristalizaron. Al notar la tormenta de sentimientos y conflictos en los ojos de la chica; entre rabia, tristeza, traición, dolor, rencor y arrepentimiento. Una combinación que le arrebato el alma al saber que ella era la causante de esto.

- Yo... - Abrió la boca, y la volvió a cerrar al no saber qué decir, desviando la mirada nuevamente hacia el lado - Lo lamento - Fue lo único que pudo decir.

- ¿Lo lamentas? - Está bufó - ¿En serio? Debes estar bromeando - raspó sus dientes, mordiendo el interior de su mejilla, mientras buscaba sus zapatos al lado de la cama.

- Poché, en verdad lo lamento - Unas lágrimas salieron de los ojos de la chica, recorriendo por sus mejillas.

- Si piensas que te creó, lo tienes bien erróneo - La chica movió los ojos en irritación, caminando hacia la puerta, frenando al lado del marco, observando a la chica a su lado - Venme a decir que también pensabas matarme a mi - está finalizó.

Calle trago hondo - También me lo ordenaron - explicó cerrando los ojos con fuerza.

- ¡Ugh! Es que mi vida no puede ir peor - Poché gritó impidiendo que la castaña siguiera hablando, caminando con pasos pesados, queriendo salir de la casa.

Una vez salió, se encontró con la chica que había encontrado no hace mucho arriba en la habitación de la castaña, sentada en una de las sillas del balcón, con una ceja levantada.

– Es sorprendente lo mucho que te tardaste, no muchas chicas duran tanto tiempo haya adentró cuando esta molesta– Matu comentó con una sonrisa de lado.

– ¿Quien diablos eres tú? – Poché comentó al no querer soportar a nadie en ese momento.

Te Entregare Mi Corazón - [Completado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora