Capítulo 25: No quiero recordar

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~°~°~°~ Momento actual ~°~°~°~

La castaña permaneció callada, limpiando a la pequeña, quitando el sucio que era visto, invadiendo el cuerpo de la chica. Entretanto Poché seguía inmóvil, su mirada muerta, libre de cualquier brillo que alguna vez había en ellos, fijada en la pared blanca frente a ella, mientras vagamente sentía el tacto de la castaña.

- Pequeña, necesito que te voltees - Calle susurró con delicadeza, y está asintió con lentitud.

Una vez quedo frente a frente con la castaña, sus ojos se posaron en ella - Rompiste tu promesa - Poché musitó débilmente, al fin sintiendo como las lágrimas se desprendían de ella, que lloraba desde su alma, aquella niña que alguna vez estuvo feliz en su interior, se encontraba destrozada en una esquina de su alma, sollozando a más no poder.

Calle permaneció callada » ¿Que promesa? « pensó observando las lágrimas de la chica recorrer su rostro, aún que estuviera debajo de la ducha.

Sacudió un poco la cabeza y continuó con lo que hacía, una vez finalizó, y se baño ella, salió de la ducha, secando y vistiendo a la peli-azul, antes de caminar al cuarto, con su ropa en la mano, y vistiendo se, al dejar a la chica recostarse en su cama.

La castaña tomo su móvil, recostandose en el marco de la puerta mientras hacia una llamada, la cual sonó varias veces antes de ser contestada.

📲 - ¿Que mierdas quieres a estas horas Daniela? Más vale que sea bueno - La voz de Hoffman se escuchó, ronca y a dormilada.

- ¿A quien borraste de mi mente ahora? - Está preguntó sería, mirando a la cama.

Se escuchó un leve ruido de la otra línea 📲 - No se de qué me estás hablando - está comentó desinteresada.

- No me tomes por los pelos Yoseline, se muy bien tus jugadas, no es la primera vez que lo haces - Está gruño antes de dejar salir un suspiro - Sueles borrar a las personas que afecten mi vida de una manera que no te agrade, Eh hecho una promesa, la cual no me acuerdo cuál es, ni a quien fue, pero si llego ser a alguien demasiado importante, personalmente me enfrentaré contigo - Está finalizó con desesperó mientras llevaba su mirada a la peli-azul.

📲 – Quien te manda hacer promesas que no puedes cumplir – Hoffman contestó irritada – Y mucho cuidado con lo que estás diciendo –

Calle cerro los ojos – ¡Me importa una mierda lo que pienses, y tú puesto, me importa tres puñeta, lo que eres capaz de hacer! ¡A quien rayos borraste de mi mente! – Está grito enfadada, escuchando un leve sollozó en su habitación.

La mayor suspiro cansada 📲 – Buenas noches Daniela – fue lo único que dijo antes de enganchar la llamada.

Está dejo salir un soplo incrédulo, arrojando el celular, sin mirar, con suerte este cayó en una ropa sucia que estaba en el suelo, previniendo cualquier daño.

Antes de caminar nuevamente a su cama, observando a la peli-azul, quien estaba con los ojos cerrados, abrazando una de las almohadas.

Calle se acostó, sus ojos fijos en Poché, mirándola con intriga y delicadeza. Unos minutos pasaron antes de que ella misma cerrará los ojos. El reloj marcó las 4:35 AM, cuando un grito la saco de sus sueños, haciéndola caer fuera de la cama, conociendo el suelo.

- ¡DÉJAME! ¡NO POR FAVOR! ¡PARA! ¡DETENTE! ¡SEBASTIÁN TE LO SUPLICO! - La guerra que la peli-azul tenía en sus sueños se hacía cada vez más alta, moviéndose en la cama bruscamente, mientras lágrimas corrían su mejillas.

Calle se levantó del suelo, corriendo al otro lado de la cama - Hey, Pequeña despierta - Está comentó moviendo a la chica - Pequeña es solo una pesadilla - Está volvió a repetir, aún moviendola, preocupación más evidente en sus palabras.

La peli-azul abrió los ojos y automáticamente se sentó, su respiración agitada; sintiendo un agonizante dolor en el pecho, mientras subía y bajaba. Gotas de sudor brotando por todo su cuerpo, pegando la ropa a su figura, de lo sudada que se encontraba, dejando que su piel tuviera un leve brillo con la poca luz que había en la habitación, a causa de la luna que entraba por apertura de las cortinas. Pánico y desesperación apoderándose de sus sentidos, bloqueando su pensar, y levemente empezando a temblar, palabras incoherentes saliendo de sus temblorosos labios.

- Shh, Pequeña, solo fue una pesadilla, ahora estás a salvó - La castaña le susurró, inconsiente de que no tan solo era una pesadilla, también se trataba de  un fresco y nuevo recuerdo aterrorizador.

Se sentó detrás de esta, recostando su espalda en el cabezal, tomando a la chica con delicadeza y cuidado atrayendola hacia ella, otorgandole un abrazo de seguridad y protección.

La peli-azul comenzó a derramar nuevamente lágrimas, su estado de shock desvaneciendo poco a poco, para permitir sus sentimientos tomar control, y su cuerpo reaccionar, pero el trauma aún era vivido y presente en la chica, las imagenes de aquellas escenas repitiéndose como un CD dañado en su mente.

» ¿Sebastián? « pensó la castaña procesando las palabras de la peli-azul.

- ¿Que te hizo Sebastián? - Se decidió en preguntar, las palabras saliendo con un disgusto, al mencionar el nombre, acordandose de la traición que le hizo.

La peli-azul aguanto más cerca el brazo de la castaña negando con la cabeza - No quiero recordar, no quiero recordar - era la frase que repetía una y otra vez, con rapidez, apenas entendible para la castaña.

- Pequeña, necesito saber qué te hizo para saber qué tengo que hacer - Está susurró, acarriciando el brazo de la chica con cariño.

Poché cerró los ojos con fuerzas – ¡Se supone que lo que tenías que hacer era estar ahí! ¡Cuando más te necesitaba! Se supone que estuvieras ahí – Está grito apretando el agarre, escondiendo su cara en el cuerpo de la chica.

Calle sintió un dolor en el pecho, como si metieran la mano y apretaran con fuerza su corazón, con la intención de sacarlo de su pecho, un sentimiento que jamás había experimentado antes.

– P-pero ahora estoy aquí... – La castaña comentó sus palabras cada vez poniéndose más débiles – ¿Que fue lo que te hizo? – Volvió a preguntar, sintiendo una molestia con él y con ella misma.

Poché negó prohibiendo las palabras salir de su boca, mientras su cuerpo temblaba ligeramente. Calle tomó eso como una señal que no iba a hablar.

- Descuida, no te voy a presionar - Está susurró, mirando hacia la puerta - No estas sola, corazón, esperaré hasta que tengas las fuerzas para hablar - Continuó, mirando a la chica, quien había empezado a tranquilizarse, su cuerpo relajándose, al tacto de la castaña y las palabras que estás dejaba escapar.

Calle empezó a cantarle una canción suave, entretanto acariciaba su cabello, depositando un beso en la cabeza de esta » Me preguntó por qué hago esto tan natural, ¿Quien era esta chica en mi vida? « pensó antes de levantar su mirada hacia el techo, observando la pintura blanca, oscura por la falta de luz » ¿Que mierdas le has hecho Sebastián? « volvió a pensar con desagrado, y sentía como sus venas empezaban a arder, con un nuevo rencor y odio en su interior.

Cerró los ojos ligeramente, escuchando el ronquido suave de la peli-azul, antes de que este parará, abriendo los ojos automáticamente, observó cómo la chica se retiraba de ella, observando la con una mirada pensativa, antes de depositarla encima de la castaña, observándo a los sus ojos.

Suspiro con pesadez, y las palabras que escaparon de su boca, causaron un descontrol en el cuerpo y mente de la castaña, hasta su alma se sintió dolida al escucharlas.

- No puedo estar más en este mundo, quiero desaparecer de él y dejar de sentir este dolor, está suciedad - Pausó.

- No lo digas - Calle comentó con seriedad, intentando retener una lágrimas, que por una razón desconocida para ella querían salir - No lo hagas - Repitió su voz esta vez un poco quebrantada.

Poché cerró los ojos, mordiendo el interior de su mejilla - Quiero morir -

Te Entregare Mi Corazón - [Completado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora