Capítulo 15: Queria disculparme

6.1K 429 9
                                    

Maratón 5/5

Calle frunció el ceño, ignorando la pregunta, y salió de la habitación, para marcharse a su casa.

~°~ Con Poché ~°~

Está llegó al Starbucks, mucho antes que Sebastián, al caminar ligero hasta el sitio, entrando y caminando al mostrador.

La chica le sonrió – ¿Que le gustaría? – Preguntó con un tono suave.

– Un Mocha – comentó la chica, seguido de decir su apodo.

Se sentó, sacando su móvil y contemplando si debería o no escribirle a la chica, optó por no hacerlo, pues no quería verse que estuviera desesperada o algo, colocándolo hacia un lado.

Su nombre fue llamado, y seguido de esto está camino hacia el mostrador de nuevo, tomando la bebida, volviendo a tomar asiento. La puerta se escuchó unos segundos después, y la voz de tres chicos diferentes fueron escuchadas.

Al levantar la vista, y dirigirla hacia la entrada, pudo divisar a Mario, Twan y Juanpa. Ninguno de los chicos la notaron, todavía, caminando hacia el mostrador. La peli-azul, tomo la capucha de su sudadera y se la coloco, mentalmente rezando que no la vieran.

– ¿Rarita? – La voz de Mario se escuchó un poco dudosa.

Poché ignoró el comentario, bebiendo de su bebida, sintiendo el chico acercarse y los pasos más altos.

– Si eres tú – Este comentó inclinándose un poco, para poder ver bien la cara de la chica – Pensaba hablar contigo mañana pero creo que hora puede ser un buen momento – Este comentó sentándose al frente de la chica.

– ¿Por qué querías hablar conmigo? – Está preguntó un poco asustada.

El chico se percató de esto – Mira, entiendo que tuvimos un mal pasado, pero quiero terminar el año con la consciencia limpia, y quería disculparme por todo lo sucedido – Este confesó, llevando un brazo a su cabeza rascandosela con nerviosismo.

– ¿Por qué ahora? – Está preguntó insegura, entrecerrando los ojos, dejando su vista escanear el lugar, en busca de los otros dos chicos, viendo que estos se sentaron al otro lado del sitio.

– No es solo ahora, siempre eh querido disculparme contigo, pero Juanpa no me lo permitía – Este confesó – Luego de que la nueva peleará está mañana con Juanpa, este me permitió disculparme – Este añadio.

– ¿Daniela peleó con Juanpa? – Está preguntó, y en ese momento la puerta volvió a escucharse, dejando pasó a Sebastián.

– Llámame, ¿si? Quiero invitarte a salir como una disculpa – Este finalizó, colocando un pequeño papel en la mesa al frente de la chica.

Poché se le quedó observando al papel, inconsciente de que Sebas saludo al chico con una sonrisa, golpeando su puño al pasarse por el lado.

– Hola Pochesita – Sebas comentó, besando a la chica en la mejilla, y seguido de un abrazo.

– Hola – Dijo un poco desorientada, mientras mantenía su mirada en el papel.

– ¿Que te sucede? – El chico preguntó preocupado.

– Mario me acaba de dejar su número, dice que se quiere disculpa – Está comentó insegura, y confundida.

– Deberías de ir – Este sonrió de lado, un reflejo de malicia en sus ojos.

Poché tomo de su trago una vez más, levantando la vista hacia el chico – ¿Estás seguro? Ellos siempre me han molestado, y tú lo sabes Sebastián, no puedo aceptarlo así como así – Está finalizó, la frustración invadiendo su cuerpo.

– Es una disculpa, dale una oportunidad, están intentando de remediar las cosas – Este comentó con una mueca.

Poché asintió, con una sonrisa genuina eh inocente, mientras se terminaba la bebida.

– De todas maneras ¿Para que me llamaste? – Este comentó desviando los ojos hacia los chicos, quienes con las manos le decían que fueran con ellos y dejará a la chica.

– Calle llegó a casa – Está comentó, un sonrojó apareciendo en sus mejillas, mientras sus ojos se llenaba de un brillo jamás visto en la chica.

Este frunció el ceño, con disgusto, sintiendo su boca seca, mientras aguantaba los celos y fingía una sonrisa – ¿Sí? Y ¿que hizo? – preguntó.

Poché negó con la cabeza – Quiso que la curará, llegó toda golpeada – Comentó pensando en el aspecto de la chica – Aunque para decir verdad, se veía extremadamente atractiva –

Sebastián se ahogó con el mismo aire, empezando a tocer, incrédulo de lo que había comentado la chica – No me vengas a decir que ahora te gustan las chicas – Este comentó disgustado de pensar en Poché con Calle.

– ¿Que? No, no me refería a eso – Esta comentó con prisa, negando con las manos como una niña pequeña.

– ¿Entonces a que te referías? – Este preguntó levantando una ceja inquisitiva.

La mirada intrigadora de su amigo, la puso más nerviosa – ¿Por qué peleó? –
Decidió en cambiar la conversación.

Este hundió los hombros, inclinándose hacia atrás – Ni que la conociera – Este comentó con molestia.

Está asintió – pero tú viste la pelea – comentó, presionando más al chico.

– Si lo ví, pero no significa que sepa la razón, solo se que cuando llegue al revuelo está estaba encima de Juanpa golpeando, y viseversa – Este comentó ya fastidiado con la conversación, pues ya era solo de su amiga castaña.

Poché asintió, permaneciendo callada, observando las expresiones del chico, y los movimientos del cuerpo.

– Me tengo que ir – Poché comentó levantandose de su asiento y caminando hacia la puerta, deshechando en el camino el vaso.

No miro hacia atrás, si el chico la seguía o no, solo lo continuó a su casa, ya era pasado las 8 PM cuando llegó a la casa, abriendo la puerta, siendo recibida por el fuerte olor a licor y cigarro en el aire. Las luces estaban apagadas, y habia un silencio sepulcral, adentrándose más a la casa, dejó sus ojos escanear el lugar, en busca de la sombra de su padre.

– ¿Vale? – Está llamo con sigilo, su piel erizando se al repentino aire frío, que apareció de la nada.

– Ya era hora de que llegarás – la voz ronca y ebria de su padre se escuchó desde la sala.

Desviando su mirada hacia esta, observó a su padre en ella, sentado en el sofá simple, con un vaso en la mano, y una lámpara encendida a su lado.

– ¿Has estado bebiendo todo el día? – Está preguntó con miedo, arrepintiendose al ver como éste levantaba el brazo con el vaso y lo arrojaba hacia ella.

Te Entregare Mi Corazón - [Completado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora