Capítulo 40: "Fuego contra fuego".

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La historia del ojo del dragón.

En el mundo la magia forma parte de la vida de las personas, la magia a traído cosas buenas y malas para la humanidad durante milenios. A vísperas del año 1936 algo extraño se inició en el mundo, una gran revolución comenzó liderada por un malvado hombre. El reino Lullaby se aisló del mundo para no tener nada que ver en el creciente problema, pero ese sólo fue el inicio...
Una revolución conocida como "la gran guerra" alcanzó también al reino natal de la princesa Camicazi, por lo que aún sin quererlo ni desearlo se volvió participe del movimiento de resistencia. Cuando la guerra terminó y la paz volvió un nuevo problema se reveló, el futuro estaba en juego y la historia podría volver a repetirse, por lo que la princesa ideó un plan que daría resultados cincuenta años después...
Un día a mediados del año cincuenta, un joven muchacho de cabello castaño llamado Hiccup Haddock se encontraba tranquilamente paseando por la playa de su isla, la isla Berk. Por casualidad acabó encontrando a una chica que decía llamarse Astrid, quién había quedado varada en la isla, Hiccup le ofreció ayuda y al día siguiente se enteró de que la chica viajaba en busca de su pasado, pues padecía amnesia...
Fué así como el día siguiente Hiccup tuvo que pedir un favor para conseguir un transporte que lo llevara a una ciudad al sur, llamada Ciudad Zinc, de esa forma cumplió parte de su sueño de conocer otros lugares del mundo. Una pequeña discusión con Astrid los hizo separarse, de esa forma ella acabó conociendo a un joven llamado Snotlout...

Capítulo 40: "Fuego contra fuego".
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El ambiente se estaba tornando muy pesado, la tensión y el miedo eran protagonistas en ese lugar. Habían alrededor de unas cincuenta personas allí dentro, habían corrido a buscar refugio en el salón comunitario cuando los ataques iniciaron. Dentro de esas cincuenta estaban incluidas las personas que recién venían entrando, todos mostraban duda y hasta cierto miedo excepto la joven rubia que venía hecha una furia.

- ¡Helena! - exclamó con fuerza.

Estaba tan concentrada en liberarse que no escuchó los fuertes golpes y ruidos parecidos a relámpagos que llegaron desde afuera, las demás personas sí que lo notaron.
Astrid buscó entre la gente, los cuales estaban asustados, hasta que finalmente encontró a quién buscaba en una esquina abrazando a su hija.

- Maldita, quítame estas cosas - le dijo la rubia.

- ¿Para qué?, ¿para que lo haga y luego me mates? -.

- No te voy a matar, pero ganas de golpearte no me faltan - le dijo ella apresurada - rápido, quítame las esposas -.

La mujer dudó varias veces, era cierto que ella tenía la llave, todas las esposas que poseían se abrían con la misma llave, aún así le sorprendía que la joven lo descubriera tan fácil. Siguió dudando mientras temblaba, la situación se había salido de control de un momento a otro.

- ¿Qué estás esperando?, súeltame, ¡AHORA! -.

Segundos después la mujer accedió, soltó a su hija y se acercó a la rubia sacando una llave de su bolsillo, ella se giró para darle la espalda y entonces metió la llave en la cerradura y abrió las esposas.
Sintió una pequeña dosis de alivio cuando sus brazos estuvieron libres y pudo moverlos con libertad de nuevo.

- Ahora suelta a los otros - ordenó.

Ella sólo la miró seriamente, estaba muy preocupada por lo que les deparaba el destino, se limitó a asentir y seguir la orden.
Un nuevo sonido de un golpe fuerte se escuchó, la rubia se alarmó y entonces recordó su objetivo, debía salir de allí lo más pronto posible para ayudar a Hiccup.
Mientras Helena le quitaba las esposas a los demás escucharon un fuerte golpe, la puerta que había estado cerrada salió volando, llevándose también pedazos de pared, por el agujero entró uno de los guardias de Vlad.
Sonrió ampliamente y entonces miró a todos con miradas fugaces.

El Ojo Del DragónWhere stories live. Discover now