El Ojo Del Dragón

Capítulo 59: "Compañeros eternos".

Los finales pueden parecer tristes, pero en realidad sólo son un paso más en ésta gran aventura que es la vida. Cuando ya has recorrido tanto, aprendido y visto tanto, descubres que en realidad no hay un final. Ésta aventura es eterna.

Capítulo 59: "Compañeros eternos".
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(Isla Berk, año 53)

La segunda feria estaba próxima a celebrarse, justo se cumpliría un año de que se celebró la primera. Aquella había sido todo un éxito, y se esperaba que éste año fuera lo mismo o incluso más. Realmente había sido una buena idea. También, fué el año con más cambios. Pero la mayoría fueron para bien. Le gente ya se había acostumbrado a Astrid, ya la aceptaban por completo y la respetaban, la chica se lo ganó. Demostró que era responsable, valiente y muy inteligente. Al mismo tiempo también era comprensiva, amable y tolerante, hasta cierto punto. Una parte se debía a que alguna vez fué princesa, ya tenía experiencia gobernando y administrando. La otra parte era porque realmente tenía ganas de apoyar a Hiccup y de trabajar para que la vida en la isla mejorara. Todos se dieron cuenta de eso, por lo que algunos ya la reconocían como jefa.
Aaron había vuelto tan solo el día anterior, su reencuentro con Natalia fué lo más tierno que habían visto en mucho tiempo, y todos sus amigos fueron testigos de ello. La felicidad en su máxima expresión quedó demostrada cuando vió a su pequeño por primera vez. Ya con un año de edad. Tardó tanto tiempo en volver porque tuvo varias dificultades, en general, el mundo criminal se había vuelto loco debido a la derrota de Viggo. Los cazadores restantes y otros pequeños grupos planeaban formar una nueva organización igual de poderosa que la anterior. Las tazas de crímenes habían vuelto a subir, pero tenían la esperanza de que ninguna tragedia como las que habían vivido anteriormente se repitieran. Se suponía que el gobierno se había renovado, luego de que quedara expuesta la corrupción que había en pequeñas partes. Estaban dispuestos a continuar la lucha contra el crímen, y al ya no existir alguien tan fuerte como Viggo, tenían oportunidad de derrotar a los pequeños grupos.
Estuvo expuesto a peligros, casi pierden el barco, pero afortunadamente lograron salir y recuperarse, luego volvieron a la isla. Gracias a eso ganó el suficiente dinero como para no hacer nada durante algunos años, podía darles a su mujer y a su hijo todo lo que pidieran y necesitaran.
Lo último que les informó, reunidos como estaban en casa de Hiccup, fué que habían pasado a ver a Harold. Les había dicho que pronto iría de visita a Berk, y que les llevaría una sorpresa. Eso alegró a todos, especialmente a Astrid, que se emocionó.

Fué así cómo Snotlout terminó de contarle todo lo que había pasado en esa reunión que tuvieron en casa de Hiccup. Era cierto que la chica también vivía allí, en la habitación que le habían construido, pero no estuvo porque se quedó dormida. Últimamente estaba algo decaída, Snotlout lo notó, pero como siempre la chica no decía nada, no quería expresar lo que sentía.

— Es interesante, espero que de verdad el maldito gobierno haga su trabajo — mencionó ella.

— Yo también lo espero —.

Ella estaba sentada en su cama, terminando de comer del plato que él le había llevado. Snotlout estaba en una mesita, a un lado del ropero.
Cuando terminó, fué a recoger el plato y vaso de ella.

— ¿No quieres nada más? — preguntó.

— No, de hecho no tienes que traerme la comida aquí, yo puedo ir por ella — le dijo — que yo sepa la cocina no está a más de un kilómetro — bromeó.

— Ya lo sé, pero últimamente has estado un poco rara y quizás no quieras salir — mencionó él — has estado así desde...aquel día...¿segura que estás bien? —.