El Ojo Del Dragón

Capítulo 21: "Hiccup entrena a un dragón".

Hola, espero que se encuentren muy bien, aquí estoy de vuelta con un nuevo capítulo, tengo algunas aclaraciones que hacer, pero lo haré en las notas finales del capítulo, por lo pronto los dejo que lean.

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Capítulo 21: "Hiccup entrena a un dragón".
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Todo estaba dicho, todo estaba hecho, ya no había marcha atrás, así que aunque no quisieran, o no estuvieran de acuerdo, no tenían otra opción que irse por su cuenta. Fue como Hiccup, junto con Gustav,  marcharon rumbo a la ciudad, dónde les esperaba un nuevo comienzo, una nueva forma de ver las cosas, una nueva perspectiva. El camino fue más largo de lo que recordaban, les tomó horas y horas llegar hasta allá, el atardecer cayó irremediablemente, Hiccup estaba pensado en buscar un sitio seguro en el bosque para pasar la noche, pues no pensó que les tomaría tanto tiempo llegar hasta allá. Seguramente se debía a que sí era un tramo considerable si no se iba en auto, además de que sus ánimos estaban por los suelos y no caminaban muy rápido, no es que estuvieran emocionados por llegar a la ciudad. Luego de un rato sintieron cansancio, pues sus heridas resultantes de la batalla les impedían moverse fácilmente, sobretodo Hiccup, que no estaba en un muy buen estado. Todo eso los hizo retrasarse más de la cuenta, y aunque al principio la idea era acampar en el bosque, Hiccup descartó la idea, pues lo mejor era llegar a la ciudad de una vez por todas para poder descansar sin ningún problema. Fue así como haciendo uso de su fuerza de voluntad, y de las pocas fuerzas que tenían, llegaron a la ciudad. Gustav, que estaba en un estado mucho mejor que el del castaño, lo ayudó a caminar cuando éste estaba a punto de desfallecer y caer al suelo presa del cansancio. Con todas esas dificultades lo lograron, finalmente consiguieron llegar, y eso era lo bueno, pues Hiccup no se creía capaz de llegar más lejos.

— Sólo un poco más señor Hiccup, estamos a punto de lograrlo — lo animó Gustav, sosteniéndolo del brazo.

— Gracias por la ayuda — dijo Hiccup — y pensar que al principio me caías mal — dijo con sarcasmo.

El ambiente urbano poco a poco comenzó a acogerlos, dejando atrás el campo lleno de plantas y árboles, así como de muchos peligros. Mientras caminaban por una de las calles, vieron a varios soldados caminado por ésta de una lado a otro, algunos los miraban y seguían con su rutina, nadie les decía nada. Hiccup y Gustav se confundieron un poco, pero decidieron seguir ignorando esa parte, cuando llegaron al final de la calle, había dos soldados a ambos lados, simplemente parados allí vigilando. Cuando Hiccup y Gustav estaban a punto de pasar por allí, los soldados se movieron y les interceptaron el paso.

— ¡Alto! — dijo uno de ellos con voz fuerte — necesito que se identifiquen —.

— Soy Hiccup — dijo con voz débil.

— Y yo Gustav — dijo el niño algo atemorizado.

— No los había visto antes pasar por aquí, ¿de dónde vienen? — preguntó el soldado.

— Somos extranjeros, venimos a visitar a una amiga — les dijo Hiccup.

— ¿Porqué tan tarde? —.

— Tuvimos un accidente — mintió Hiccup — y eso nos retrasó, como pueden ver no puedo ser una amenaza en este estado — admitió.

El soldado se quedó en silencio mirándolos, luego miró a su compañero y al final ambos se hicieron a un lado, regresando a sus puestos.