El Ojo Del Dragón

Capítulo 24: "Snotlout hace una amiga".

Hola, ¿cómo están?, yo estoy feliz porque en esta ocasión les traigo una agradecimiento. Este capítulo lo estoy subiendo justo un día después del anterior, y es para agradecerles todo el apoyo que me han dado, por el momento no tengo más que decir así que los dejo con el capítulo.

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Capítulo 24: "Snotlout hace una amiga".
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— Vaya montón de idiotas — replicó Snotlout — ¿así me agradecen haber estado con ellos? —.

No habían pasado ni diez minutos desde que se habían separado y ya estaba refunfuñando, molesto al sentirse abandonado por sus amigos, aunque en el fondo entendía la situación y las circunstancias.
Ahora estaba completamente solo, sin tener muy claro lo que debería hacer, pensó en regresar a su hogar, ¿pero que sentido tendría eso?, de todas formas estaría solo y sin nada que hacer, su vida era muy aburrida antes de conocer a Hiccup y los demás, por eso se la pasaba ejercitándose desde muy joven. Decidió que simplemente iba a vagar por el bosque sin rumbo, no le importaba a qué lugar acabara llegando, sólo viajaría sin un rumbo o propósito fijo a seguir, tal vez hasta aprovecharía para entrenar un poco, así era él, no solía pensar lo que hacía.
Y tal como lo había pensado, pasó los últimos tres días en el bosque, cazando pequeños mamíferos para comer, pasando la noche debajo de árboles y encendiendo fogatas, además de entrenar durante el día, ya no tenia su mazo, debido a que Dagur se lo destruyó, así que buscaba ramas de árboles, de preferencia pesadas, que simularan una espada. No tenia idea en qué parte del continente se hallaba, y lo cierto era que no le importaba mucho, pero este día tenía una nueva prueba, estaba lloviendo. No había llovido en los últimos días, pero en ese día particular sí ocurrió. Sabía que ya se había alejado de donde se habían separado, aunque no sabía cuánto, pero probablemente sí que era una distancia considerable. Comenzó a buscar refugio en algún lado, intentó cubrirse entre los árboles, pero éstos no evitaban que se mojara, debido a que no bloqueaban el agua tan bien como bloqueaban la luz del sol. Siguió caminando desesperado, realmente su propósito no era quedarse en la lluvia, pero no parecía haber ningún lugar adecuado. Luego de correr a través del bosque, finalmente encontró un sitió, allí estaba para su suerte una cueva, parecía que el destino se había apiadado de él. Sin perder ni un segundo corrió a refugiarse en el interior, esperando que no hubiera animales raros o alguna otra cosa extraña. Entró y se quedó cerca de la entrada, el fondo estaba oscuro y no llevaba nada para hacer fuego e iluminar, así que decidió quedarse en esa zona dónde llegaba toda la luz. Se sentó en un relieve que sobresalía del suelo de la cueva, a esperar que pasara la lluvia.

— No recuerdo haber invitado a nadie — dijo una voz femenina, se escuchó muy cerca de él.

— ¡Pero qué... — se puso de pie asustado — ¿quién está allí? — preguntó exaltado.

— Soy tu conciencia, has sido un chico malo, ¿porqué otra razón me estarías oyendo? — dijo la voz.

— Deja de bromear, ¿quién carajos eres? — dijo el joven desesperado.