Que difícil es decir te amo (Tristana X Teemo)

Banquetes y Entrenamientos

Swain y LeBlanc chocaron sus copas de vino ante la mesa del banquete que había desplegada, la mayoría de los campeones noxianos de la Liga se encontraban allí, estaban celebrando lo que sería su aplastante victoria contra los yordles de la región de Bandle, la victoria ante los diminutos enemigos les permitiría establecer relaciones comerciales con los yordles y entrar en sus terrenos.

—Atención noxianos —dijo el Gran General Noxiano golpeando suavemente su copa con una cuchara para tener cuidado de no romperla y ensuciarse su galante atuendo con el vino color carmín que tenía. —Brindo por nuestra futura victoria y posterior unión con los yordles —.

—¿Qué te hace estar tan seguro de eso Swain? —preguntó Darius.

—Porque conozco bien a los yordles, son débiles tanto en mente y cuerpo. Les pasaremos por encima y no podrán hacer nada para detenernos. —bebió un sorbo de su copa y la movió un poco con su mano humana. —Y... si de algún modo hubiera contratiempos... —sonrió mostrando su otra mano, la cual era la endemoniada. —Siempre podremos recurrir al plan B—.

—¿Y quienes van a representar a Noxus?—esta vez fue Talon el que hizo la pregunta.

—Pensaba dejarlo para el combate, pero ya que lo preguntas...— Swain se aclaró un poco la garganta antes de seguir. —Quienes representarán a Noxus en el combate contra la Ciudad de Bandle serán: Darius, Draven, Sion, LeBlanc y yo mismo—. Fue interrumpido por una risotada que venía de parte de Draven.

—Jejeje! Ese combate será pan comido dado que Draven esta en el equipo—. Darius rotó los ojos negando lentamente ante la conducta de su hermano menor.

Mientras tanto, en la región de Bandle y sus alrededores, los yordles se preparaban cada un o a su manera medida que se acercaba el combate.

Taller de Rumble

Grandes ruidos se podían oír en el taller de Rumble, el mecánico había estado trabajando arduamente en su mecha para poder tenerlo mejorado antes del combate. Sudor y manchas de grasa y aceite por igual cubrían el rostro del yordle azulado, quien observaba de forma muy minuciosa si Tristy tenía algún problema o falla.

—Muy bien, veamos, tanque de combustión mas grande listo, arpones mas afilados... — Se acercó para revisar mejor el brazo que disparaba los arpones eléctricos. —Listo, cohetes mas grandes, listo. Asiento de cuero... —subió al mecha y se sentó, era un asiento un poco mas cómodo que el anterior. —Sip, listo, ahora solo necesito engrasar algunas extremidades y esta nena estará lista para la acción —.

Entrenamientos de Veigar y Lulu

La pareja de magos se encontraba en el exterior de la guarida de Veigar, practicando y mejorando la potencia de sus respectivos poderes y hechizos. El pequeño maestro del mal se centraba en sus ataques y el hada hechicera buscaba aumentar la efectividad de sus escudos y defensas.

—¿Estas lista? —preguntó Veigar cargando un hechizo y Lulu usó su magia en un muñeco de heno al cual el primero le lanzó Materia Oscura, levantando una nube de polvo al caer, y cuando el polvo se despejó se pudo notar que el muñeco seguía intacto, gracias al escudo de Lulu. —Muy bien —el mago le sonrió orgulloso.

—Inténtalo de nuevo Veigi —el hada le lanzó un hechizo potenciador y Veigar volvió a lanzar el mismo hechizo contra el muñeco, esta vez quedó convertido en cenizas.

—Ya quiero hacerle esto a los noxianos... — Lulu se apegó a él y este la abrazó de forma protectora.

Entrenamiento de Tristana

Tristana se encontraba entrenando arduamente en las afueras de la casa de sus padres, su padrastro Tobías le había elaborado una pequeña pista de obstáculos para que ella pudiera mejorar su estado físico y también sus disparos, ya que al final de la pista había un montón de obstáculos cuidadosamente puestos.

Tristana comenzó saltando unas cercas, sin perder el tiempo avanzó y tomó una pistola pequeña que usó para dispararle a unas latas que estaban a los lejos, todo esto sin fallar ni una sola vez, posteriormente se trepó a una caja y comenzó a saltar de una en una. Después de acabar el trayecto de cajas, tomó a Boomer que estaba precisamente acomodado allí para ella y disparo con gran precisión a los objetivos que Tobías le había preparado.

Cuando había terminado, Tobías se acercó a ella con un tazón lleno de agua, y la jadeante artillera dejó su cañón cuidadosamente a un lado y bebió con lentitud, necesitaba poder disfrutar la refrescante sensación del agua helada pasando por su garganta.

—¿Has sabido algo de tu amigo, Tristana? —preguntó refiriéndose obviamente a Teemo. La peliblanca no había terminado de beber el agua, pero cuando lo hizo le respondió.

—Lo iba a invitar a que viniese a entrenar conmigo, pero me dijo que entrenaría con los demás exploradores —la artillera tenía un tono de decepción en su voz, y eso fue algo que Tobías pudo notar, estando consciente del posible enamoramiento de su hijastra.

—¿Estas muy preocupada por él no? —después de eso Tristana miró a su padrastro.

—Si... últimamente ha estado algo distante después del accidente de su hermana, no me siento tranquila sabiendo que esta así... — Tobías abrazó a su hijastra y ella le correspondió apoyando la cabeza en el hombro de su padrastro.

Entrenamiento de Teemo

Teemo lanzó la bola de metal a la colchoneta reforzada que su maestro Scott sostenía con fuerza, el explorador estaba transpirando, esto a causa del extenso entrenamiento que había hecho desde la mañana, esto incluía flexiones de brazos, caminata usando solo las manos, abdominales normales y reforzados, sprints, levantadas, levantamiento de pesas, todo lo que el explorador considerase necesario, ya que debía estar en su mejor forma, cardio y estado físico en su vida, ya que su pueblo dependía de ello. Últimamente también había estado practicando el combate cuerpo a cuerpo con su maestro, sobretodo en pequeños combates usando técnicas de boxeo y muay thai para mejorar la velocidad de los ataques, los bloqueos y los contraataques.

—Vas bien hijo! ¡Continua! —gritó Scott sosteniendo la colchoneta a medida que Teemo recogió la bola de acero, esta vez imagino que Noxus era la colchoneta que su maestro sostenía, por lo que lanzó la bola con fuerza y rabia, haciendo que hasta el mismo Scott pudiese sentir el impacto, aunque no podía culpar a su pupilo sabiendo todo lo que le había ocurrido en los últimos días, tanto a él como a su hermana.

Luego de un rato Teemo terminó de entrenar, pero en lugar de darse una ducha y retirarse como lo haría la mayoría, decidió ir a las afueras de la Ciudad de Bandle, mejor dicho, a la jungla de Kumungu, necesitaba estar un tiempo a solas consigo mismo para poder aclimatarse mentalmente a la situación. Se sentó frente al rio que cruzaba la jungla y comenzó a meditar.

Sin embargo, su meditación fue interrumpida por una voz. —Eres patético ­—. Teemo buscó por los alrededores a quien le habló, pero no encontró a nadie. Moviendo sus orejas en busca de algún ruido, el explorador volvió lentamente a su intento de relajación mental. Pero esta vez sintió que una mano le tocó su hombro. El explorador miró hacia atrás y sus pelos se erizaron...

Era él mismo... pero con su atuendo del Escuadrón Omega.

—Mírate, haciendo todas estas mierdas, sabes perfectamente que la única forma en que lo lograrás es abrazando al odio y convirtiéndote en ese asesino de sangre fría que siempre fuiste. —dijo señalándolo.

—No... no haré eso. — Teemo negó rotundamente.

—No puedes escapar de tus propios pensamientos... tú mismo sabes que quieres hacer correr la sangre de los noxianos, piénsalo bien, eres alguien que nació para matar, es lo que mejor haces, no desperdicies ese don tuyo— y sin decir más se fue, desapareciendo sin más ante los ojos de Teemo, el cual tras unos segundos parpadeó un par de veces y se restregó la vista para ver si realmente la visión de había ido.

El explorador se tomó la cabeza y dejó escapar un suspiro de preocupación. —Sabia que era una mala idea...—

—No estas solo Teemo... hay alguien muy especial a mi lado... —la voz de si mismo en su cabeza rio de forma misteriosa después de ello.