Que difícil es decir te amo (Tristana X Teemo)

Un pasado trágico, un futuro alegre

-Teemo...- Una voz muy lejana lo llamo y él empezó a correr, no tenía idea de donde había venido esa voz de -Teemo...- La voz volvió a sonar, fluía como el agua y tan rápido como podía. El yordle sentía que les pesaban mucho las piernas, como si estuviera corriendo por el medio de la arena. -Teemo...- La voz habló una vez mas y él corrió mas rápido, o al menos eso era lo que pensaba ya que lo único que sentía es que iba mas lento que antes.
-Teemo!!!- El tono de la voz cambio a una voz nerviosa, ¡el explorador tenia que ir mas rápido! -¡Teemo!- El paisaje cambió de un lugar iluminado por la luz del sol... a un lugar repleto de oscuridad, en un instante a otro todo se convirtió en un sitio cubierto por las llamas y los gritos de la guerra. En esos momentos, un soldado humano paso corriendo por delante de Teemo, con su hacha alzada mientras unas sonrisa malvada se posaba en su rostro. -¡Teemo! ¡¿Donde estas?!- El yordle todavía no encontraba desde donde venía esa voz, pero siguió mirando de forma detenida hasta que sus ojos se posaron en una yordle. Ella le parecía muy familiar, por lo que comenzó a correr hasta ella lo mas rápido que pudo para evitar la tragedia, pero vio como una espada de un humano la atravesó, lo que hizo que callera al suelo gritando de dolor.

-MAMÁ!- Teemo gritó mientras todo se tornaba borroso.

-TEEMO! JOHNNY! TOMEN A SU HERMANA Y SALGAN DE AQUÍ! RAPIDO!- Ahora podía escuchar la voz de su padre.

-HERMANO! TENEMOS QUE LLEVARNOS A IRENE, ESTE LUGAR YA NO ES SEGURO!- Y ahora la de Johnny...

Y por ultimo...

-Teemo ¿Qué le paso a mamá?- La de Irene...

fin del sueño...

-¡Ah!- Teemo despertó en la cama jadeando y cubierto de sudor, sus ojos estaban rojos y se sentía agotado. Luego de tomar un par de grandes bocanadas de aire sintió que estaba un poco mas calmado y decidió mirar a su lado para ver si todavía estaba soñando. Entre las sabanas de la cama pudo ver el pelo blanco de Tristana, parecía que se iluminaba al igual que la luz de la luna que se asomaba por la ventana de la habitación. El yordle sonrió sabiendo que ella estaba cerca y luego de calmarse se levantó de la cama y se dirigió al porche, caminando de la forma mas silenciosa posible para no hacer ruido y despertar a alguien. Teemo no sabía exactamente que eran las estrellas, pero sentía que estas aliviaban su mente y su corazón, sobretodo cuando recordaba su trágica infancia a través de esta clase de pesadillas. La trágica muerte de su madre era un hecho que lo atormentaba de forma constante, pero también recordó cuando murió su hermano... y su padre, todos se habían ido tan rápido y de formas tan distintas, y ahora él y su hermana Irene eran los únicos de la familia que seguían vivos y para Teemo no era una carga que él realmente quisiera seguir aguantando. Cuando llegó al porche se sentó en los pequeños escalones de madera, en esta noche estaba haciendo mucho mas frio de lo previsto, pero nada a lo que no se hubiera enfrentado, por lo que se sentó... solo... mirando las estrellas.

Al menos... hasta ese momento...

-¿Teemo?- Tristana se había levantado al haberse percatado de que Teemo no estaba y llegó al porche. Cuando Teemo se percató de la presencia de alguien, sacó rápidamente un pequeño cuchillo y se dio la vuelta poniéndose en posición de combate. -¿Esperabas a alguien mas?- Dijo ella y eso hizo que Teemo guardara su arma, sintiéndose avergonzado por su forma de actuar.

-Deberías volver a tu cama, te ves cansada.- Dijo él.

-No pienso dejarte solo aquí Teemo, esta helado.- La sonrisa genuina de la artillera trajo a Teemo de vuelta consigo mismo mientras ella se sentaba junto a él, algo que pudo notar es que estaba envuelta con una sabana de la cama para cubrirse del frio. -¿Que estas haciendo aquí?-