Que difícil es decir te amo (Tristana X Teemo)

Un banquete para el olvido

-No te disculpes! ¡Solo dime por qué!? ¿¡Por qué haces esta... cosa de actuar como si no tuvieras ningún sentimiento!?-

-Yo... uh, de verdad me tengo que ir...-

-Teemo, porque no puedes hablar conmigo?-

-Lo siento Tristana, sabes que eres mi mejor amiga, pero francamente hay algunas cosas de las que no me gusta hablar, entre ellas mis sentimientos... no tengo que irme, pero quiero hacerlo.-

Toda esa discusión parecía haber estado dando vueltas por la mente de Tristana por casi toda la tarde. Era un drama que ella había tratado de quitarse de la cabeza, al menos por la noche de caridad.

Más tarde en ese mismo día...

El sol ya estaba casi oculto y Tristana se estaba arreglando en el espejo, se había atado su cabello en una cola de caballo mientras observaba el lindo vestido que francamente no se le veía tan mal. Lulu le había conseguido ese vestido y la artillera no quería saber de dónde lo habría sacado su amiga. Los humanos le llamaban decían que este tipo de vestidos eran de "coctel", aunque ella no sabía muy bien sobre la ropa o sus diversidades por lo que trató de no pensar en ello. Su vestido era negro, simple y conveniente.

-Toc toc.- La voz de Rumble sonó detrás de la puerta y Tristana fue a abrirle. El mecánico estaba vestido con un esmoquin y tenía una sonrisa descarada en su cara, se veía bastante galán (o al menos eso era lo que él pensaba). -Hey Trist, te ves bien.- Él sonrió.

-Gracia Rumble, tu tampoco te ves tan mal.-

-Bueno, ¿estas lista para irnos?- Rumble le ofreció el brazo.

-Claro- Ella tomó su brazo con felicidad y ambos comenzaron a dirigirse a la sala del Instituto donde se estaba realizando el evento. Caminaron por un rato en silencio hasta que este fue demasiado para Rumble.

-Y... encontraste a Teemo?- Sin embargo el vio que Tristana no le respondió y lo miro desalentada. -¿Trist?-

-Si... si lo encontré.- Ella asintió con la cabeza.

-Y... ¿Qué te dijo?-

-Yo simplemente no lo entiendo Rumble; es el yordle mas irritante que jamás he conocido.-

-Te dije que él era mala compañía para ti, ¿sabías que está mal de la cabeza?-

-Teemo no es tan malo, es solo que él es... muy distinto a los otros yordles que he conocido antes, hay tantas cosas que él no le dirá a nadie, de hecho yo ni siquiera lo conozco bien del todo, solo sé que él se preocupa por mi.-

-Bueno, no sé si te habrás dado cuenta, pero tampoco hay muchos yordles como yo.- Rumble trato de cambiar el tema.

-Eso también es cierto.- Tristana se rio un poco. -Nadie defiende el orgullo de la Ciudad de Bandle tanto como tu Rumble.-

-Tienes toda la razón Tristana, esos humanos no tienen ninguna oportunidad contra la raza dominante de dos pies de alto.- Tristana no estaba de acuerdo con la opinión de Rumble sobre los seres humanos, pero no era un tema en el que ella iba a entrar, ya que él nunca cambiaba su opinión.

Mientras tanto, en la habitación de Teemo...

Teemo estaba sentado en su cama, con una mirada algo torcida, ya que no se sentía muy bien.

-¿Por qué no puedo... porque no puedo simplemente hablar con ella y decirle lo que siento?- El explorador se tomó la cabeza con sus manos y negó rápidamente para evitar seguir pensando en ello. -Ugh... debí haber aceptado ir con ella y con Rumble al banquete de caridad. Maldición, soy tan estúpido. -