Llegada a la ciudad... de nuevo

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El pelaje de Tristana se sentía bien con el sol, era un dia calido, lo bastante calido como para estar cómodo y solo una brisa ocasional hacia que el calor del sol se alejara del cuerpo de uno. Mientras caminaban por el camino de tierra, decidieron entretenerse contándose bromas y chistes horribles.

-Muy bien Trist, escucha este ¿Por qué Dios creo a la suegra?- Dijo Teemo.

-No lo sé Teemo, ¿Por qué?- Preguntó Tristana.

-Porque el diablo no puede estar en todos lados.- Teemo se rio pero Tristana no le encontró mucha gracia.

-Teemo este chiste fue malísimo, a ver, déjame intentarlo a mi…- Tristana se puso la mano en la barbilla mientras pensaba en un chiste que contar. -¿Te sabes el chiste del hombre entre dos vayas?-

-No.- El explorador negó con la cabeza mirando a su amiga. -¿Cuál es?-

-Vaya, Teemo, vaya.- Dijo Tristana.

-Dios Trist, tu chiste fue peor que el mío, te apuesto lo que quieras a que los lectores del fanfic se rieron más con el mío que con el tuyo, pero bueno, ahora es mi turno. ¿Sabes que hace una abeja en un gimnasio?-

-Una abeja en un gimnasio…- Tristana se tomó un momento para pensarlo. -La verdad es que no tengo idea ¿Qué hace?-

-Pues zumba…- Dijo Teemo.

Tristana suspiro. -¿Sabes Teemo? Estas para ir a Viña del Mar con esos chistes tuyos.-

-¿Viña del Mar?- Preguntó el explorador.

-Es… un festival de música y chistes que hacen en Chile creo, y cuando al público no le gusta se ponen a abuchearlo. Menos mal que tú no eres comediante.- Ambos rieron de forma simpática ante ese comentario. -Pero bueno, aquí va otro, pregúntame si soy un pato.-

-¿Eres un pato?- Preguntó Teemo algo desconcertado por el pedido de la artillera.

-No.- Respondió Tristana continuando con su camino, pero Teemo se detuvo para poder entender el chiste.

-¿No que?- Dijo el explorador.

-Solo eso, no soy un pato.-

-Eso no es un chiste, es una frase.-

-No te lo pienses demasiado Teemo, mi papá me lo contaba todo el tiempo.

Ya era mediodía cuando habían llegado a las puertas de la Ciudad de Bandle, por lo que Tristana y Teemo pudieron ver a un pequeño yordle en armadura con una lanza vigilando la entrada.

-Hola.- Tristana le sonrió -Venimos de visita desde el campo.-

-Oh mi Dios… son Teemo y Tristana!- Pensó el guardia apunto de gritar como una fangirl. Incluso con su armadura puesta, ambos podían ver el nerviosismo y sudor corriendo por su rostro.

-A-a-ade-adelante s-seño-señores…- El guardia tartamudeo por sus nervios.

-Calmado soldado, todo está bien.- Dijo Teemo y el yordle dejó escapar un suspiro.

-Es solo que… ustedes dos son leyendas.- Dijo el yordle que sentía que estaba soñando mientras las puertas se abrían a lo que la pareja entró a la ciudad.

-¿Esto te pasa muchas veces cuando vienes?- Preguntó Teemo susurrándole al oído.

-Solo con los hombres.- Ella levantó los hombros con una risita. -Vamos, creo que hay una tienda de ropa al final de la calle.- Y asi ambos empezaron su día en la ciudad…

Está historia continuará...

Que difícil es decir te amo (Tristana X Teemo)Where stories live. Discover now