Capítulo 9: Todo se descontroló.

Start from the beginning
                                    

Siguió así por un minuto. Luego paró. Token lo miró extrañado.

- ¿Ya está? -Dijo Token.

- Quiero hacer lo mismo, pero con mi boca -sonrió Clyde.

- Hazlo. Baja por favor.

Empezó besando el cuello de Token, siguiendo por su torso. Token venía como los cabellos de Clyde iban bajando.  Clyde se arrodillo y volvió a agarrar el miembro del moreno. Subió un poco su remera, y sin pensarlo dos veces, se lo metió en la boca. Nuevamente empezó lento. Tenía la capacidad de meterlo casi entero en su garganta.

- ¡Se siente tan bien! -Decía Token entre gemidos.

Al oír esto, Clyde empezó a ir más rápido. Token agarró el pelo de Clyde con fuerzas y acompaño el movimiento. Token trataba de no gemir tan fuerte por si alguien entraba al baño. A veces Clyde paraba y lamía la punta, haciendo que Token se retorciera de placer. 

- Eres buenísimo. -Le decía Token. 

Clyde volvió a chupar. Aumentando todavía más la velocidad. Así pasaron unos minutos, hasta que Token no pudo más.

- ¡Estoy cerca! -Le gritó.

- ¡Tu solo disfruta! -Le dijo Clyde.

Token le tiró los pelos a Clyde, ya que no podía controlar todo su placer. Clyde le había dicho que disfrutara. Así que el mismo empezó a embestir la garganta de Clyde. Finalmente llegó. Ya no pudo controlarse y su orgasmo se escuchó por todo el baño, afortunadamente vacío. Clyde tragó y se paró, para ver la cara agitada del moreno.

- Te ves muy sexy así -dijo Clyde sonriendo.

- Creo que fue el mejor oral que me hicieron en mi vida -dijo Token.

- Eso es muy halagador -dijo Clyde.

- Y lo peor es ya no me acuerdo tu nombre.

- Clyde, y si quieres más así, mas te vale recordarlo. 

- Muy bien -rió Token mientras se subía los pantalones.

Al subirse los pantalones, recordó que estaba en un cabaret.

- ¿Te debo algo? -Dijo Token.

- Por ser tu, la primera es gratis -contestó Clyde- ¿Quieres tomar algo ahora?

- No debería tomar más, tengo que manejar... -Token se quedó mudo por unos segundos-. Y pensar en lo que acabo de hacer...

- ¿Puedes pensar mientras me acompañas un trago?

- Eh, sí, claro.

- ¡Genial!

Clyde le dio la mano a Token y salieron del baño. La cara de Token ahora estaba seria "¿Qué hice?", se repetía en su cabeza.

  ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~  

Damien miraba como Pip estaba a su lado, mirando todo el bar.

- ¿Qué miras tanto?

- No sé -contestó Pip-. A veces para no aburrirme miro a las personas de mi alrededor. Veo las situaciones que van y vienen.

- Que marica.

- Si, lo sé.

Damien se calló. Siguió observando a Pip. Era muy fácil confundirlo con una chica, no solo tenía cabello largo y un vestido de ángel. Su cara era sumamente andrógina y muy bella.

- ¿Sabes? -Dijo Damien-. Realmente pareces una chica.

- Lo sé -dijo Pip mirándolo-. Desde pequeño me lo dicen.

- ¿Nunca te llegó la pubertad? -Rió Damien.

- Oh, por supuesto, que si.

- ¿Menstruaste?

- Que idiota. -rió Pip.

- Idiota serás tu -Damien se estaba sintiendo nervioso-. Muy parecido a una chica eres... ¿Seguro tienes pene?

- Sip.

- No te creo.

- ¿Por qué no deberías de hacerlo?

- Porque no lo vi.

Pip abrió grande los ojos.

- Que marica -le dijo Pip.

- ¡Hey hijo puta! ¡Esa es mi frase! -Dijo Damien molesto-. Y no soy marica.

- ¿Quieres verme el pene?

- Solo quisiera comprobar que eres un marica y no una chica plana. -Luego susurró-. Y muy atractiva...

- ¿Usualmente te cuesta decir lo que sientes? ¿O es solo ahora?

- Yo no siento nada -gruñó Damien.

Ambos se quedaron en silencio. Pip volvió a mirar a sus alrededores. Damien lo miró algo enfadado.

- ¿No se supone que tendrías que seducirme para ganar dinero?

- Pero tu me dijiste que no querías eso... ¿Quieres que lo haga?

- Si no lo haces, pensaré que eres muy mal empleado.

- No me molesta si lo piensas, es tu visión. No tengo nada en contra de eso.

- Ehh... ¡Bueno! ¡Te reto a que me demuestres lo contrario!

- ¿Es decir?

- Que eres un buen empleado, que sabe seducir y no un inglés marica, que solo limpia las mesas...

- Ay... -Pip suspiró y rodó los ojos.

Seguido de eso se levantó. Pasó su pierna izquierda por arriba del regazo de Damien, y se sentó teniéndolo cara a cara. Damien quedó paralizado. Pip le sonrió un instante y luego comenzó a besarlo. Agarrando los cabellos de Damien con fuerza. Besaba muy bien. Damien no se resistió y tomó de la cintura a Pip acercándolo aún más hacia él. Así estuvieron unos minutos. Hasta que Damien se separó y le dijo:

- Bueno. Sí eres buen empleado.

- Bien -dijo Pip- ¿Ahora quieres comprobar si soy una chica?

Despedida de soltero. Where stories live. Discover now