Don't you worry about a thing -Warmi-

Putas dudas

Me tensé como inconscientemente e hice ademán de levantarme, pero Mimi me retuvo, presionando mi espalda con su mano.

-Quédate aquí.

-Mimi... -Suspiré.

-Está todo bien, Banana. –Besó mi cabeza.

Y entonces se me cruzó un pensamiento por la cabeza que no había tenido en cuenta.

-Mimi... ¿Qué pasó anoche?

Noté como se puso alerta, y la mano que acariciaba mi espalda paró momentáneamente.

-Nada. Estuvimos hablando.

-¿Y ya?

-Y ya. –Aseguró.

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Si Mimi supiera que yo había presenciado toda la escena de la noche anterior, seguramente no habría dicho lo que había dicho. Porque acababa de abrir la caja de Pandora, y aunque me estaba esforzando por recordarme a mi misma que habíamos arreglado todo y que seguramente su interés en esconder lo que pasó se debía a que no quería preocuparme más, había sembrado algo de duda.

No dudaba de sus palabras y de lo que sentía por mi, pero volvía a ser la Mimi hermética que tan poco me gustaba.

Sé que lo hacía por protegerme, por no verme como estos días, porque no estuviéramos mal, pero realmente necesitaba que confiara en mi y me contara las cosas.

Estaba a punto de decirle que lo sabía todo, pero un carraspeo me cortó el discurso interno.

-Mimi, ¿podemos hablar un momento?

Subí la vista y vi a Patri de pie a nuestro lado, mirando hacia otro lado, visiblemente incómoda, esperando.

Mimi afianzó su agarre a mi cuerpo y subió la vista.

-Eh... -Mimi dudó. –No me parece el momento, Patricia.

Patricia, ojo.

-Por favor... -Pidió.

Mimi me miró, como esperando que yo interviniera, y asentí, apoyando una mano en su hombro e incorporándome.

Me quedé sentada en la improvisada cama, echando mi pelo hacia atrás y aguantando un suspiro hondo. Mimi se incorporó también, y besó mis labios cortamente, pillándome desprevenida.

-Vengo enseguida, no vayas a moverte. –Me guiñó un ojo.

Mimi se levantó y se alejó con Patri un poco. Las veía hablar calmadas, pero Mimi mantenía una distancia de seguridad con ella que no había visto hasta entonces. Tenía un desasosiego en el alma que no sabía como gestionar. Sé que Patri no era mala persona, y en realidad podía entenderla. Que te guste alguien que está en otra página o simplemente, que no te corresponde, es realmente desalentador.

Porque quieres pasar tiempo con esa persona, hacerte notar, hacerle ver que eres la ostia y que si te diera una oportunidad le demostrarías todo... Pero simplemente a veces las cosas no salen. Y yo me pregunto que habría pasado si Mimi nunca hubiera correspondido a mis sentimientos, si habría sido capaz de ser su amiga sin más, y ver como le sonreía a otra gente como me sonríe a mi.

Se me habría roto el corazón.

Y seguramente habría seguido a su lado porque el amor que siento por ella va más allá de una relación de pareja.

Yo querría verla feliz, conmigo a poder ser, pero si no hubiera sido así, habría querido verla bien, sola o con quien fuera, y disfrutar de los ratos que me hubiera concedido.