Lo puto peor

7.8K 330 14
                                    



Me quedé en el sitio. Mimi no podía estar liada con nadie más. ¿O sí? Al fin y al cabo yo también estoy con alguien más.

Notaba como mi angustia iba consumiéndome poquito a poquito y el corazón se me perdía un par de latidos. ¿Esta es la sensación que tienes cuando alguien te deja? ¿Se rompe así el corazón?

Porque el mío estaba ahora mismo en el suelo.

Puto corazón.



Aitana me miró fijamente mientras se le caía la galleta en el colacao. Me hice la loca, pero su mirada parecía un rayo láser a punto de desintegrarme.

-Ana... ¿Estás bien?

-Perfectamente. –Contesté sin levantar la vista de mi tostada.

-¿Es por la nominación?

Yo calibré la respuesta.

-A ver, estoy jodida. Es que... No puedo imaginarme estar aquí sin él. Pero tampoco quiero irme. –Refiriéndome a haber sido nominada con Roi esta semana.

-Ya... Es una putada.

El silencio que sobrevino sólo fue interrumpido por el ¡plof! de otra galleta hundiéndose en el vaso de Aitana.

-Pero... A ti te pasa otra cosa.

Callé como una cerda.

-Es por... -Bajó el tono. -¿Por Reyes?

-¿Qué?

-Joder, Ana. Por... Por los regalos de Reyes.

A mi no se me había escapado la mirada de Aitana y de Amaia cuando abrí la caja que me había mandado Jadel como regalo de Reyes. Yo exageré mi alegría, que sí. Pero lo peor, lo puto peor, es que me hizo ilusión. Que sí, que el cutre de mi novio me había mandado poco más que medio merchandising de su tienda online. Que ya tenía más fotos de mi gato en dos meses que en toda mi puta vida, que sí. Pero se acordó de mi. Cosa que parece que otra persona no estaba haciendo.

-No es nada de eso, Aiti.

-No sé es que... No sé, déjalo, cosas mías.

Volvió a su colacao. Que parecía una puta litrona de lo que tardaba en bebérselo. Suspiré e intenté reconfortarme en el silencio. Pero Aitana tiene incontinencia verbal severa.

-Yo lo habría colgado de un pino eh.

Bufé molesta.

-Ya, Aitana. No me parece el momento.

-Vale, vale. –Se levantó con el vaso para ir hacia el fregadero. –Pero tú sabrás.

Siempre dicen que cuando estás encerrada en un sitio mucho tiempo, terminas volviéndote majara. Las cosas aquí se magnificaban hasta el exceso, y cualquier mínimo detalle se hacía un mundo. Yo no podía imaginarme mi vida en la Academia sin Roi, pero tampoco podía imaginarme qué iba a ser de mi si era yo la que se iba. Porque después del cacao mental que tenía, después de ser consecuente con mis sentimientos y después de aceptar las cosas como venían, mi novio se portaba como el novio que nunca fue y Mimi parecía pasárselo estupendamente haciendo la noche en bares de bolleras.

Que si, que vale. Que igual no era para tanto. Pero me sentía traicionada, como si de alguna manera yo hubiera magnificado lo que teníamos y ella sólo lo viera como un rollete. Ya me lo dijo, ¿no?

No te agobies con esto. –Dijo señalándonos. –Yo no quiero que esto sea una carga.

¿Eso pensaba? ¿Qué podríamos ser una carga?

Don't you worry about a thing -Warmi-Where stories live. Discover now