Don't you worry about a thing -Warmi-

Puto vídeo

-Oye... -Ricky parecía pensativo. –Si conseguimos las fotos... Para destruirlas y eso eh... -Se adelantó a explicar. -¿Podemos verlas antes? Quiero decir... Igual hasta me gustan. Igual hasta soy bisexual.

La carcajada de Mimi resonó por todo el salón.

-Lo dudo tanto. –Enfatizó. –Pero taaaaanto...

-¿Y yo puedo verlas? –Pregunté con interés.

Mimi me miró y sonrió, con sorna.

-A ti te represento todas las fotos cuando quieras, Banana.

-¿Y yo puedo mirar? –Miramos ambas a Ricky como shockeadas. –Sigo queriendo saber si soy bisexual...

Cuando sonó el timbre de casa, Mimi y yo llevábamos dos horas mordiéndonos las uñas. Yo intentaba aparentar más tranquilidad que ella, pero la realidad es que empezaba a impacientarme.

Eran más de las tres de la mañana, y Ricky nos había mandado un WhatsApp confirmándonos que la operación había sido un éxito.

Abrí la puerta de abajo y dejé la de la casa entreabierta. Volví a sofá donde Mimi se mordía el labio ansiosa y palmeaba sus muslos con inquietud.

-Eh, amor, que nos han dicho que ha salido todo bien.

-Si es que no era buena idea... -Negó con la cabeza.

-Ya está. –Besé su cabeza. –Si Cepe ha conseguido grabar algo, genial, si no ya pensaremos otra cosa, ¿vale?

La puerta se abrió y Ricky y Cepeda entraron gritando y riendo como si no fuera de madrugada y la gente en este edificio no durmiera.

-¡Shhhh! –Les reprendí.

-Ay, Ana. –Ricky rió. –Qué maravilla, lo hemos pasado tan bien.

-¿Habéis conseguido algo?

-Todo está aquí grabadito. –Cepeda sonrió con orgullo.

-¿Puedo preguntar por qué tienes toda la cara llena de pintalabios?

-Eh... Fue por la misión. –Contestó. –Luego no digáis que no me sacrifico por vosotras. Primero casi le parto la cara a Jadel, ahora tengo que ir a buscar las fotos guarras de Mimi...

Ricky se sentó en el sofá al lado de Mimi.

-Rubia, relaja la raja que esto está solucionado.

-¿De verdad? –Preguntó con algo de miedo.

-De verdad. Cepe lo ha grabado todo. No quiero ni saber cómo pero tiene vídeos de las habitaciones, conversaciones...

-No quieres saberlo, no. –Dijo el aludido quitándose la chaqueta.

-Y le ha quemado el disco duro al ordenador de tu padre.

-¿Qué qué?

Cepeda rió.

-Digamos que accidentalmente volqué el contenido de mi vaso sobre el portátil de tu padre y accidentalmente ardió. Me hice una copia de alguna cosa interesante antes, eh.

-¿Pero qué dices, loco? –Estaba flipando.

-¿Qué hacías en el despacho de mi padre? –Preguntó Mimi.

-Todo a su tiempo, pequeño saltamontes. –Respondió Ricky. -¿Podemos ver el vídeo en la tele? –Me miró.

-Sí, claro. ¿Traéis cable?

Nos sentamos apiñados en el sofá mientras Ricky preparaba la cámara para poder ver lo grabado en la tele. Mimi se mordía el labio, preocupada.

-¿Qué ocurre? –Acaricié su pierna y la miré.