Don't you worry about a thing -Warmi-

Puto chantaje

Subió su cabeza y yo bajé la mía, besándola despacio. Sus labios eran tan suaves que me recorrían mil hormigas por la espina dorsal cada vez que me besaba así. Subió una mano a mi pelo y me acarició con ternura la cabeza. Yo suspiré en el beso y ella sonrió en mis labios.

-Adoro cuando nos besamos así. –Susurré sin abrir mis ojos, respirando sobre sus labios.

-Y yo te adoro a ti.

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-Igual deberíamos salir, empiezo a notar el agua fría. –Mimi susurró, acariciando distraídamente mi pierna.

-El agua lleva fría desde hace un rato, cariño. –Reí suave y besé su cabeza.

-Uuummm. –Mimi se acurrucó más contra mi pecho. –Estoy demasiado a gustito para salir.

-Si salimos tengo otra cosa para ti.

-¿Otra? –Preguntó subiendo la cabeza y mirándome con los ojos grandes.

-Ajá.

Acaricié su cintura con parsimonia y dejé un beso en su frente. Ella suspiró, relajadísima.

-En serio, nos vamos a quedar heladas. –Dije rompiendo un poco el momento.

La separé de mi cuerpo con suavidad y salí de la bañera, agarrando las dos toallas. Me puse la mía alrededor del cuerpo y abrí la otra, esperando a que Mimi saliera, para poder cubrirla con ella.

Se dejó abrazar contra mi cuerpo, mientras frotaba sus brazos por encima de la toalla.

-Jobar, Banana... -Musitó. –Estoy como súper relajada.

Reí y besé sus labios, cortamente.

-Termina de secarte y te espero en la habitación, ¿vale?

Cuando apareció en la habitación, unos minutos después, y sólo con la toalla sobre su cuerpo, abrió los ojos con sorpresa.

-¿Quieres que llamemos hoy a los bomberos, no? –Preguntó. –Es lo que tenías planeado para hoy.

-Idiota. –Reí.

Había distribuido también velas por la habitación y había apagado todas las luces. Tenía preparada una barrita de masaje con manteca de cacao con la que pensaba masajear todo su cuerpo.

-Ven. –Agarré su mano y tiré de ella. –Túmbate.

Me miró con la sonrisa ladeada e hizo ademán, pero la paré.

-Eh, la toalla fuera.

-Ya no sabes qué hacer para verme en bolas, eh.

Junté mis labios con los suyos y la besé con calma, notando cada vello de mi cuerpo erizarse cuando oí caer su toalla y su mano acarició mi cuello. Permanecí con mi frente junto a la de ella mientras tomábamos un respiro, compartiendo el mismo aire.

-Amor, yo no... -Empezó suspirando.

-Eh. –La paré, adivinando lo que estaba pensando. –Sólo quiero darte un masaje y acariciarte un poco.

-Yo sé que últimamente no... -Carraspeó. –Pero hoy no me siento con fuerzas y...

-Amor. –La besé. –Me muero por hacerte el amor. –La forma en la que ella me miró hizo que me perdiera un par de latidos. –Pero hoy sólo quiero mimarte. ¿Puede ser?

Mimi asintió y me dio un beso lento en el labio superior mientras que recorría el inferior con su pulgar, despacio. Creí derretirme en ese momento.

-No sé qué hice tan bien en otra vida para tenerte aquí. –Musitó.