Puto peor momento

10.1K 340 143
                                    

Se separó un poco y me miró. La mirada más sincera y más clara que le había visto hasta ahora. Tenía los ojos húmedos y no fui consciente de que yo también estaba llorando hasta que ella limpió con sus pulgares mis mejillas, acunando mi rostro.
Respirábamos aceleradas, mi corazón golpeando contra el suyo, y entonces frotó su nariz contra la mía, en un gesto tan tierno que me derretía.
-Vuelve conmigo, Ana...

---

Sonreí enorme, con los ojos aún húmedos, y acaricié la mejilla de Mimi, apenas un roce, mientras veía sus ojos también húmedos clavados en los míos.

-¿Entonces...?

Asentí, sonriendo todavía, y atrapé sus labios despacio, sin moverlos, sólo un contacto. Sonreí contra sus labios y me separé para mirarla.

-Sí. –Asentí.

-¿Sí... qué? –Preguntó insegura.

-Que quiero volver contigo, Mimi. –Froté mi nariz contra la suya, y noté como ella me apretaba más fuerte entre sus brazos.

Estábamos imposiblemente más pegadas, nuestros cuerpos entrelazados, compartiendo de mismo aire, y entonces ella rió, una risa de liberación, de alegría. Me abrazó con fuerza y rodamos en la cama, quedando de lado, frente a frente.

-Dios, te he echado de menos... -Musitó, acariciando mi pelo, retirando los mechones de mi cara. –Me moría por poder besarte así, por estar así contigo...

Sin decir nada, volví a agarrar sus mejillas y la besé con más ímpetu que antes, dejando que su boca me hiciera perder un poco la noción del tiempo.

Mimi recorrió con sus manos mis hombros y, en mitad del beso, mordió un poco mi labio inferior mientras su mano llegaba a mi cadera y la apretaba. Jadeé un poco y sentí como me estremecía de pies a cabeza. El tacto de sus manos, de sus labios, la calidez de su cuerpo, que notaba ya como si fuera una extensión del mío...

-¿Sabes? –Preguntó separándose de mis labios, acariciando mis mejilas. –Pensaba que lo bonito era redescubrirnos... Como volver a tener una primera vez.

Asentí, sonriendo, y pensé que nunca había visto a Mimi más preciosa que en este momento.

-Pero no, estaba equivocada.

La miré un poco sorprendida, sin entender mucho.

-No sabes lo especial que es esto... –Susurró y acarició con sus manos mis costados, volviendo a tumbarme en la cama y quedando ella encima. -Tocarte así... -Yo suspiré, cerrando un poco los ojos. -Besarte aquí... -Besó mi cuello, cerca de mi clavícula, y se me escapó un jadeo. -Y saber como va a reaccionar tu cuerpo...

-Mimi... -Abrí los ojos un poco, y ella subió su cara hasta mis labios, sin besarme, tan sólo respirando ahí.

La miré entrecortando un jadeo, sus ojos verdes clavados en los míos.

-Saber que tu piel reconoce mis manos... -Susurró, con sus manos recorriendo mi pecho despacio, y yo volví a cerrar los ojos, desbordada.

-Me reconoce.

-Claro que te reconoce... -Suspiré, tragando saliva. –Lleva esperándote todo este tiempo...

Me besó, ahondando en el beso conforme pasaban los segundos, y nos balanceamos casi por inercia la una contra la otra, despacio. Agarró mi pelo, tirando de él un poco para dejar expuesto mi cuello, y sólo con eso sentí que ardía. Con su boca recorriéndome entera, su olor que ya era más nuestro que de ella, y el roce de nuestras pieles desnudas, mi corazón iba desbocado.

Don't you worry about a thing -Warmi-Where stories live. Discover now