30 días junto a Martinus (Marcus Y Martinus)(Marcus And Martinus)

Marcus

Fueron muchas horas de viaje pero junto a Martinus no fueron más que minutos, estar junto a él realmente es maravilloso. Estaremos por un día en su ciudad y luego volveremos a nuestra rutina. Martinus a estado muy nervioso estos días pero ahora que estamos en Noruega lo está mucho más. Sólo espero que todo se arregle.

-Tenemos que tomar un taxi para ir a casa- toma mi mano y con la otra su maleta y llama a un taxi que nos llevará a la que una vez fue su casa.

En el transcurso del viaje nos mantuvimos en silencio, necesitábamos pensar. Miraba a Martinus de reojo de vez en cuando, lo noté nervioso y lo entendía perfectamente. Volvería a ver a su hermano después de un poco más de un mes. Sería mucho en que pensar, ¿Qué decir cuando este frente a él o frente a sus padres? Recuerdo que ellos no estaban a favor de nuestra relación, eso me angustia. Volver a ver a su mamá me da escalofríos pero lo hago por él. Mire el perfil de Marcus & Martinus en instagram el otro día y las fotos eran sólo de Marcus ya que Martinus decidió no usarla más desde que está conmigo. Marcus en las fotos se ve feliz pero sus ojeras muestran que no ha dormido bien, no se lo dije a Martinus porque son ideas mías y tal vez sólo es porque Marcus trabaja duro igual que su hermano. Sin darme cuenta el taxi se había detenido sacandome de todos esos pensamientos. Martinus me miró y abrí la puerta para tomar las maletas hasta que le page al conductor. Ya frente a la puerta de esa casa blanca con teja azul siento el miedo recorrer por mi cuerpo, miro a Martinus y él está peor que yo.

-Todo estará bien- trato de darle ánimos aunque yo también me siento mal pero se que si se lo hago saber no ayudaría en nada -Estoy junto a ti- tomo su mano derecha y la apretó con la mía. Es hora.

Martinus sólo me mira y asiente. Llama a la puerta, ya no hay vuelta atrás después de que hizo eso a menos de que corramos pero de igual manera nos alcanzarían a ver por eso la mejor opción es enfrentarlos. Escucho unos pasos que se acercan a la puerta y veo como giran la manilla de la puerta. Martinus está atento a cada movimiento tratando de saber de quien se trata.

-Papá...- es lo único que le susurra al hombre que está en frente de nosotros. Se nota sorprendió al vernos aquí pero no dice nada. -Quiero ver a Marcus, por eso estoy aqui-  trata de explicar todo porqie su papá nos ve muy confundido.

-Él no quiere verte, es mejor que te vayas- no puedo creer lo que acabe de escuchar. Marcus no quiere ver a su hermano, al parecer si fue una mala idea haber venido pero tendría él mismo que decirlo no su padre.

-¿Cómo sabe eso? Llámelo y que venga a decirlo en la cara de Martinus- no me pude controlar. Martinus me miró tratando de entender porque le dije eso a su padre pero no le preste atención y sólo estudiaba a ese señor, estaba muy raro o tal vez era así.

-Sigue con tu vida, es mejor así- responde en tono frío sólo mirando a Martinus pretendiendo que no existo. Retrocede un paso y procede a cerrar la puerta frente a nosotros.

No me iré de aquí antes de ver a Marcus, eso lo tengo muy claro. Antes de que lo logre por completo trato de impedirselo empujando la puerta. Martinus está paralizado al ver todo esto pero trato de hacerlo reaccionar pero no lo logró.

-Martinus- grito desesperadamente pero parece estar congelado.

Necesitaba hablar con ese tonto, ese tonto hermano de Martinus y al ver que no hará nada interfiero en la situación. -¡Marcus! ¡Martinus está aqui, vino por ti! Quiere hablar contigo por favor ven aquí- grito para que me escuche sin importar en el lugar donde se encuentre pero mi intento parece no tener éxito porque nadie viene a nosotros.

-Martinus mirame- su padre se ve enojado y mira Martinus fijamente de una forma muy poco usual para mi. - Debes creerme, vete de aquí. Nunca debiste volver- al escuchar esas palabras las analizo detenidamente ¿A qué se refiere? Su padre logra cerrar la puerta aprovechándose de que sus palabras me aturdieron. Demonios. No lo dejaré tan fácil, claro está. Toco la puerta cada vez más fuerte esperando a que me abra o la derribare. Esto no se queda así.