Día 2

1.5K 117 16
                                    

Me entristeció verlo así, ya lo consideraba como mi amigo y no quería verlo sufrir. No parecía ese chico que se la pasaba sonriendo cada cinco minutos.

Lo observé por unos minutos mas y seguía sin moverse. Estaba tan concentrada en él que no noté que mamá ya estaba en casa. Fui corriendo a mi cama porque se supone que ya debía estar durmiendo.

(...)

—Hoy no puedo y creo que los demás días tampoco así que deberás ir caminando también en la mañana, lo siento cariño pero necesito dar una buena impresión —entendía a mamá. Papá era él único que la tenía fácil, renunciamos a todo por él y ahora nos debemos adaptar a esta nueva vida.

Mamá consiguió un trabajo muy rápido pero debía cuidarlo.

—No te preocupes, yo entiendo.

Terminé de desayunar y tomé mi mochila. Tenía que salir más temprano si no quería llegar tarde.

Empecé a caminar, esta vez si traje mis audífonos. Puse música para que no me sintiera tan sola en el trayecto.

Una mano tomó mi hombro, giré y era Martinus. Inconscientemente sonreí.

—Hola ¿dormiste bien? —pregunté, no quería ser tan obvia y decirle que ayer lo vi muy extraño por la noche.
Vi como movía sus labios pero no lo escuchaba, a si... llevo audífonos. Me los saque y guarde en mi mochila.

—Lo siento ¿qué decías? —no me sentía aún en confianza pero trate de parecer relajada.

—Que bien ¿y tú? —tuve la sensación de que había dicho otra cosa antes pero no le reclame, fue mi culpa no haberlo escuchado. Si estuviera a solas ya me hubiera dado contra la pared.

—Igual sólo que aún no me acostumbro por completo a este nuevo lugar.

—Veras que te encantará.

—Eso espero —ya me encantaba. No conocía a nadie a excepción de Martinus pero sentí que era suficiente.

—¿Vienes caminado al colegio? —Preguntó después de unos minutos.

—Lo que se ve no se pregunta —empezó a reír muy fuerte.

—Lo siento por ti.

—¿Cómo que lo sientes? Tú también vienes caminado —crucé mis brazos.

—Es porque quiero, si yo quisiera me pueden venir a dejar y traer todos los días.

—Entonces hazlo, sería más cómodo.

—No, me gusta ser un mortal como tú.

Llegamos al colegio juntos pero en menos de un minuto Martinus se fue con sus amigos, no lo culpo, soy una aburrida.

Las clases iniciaron y Martinus debía sentarse junto a mi. Todo era normal pero lo miré, estaba angustiado. Me sentí mal, quería saber que le estaba sucediendo.

—Martinus —susurré en medio de la clase.

—¿Qué? —respondió tapado su boca para que nadie notará que estaba hablado. Pésima idea a decir verdad.

—¿Que harás hoy? —pregunté. Tenía algo planeado para animarlo.

—Creo que nada, estaré en mi casa —mordió su esfero.

—¿Te parece si salimos en la tarde? — sentía miedo de que se negara pero lo miré y vi que la respuesta era un si.

—Claro pero a ¿dónde vamos?

—Será una sorpresa —sonreí con malicia. La verdad es que ni yo misma sabía— Vamos a nuestras casas a dejar las cosas y salimos ¿va?
—Asistió. Esto será grandioso.

30 días junto a Martinus (Marcus Y Martinus)(Marcus And Martinus)Where stories live. Discover now