Día 46

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Mamá me dio una gran noticia el día de ayer pero no se que pensar, un amigo mio de la infancia se mudara a nuestra casa por algún tiempo, él era uno de mis mejores amigos pero cuando me mudé nuestra amistad cambió por la distancia. Hubo un tiempo en el que me sentí atraída por él pero preferí dejarlo así, no quería arruinar una gran amistad por algo pasajero. Mis amigas me contaron que él también gustaba de mi pero pensaba igual, preferimos seguir siendo amigos. Se podría decir que éramos como hermanos y ahora lo seremos porque viviremos en la misma casa.

Se llama Jacob, el tienes unos ojos color miel que me encantan y unas pestañas envidiables, muchos dicen que sus mejillas no son naturales, que se maquilla pero no. Es un chico muy cálido con sus amigos y los cuida como si fueran sus hijos aunque muchas veces exagera pero aun así me encanta todo de él.

Mamá dijo que cuando Jacob venga vamos a ir a recibirlo para que no se pierda o le suceda algo malo y se sienta como en casa. Lo qie mas me entusiasma es que tendré a alguien  muy querido junto a mi, que me brindará su amistad sincera siempre. Espero que venga pronto para poder reunirnos otra vez.

Le conté a Federica de él y muere por conocerlo, tal vez y sean novios. Me encantaría que eso suceda y que en un futuro pudiéramos hacer una cita doble, Jacob y Federica, Martinus y yo. Pero para eso debo esperar a que Martinus regrese.

Narra Martinus

Estoy tan emocionado, mamá dijo que hoy llegará Marcus y mañana papá porque tenía que arreglar algunas cosas. Voy a ver a Marcus después de mucho.
Le comenté a Loren sobre Marcus y está igual de emocionada que yo, nunca en su vida a podido convivir con gemelos y hoy lo hará. Estos días he cambiado de parecer y no es justo que la use, es una persona con sentimientos y no se merece eso. Le he tomando mucho aprecio, es una buena amiga a quien le puedo contar todo pero aún no de mi novia. Me dolerá el día en que tenga que despedirme de ella pero así es la vida.

Estos días han sido grises pero de igual forma me siento feliz aunque muy cansado. Estaba viendo la TV hasta que alguien tocó a mi puerta, seguramente es Marcus pensé y me alegré al instante.

-Pase...- dije con voz temblorosa mientras veía como se abría la puerta lentamente.

-No es posible- mi voz se entrecortaba al decir esas palabras, mis ojos no lo creían.

Era ella, la chica que cambió mi vida, la que me hizo feliz durante el tiempo que estuve junto a ella. Está aquí después de dieciséis días separados la vuelvo a ver. Mis ojos se cristalizaron y no podía decir ni una palabra, sólo tenía una gran sonrisa dibujada en mi rostro. Se veía tan hermosa como la primera vez que la vi, el vestido azul que trae puesto nunca se lo había visto seguramente lo compró alguno de estos días y me encanta porque es de mi color favorito.

Ella se acercaba cada vez más a mi con una gran sonrisa que se veía tan sincera. Se detuvo frente a mi sin decir nada, sólo sonreía.

-Te extrañé mucho amor- dije y trate de ya no llorar, no me esperaba verla tan pronto y mucho menos aquí.

-Martinus...- me estremeció escuchar su voz, es tan dulce como la recordaba.

-No puedo creer que estés aquí ¿cómo llegaste?

-Ya no podía dejar pasar un día más, quería verte- esas palabras rompieron mi corazón, ella también debió haber sufrido por mi.

-No quiero perderte otra vez-

Ella se empezó a acercar más hacia mi, no me pude contener y la abracé, necesitaba sentir su calor de nuevo. Su perfume siempre me volvió loco pero nunca se lo dije.

-Te amo mi niño- ella me abrazó aún más fuerte y empezó a llorar como nunca.

Se sentó a un lado de mi cama y acaricio mi mejilla con sus suaves manos, no paraba de mirarla y ella igual.

-¿Cuándo volverás?- me preguntó sin poderme mirarme.

-No lo sé pero espero que sea pronto, pienso en ti todos los días y ya no quiero estar lejos de ti.

-Yo también pienso en ti, porfavor regresa a casa.

Suspire y ahora era yo quien no la podía mirar a los ojos, yo quería hacer lo que ella decía pero mi mamá se interpondria entre los dos y no me dejara ir con ella.

-Te prometo que estaré contigo para toda la vida- dije y le mostré el collar que tenía colgado en mi cuello, el que ella me había regalado. Cuando ella lo miró derramó algunas lágrimas más las cuales no dude en limpiar.

-No te lo has quitado- susurro mientras sonreía. Miré que ella también lo traía puesto, me sentía la persona más afortunada del mundo solo por tenerla a mi lado. Tomó mi mano y también llevaba el anillo como yo lo hacía.

-Nunca lo haría, tu me los regalaste y espera que yo también te regalaré algo cuando salga de aquí.

Esta vez puse mis vista en sus labios, traía un labial rojo. Ansiaba tanto en poder besarlos.
Ella se empezó a acercar más a mi hasta que nuestra respiración se junto, cerró sus ojos y la besé. Extrañaba tanto sentir sus labios junto los míos, era un beso dulce que habia estado deciando tanto que me hizo derramar varias lágrimas que pude sentir mientras nos besabamos.

Al separarnos sólo quería volver a besarla y tenerla entre mis brazos en ese preciso instante.

30 días junto a Martinus (Marcus Y Martinus)(Marcus And Martinus)Where stories live. Discover now