¿Que hace aquí a estas horas?

Me levanté de mi asiento y bajé a toda prisa por las escaleras hacia el primer piso.

—¡Mamá!— me tiré a sus brazos.

—¿Que quieres? No tengo dinero— ni un 'Hola hija', ¿por qué tenía que ser así?

—Que feo que pienses así de mi mamá— negué con la cabeza.

De hecho sí iba a pedirle algo.

Mamá seguía mirandome de aquella forma sospechosa.

—Mamá, estoy aburrida y tengo hambre— me quejé sobando mi estómago.

Mamá colocó los ojos en blanco y dio un largo suspiro.

—Pues si te comprometes a lavar los trastes preparare de cena tu plato favorito.

Los ojos empezaron a brillarme y mi estómago empezó a hacer más ruido del que hacía antes.

Pero, me da mucha flojera lavar los trastes.

—¿Y si solo recogo la mesa?— traté de convencerla poniendo mi cara de ángel.

—Los trastes o nada— mamá ponía su cara de piedra, aquello decía que no pensaba cambiar de opinión.

—Está bien, los trastes.

Asentí desganada.

Todo sea por la Lasagna.

A mamá le aburría y le cansaba mucho preparar ese plato, por ese motivo solo en mi cumpleaños me la preparaban.

—¡Esa es mi bebé!— mamá coloco su meloso tono de mamá dulce y pellizco mi mejilla, lo hizo tan fuerte que empecé a sospechar que no era un cariño, más bien era una venganza, debe estar sospechando que soy yo quien se roba sus galletas.

En fin, luego de colocar mi mano en mi mejilla y dirigirle una mirada de indignación subí de nuevo a mi recamara, debía espera dos largas horas para al fin ponder colocar algo de alimento dentro de mi boca.

Si tenía algo de suerte, a la hora de abrír mi bolso que llevaba a la escuela, encontraría algún dulce del año anterior perdido por ahí.

¡Y nada!

No hay nada en el jodido bolso.

¡¿Por qué la vida me odia?!

Probablemente si bajaba a la cocina a urgar en el refrigerador, mamá me pediría que la ayude con la cena y no, no quiero ayudar en la cocina.

Seguiré buscando algo de pan seco por ahí.

—¡Gracias Dios!.

Exclame en cuanto al fin encontré unas pobres galletas, probablemente rancias, en el fondo de mi armario

¿Que hacen ahí?

¡Eso no importa!

Lo que importa es que las voy a comer a pesar de que sé que probablemente estén a punto de podrirse, pero, como algunos dicen, "Lo que no te mata te hace más fuerte".

Lo siento mamá, perdón si mañana tienes que despertar al pie de una camilla de hospital.

La vida esta llena de riesgos.

—¡La cena!

Y justo cuando iba a llevar a mi boca aquella galleta, que ya desde esta distancia tenía un extraño olor, mamá nos llama a cenar.

¿Tanto demoré buscando algo para comer?

Diablos, tendré que posponer mi cólico intestinal para después.

—¡Te amo mamá!.

Estire mis brazos hacia ella en cuanto la vi poniendo la mesa.

—Yo amo mi cocina y quiero que quede bien limpia después de esto.

...Y ahí está mamá, yo tratando de ser cariñosa pero no, ella no pone de su parte.

—¡Papá! A ti también te quiero— levanté mis brazos y empecé a dirigirme a la mesa en donde papá se encontraba sentado.

Papá volteó lentamente su cabeza mirándome.

—No me toques— que hombre tan amargado.

—Que genio— le saqué la legua.

—¡Familia!— Jaehyun entraba por la puerta de casa estirando sus brazos y saludando euforicamente.

—¡Jaehyun!— corrí hacia él, mi hermano sí se dejaría abrazar.

Y sí, Jaehyun fue el único que me recibió el abrazo.

A pesar de estar en la universidad siempre tiene algo de tiempo para mi.

Y aunque no somos una familia con una grandiosa posición económica, somos una tierna familia.

Gracias por emplear tantos trastes mamá, te amo.




¡¡¡Wenas!!!

Bien, hoy me siento positiva, así que publique capítulo más antes de lo planeado.

Gracias por comentar y votar
❤️❤️❤️❤️
Me alegra mucho que les esté agradando esta historia.

Me gusta mucho leer sus comentarios.
Tengan un lindo día.

Las ama mucho: su escritora ❤️❤️❤️

MY FAVORITE BAD BOY | Na Jaemin |حيث تعيش القصص. اكتشف الآن