Someday Mine |ZM| En Edición.

Capítulo 22

-Eres increíble- me dije sarcástica, y a la vez con pesar.

-Lo se.

Cuando pienso que Zayn ya no me puede hacer algo peor ¡Boom! Ahí esta hace algo MUCHO peor que sobrepasan mis límites.

Le di la espalda y camine hasta mi auto. Conduje hacia mi casa.

Llegue y mi madre no se encontraba en casa, por lo tanto fui directo al microondas y encontré mi comida, me tumbe en el mueble y comencé a comer.

Me gire al escuchar a Zayn bajar las escalar.

-Supongo que querrás empezar ahora ¿no? Digo, para no perder tiempo- fui impertinente al soltar mis palabras, tal y como lo es él.

Zayn se paró frente a mi tapando completamente el televisor, fruncí el ceño. Hizo un bostezo fingido pasando sus manos por su cabello.

-¿Sabes qué? Ahora me siento un poco indispuesto-pauso- ¿podríamos hacerlo mañana?

¿Que?

-Pero habías dicho...- me detuve, estaba comenzando a alterarme, y fue ahí cuando lo comprendí... Lo ha hecho apropósito. Todo.

-¿Que?- dijo mirándome detenidamente.

Suspire.

-Nada- le dije cortante.

-Bien, iré a descansar.

-Claro.

Zayn subió a su cuarto. Incline mi cabeza hacia atrás cerrando mis ojos en una cuenta mental. Saque mi teléfono centrando mi atención en lo que era más importante.

El teléfono comenzó a repicar y espere a que Alice contestara.

-Hola- contesto al tercer repique del teléfono.

-¡Hey!

-¿Oye pudiste averiguar algo?

-No.

-Me lo imagine.

-¿Sabes que le sucedió a Edward después que me fui?- le pregunte atropelladamente.

-No hablo ni hizo nada, sólo se limitó a comer, no me atreví a decirle algo no quería empeorar nada.

-Vale tengo que colgar adiós.

-Adiós- dijo confusa.

Me levanté rápido tome las llaves de mi auto y conduje a casa de Edward.

*

Toque el timbre y la señora Emma la encargada de limpieza me abrió.

-Hola Emma- la salude con una sonrisa- ¿Puedo pasar?

<Lo acepto estaba ansiosa>

-Claro niña- dijo moviéndose a un lado para hacerme pasar.

Al entrar subí corriendo al cuarto de Edward, como perro por su casa, me detuve frente a la puerta de su habitación y di unos leves toques.

-¿Quien?- escuche su voz. Abrí la puerta y su mirada choco con la mía.

-Hola- dijo sorprendido- ¿Que haces aquí?

-Hola, querías hablar.

-Pensé que estabas ocupada- Edward se incorporó sentándose en la cama.

-Ya no lo estoy- me senté en la cama junto a él.

-Bien.

-¿Que es lo que sucede?