Capítulo 57

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<----- imagen de montse_1304 (participando en el concurso ❤️)

Hola hola, Feliz Año a todos, espero que hayan recibido el año ¡excelentemente bien!

Bien, capítulos semifinales.

¡El capítulo que se viene será el decisivo!

Bendiciones infinitas.

Capítulo 57.

"Ven que el tiempo corre y nos separa"

Ana Gabriel.

Me sujeté el cabello y aproveché de pasar un pañuelo por mi nuca cubierta por una fina capa de sudor. Mientras me tomé mi tiempo, para seguir ayudando a Chris y Michael-, quienes habían sido asignado para la tarea por el mismo director de ayudarnos para los preparativos del baile. Al fin habíamos logrado fijar la gran torre con el reloj, en el centro del gran salón. Alice vestía las mesas y sillas con ayuda de Zoe.

Ver el salón de gimnasia ser revestido y transformado, era una sensación única tan emocionante y terriblemente triste al mismo tiempo. En tres días, el viernes por la noche, sería nuestra última oportunidad de vernos los rostros todos juntos, será la única noche donde las diferencias ya no importan, donde se acaban las rivalidades y ya no importa si el sujeto uno le quitó la pareja al sujeto dos, lo único que importa es la noche; la noche que absorbe al baile y el baile que nos absorbe a todos como uno solo.

-¿Crees que está derecho?- preguntó Chris desde la punta de la escalera.

Alcé los pulgares hacía él.

-Esta muy bien.- Él solo asintió.

Lo miré bajar la escalera mientras Michael y Eleanor la sostenían para mantener el equilibrio. Chris era un chico solitario y de pocas palabras, tal vez más de la cuenta. Solo decía lo justo y lo necesario nada más, mientras lo veía bajar recordé cuando fui a su casa mientras él seguía en el instituto, su madre era todo lo contrario: una mujer dulce, amable y muy conversadora; aceptó encantada buscar los álbumes familiares y extraer las fotos de Chris, me enseñó una de un regordete bebe Chris con pompas tan blancas con la nieve, otra de una llorón niño de aproximadamente cinco años en las piernas de Santa, y unas más íntimas con su hermana Sammy una linda chica con el cabello completamente rapado, que padecía leucemia y terminó falleciendo cuatro años atrás, aproximadamente el tiempo que todos llevábamos conociendo a Christian Thomas. Entonces supe que el silencio de Chris merecía respeto, porque iba más allá de la compresión de muchos. Cuatro años llevaba conociendo a Chris y en el último año fue que pude conocer un poco de su vida.

Los chicos estaban sedientos después de una hora, por lo que salí a los grifos en busca de agua. La cafetería había cerrado temprano. Normalmente los que estaban a esas horas o bien eran los clubes, prácticas o algún rezagado presentando un examen.

Entonces cruzando el desolado pasillo con paso danzante vi al mayor de los rezagados. Solo pude ver su espalda pero no era necesario ver su rostro para saber de quién se trataba. De pronto me vi a mi misma presa del pánico y ocultándome tras los casilleros en el momento exacto en que su rostro se lanzó a mi dirección, pude contemplar su perfil desde mi escondite, pude mirar su ojos azules, parecían más oscuros, un azul más profundo. Los latidos de mi corazón atronaban en mis oídos.

Pum pum pum.

Cuánto tiempo había pasado. ¿Dos meses? ¿Tal vez tres? Solo se que el tiempo se redujo a nada, cuando me obligue a salir del ridículo escondite y finalmente presenciar el momento en que sus ojos se encontraban con los míos.

Someday Mine |ZM| En Edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora