Capítulo 7

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Capítulo 5 (parte dos)

Era una situación particularmente ridícula, el hecho de no poder apartar los ojos de su desnudo torso y en como mis manos de un momento a otro comenzaron a temblar, podía conmigo. El parecía ajeno a mi tormento interno aunque tenía el certero presentimiento de que sabía que le estaba mirando. Me estrujo las manos tratando de disipar el temblor, estaba mareándome sentía como si mi cabeza se hubiera agrandado dos tallas y mi respiración se había vuelto irregular.

—¿Podrías vestirte? —me sorprendió lo pequeña y débil que sonó mi voz, intenté endurecer mi semblante—. Por favor.

Me miró impasible concentrándose en cada rincón de mi cuerpo como si fuera la cosa más natural, me removí incomoda en mi asiento.

—¿Por qué? —preguntó—, no encuentro el problema al asunto, en cambio, me resulta muy entretenido.

Arqué una ceja mientras una idea descabellada se cruzaba por mi cabeza, no sabía lo que me llevo a hacerlo ni de donde había salido ese arrebato de valentía, pero para cuando quise darme retractarme ya era demasiado tarde.

—¿Sabes qué? tienes razón— una sonrisa cínica formándose en mi rostro.

Un destello de suspicacia brilló en sus ojos cuando giró para mirarme directamente ¿Él quería jugar? ¿Quería incomodarme? Pues el juego de uno puede ser también el juego de dos; acto seguido mis manos ahora decididas tomaron el dobladillos de mi camiseta deslizándola fuera de mi cuerpo, un escalofrío me recorrió desde el cuello hasta la parte baja de mi espalda, con todas mis fuerzas bloqueé cualquier tipo de pensamiento que me hiciera sentir avergonzada.

Como había predicho, los papeles se habían intercambiado, Zayn parecía totalmente anonado con su rostro de hielo ahora desencajado y sus ojos tan abiertos que incluso podía notarse la claridad de su iris.

—¿Pasa algo? —pregunté ahora sin darle la menor importancia al asusto—. ¿Te han comido la lengua?

Una pequeña arruga apareció en la frente de Zayn mientras recobraba la compostura, por un rato se dedicó a mirar la lluvia a través de la ventanilla de su asiento. La tormenta no había disipado su fuerza y las gruesas gotas que caían sobre el parabrisas me impedían ver cualquier cosa. Lo que era la razón principal por la que aun nos encontrábamos estacionados a un lado de la carretera.

No sabía cuando tiempo había pasado, incluso me había olvidado que mi camiseta yacía echa un ovillo en los puestos traseros, pero cuando Zayn por fin giró, una sonrisa vibrante cubría su rostro y lo demás paso lo suficientemente rápido como para que mi cerebro lo procesara con detalles. En un parpadeo me encontraba tendida con el asiento totalmente reclinado mientras que el cuerpo del chico me cubría completamente. Mis manos marcando la única separación entre ambos, su pecho estaba caliente, casi ardiendo y su pulso acelerado casi sincronizado como con el mío.

—Mi lengua está en perfecto estado y completamente a tu disposición.

Abrí los ojos desmesuradamente. Sus piernas entre las mías, la fricción de sus brazos a los lados de mi cabeza. Su aroma me inundaba y parecía absorber cualquier racionalidad presente dentro de mi. Él iba a besarme, lo que había pasado fuera no fue coincidencia él quería besarme y yo... yo no sería capaz de detenerlo.

Las voz de Adam Levine inundó el espacio y ese fue el punto de escape perfecto, mis manos se movieron de su pecho, su cuerpo uniéndose más contra el mío, su rostro oculto en mi cuello al mismo tiempo que una descarga eléctrica me recorría de pies a cabeza. Mis manos por fin dieron con aparato electrónico.

Someday Mine |ZM| En Edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora