Capítulo XL | FINAL

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El estadio comienza a llenarse.
Se palpa en el ambiente la ilusión que invade el cuerpo de cada uno de los asistentes al partido.

- ¿Nerviosas?- pregunta Maca, la cuál graba los previos momentos al encuentro con su iPhone para posteriormente publicarlos en su vlog.
- Mucho, aunque no creo que le de minutos a Álvaro.- confiesa la rubia.
- Yo confío mucho en los chicos y estoy segura de que Marco lo va a dar todo si le dan la oportunidad.

Las chicas sonríen con ternura ante mis palabras.
Ambos equipos saltan al terreno de juego y suena el mítico himno de la Champions League, sí, el mismo que causa piel de gallina, el mismo que te pone los pelos de punta.
Recuerdo mi infancia, recuerdo como crecí rodeada de fútbol, recuerdo todas las finales que vivía entre familia y amigos en el bar habitual, recuerdo que era una excusa perfecta para ver a esa familia y a esos amigos que a lo mejor no veías durante todo el año, recuerdo como poco a poco se fue desarrollando mi pasión por aquel deporte, recuerdo como sufría por cada partido, recuerdo como me hice madridista, recuerdo lo que sentía cada vez que el balón comenzaba a rodar, recuerdo como descubrí mi pasión por el fútbol.
La euforia es dueña de las gradas del Milenniun Stadium durante todo el partido, con resultado claramente inclinado hacia el equipo blanco.
No obstante, esa sensación incómoda del "¿y si empatan?" está presente entre los madridistas, a la que los aficionados de la Juventus llaman esperanza.
Marco se prepara para salir, su mirada recorre la grada hasta toparse con la mía.
Intercambiamos sonrisas con gesto nervioso.
Miro y señalo al cielo, él asiente y su rostro se torna serio y pleno de concentración.
Zidane se encarga de darle las últimas instrucciones.
El asistente levanta el cartel que indica la entrada del mallorquín al terreno de juego.
Un suculento 1-3 permiten a Marco moverse con libertad y hacer su juego, demostrar lo que vale, pero sin descuidarse.

Minuto 90.
Los madridistas ya aclamaban eufóricos la flamante victoria de su equipo.
Cristiano lanza una falta que finaliza en la barrera, el rechace pasa a ser de Marcelo, que tras irse de varios, centra.
Marco en el área pequeña, remata y gol.
En ese momento conozco la fuerza que soy capaz de emplear en un grito, me dejo la voz, salto, sinceramente no sé como celebrar.
Mi alegría no puede ser mayor.
Veo como Marco se queda mirando al balón embelesado.
Cuando reacciona corre hacia la esquina de córner, como es habitual.
Yo, en primera fila, sigo celebrando el gol eufórica.
Salta las vallas que separan el terreno de juego de las gradas y abraza a su hermano, a mi derecha.
Agarra mi mano.

- Eres el mejor.- exclamo.
- Cásate conmigo.- me mira a los ojos, se hace un silencio.
- Dame una razón.
- Quiero pasar el resto de mi vida contigo.

Dejo de saltar, me quedo inmóvil y mis labios buscan los suyos con desesperación.
El largo beso finaliza con el partido.

- ¿Eso es un sí?
- Sí.- sonrío para volver a fundirnos en un bonito beso.
- Te amo.

Maca inmortaliza aquel momento.
Bueno, Maca y miles de madridistas más.
Marco es arrastrado por los demás a celebrar la ansiada victoria.
¿Yo? No puedo ser más feliz ahora mismo.

Por mi mente pasan todos los momentos vividos.
Empezamos con mal pie y cuando menos nos lo esperamos, Isco hace de Celestina y comienza todo.
La apuesta acaba temporalmente con la inocente relación, pero nos hace darnos cuenta de la necesidad que ambos teníamos por el otro.
Las terceras personas incluso hicieron fortalecer la relación, tras varias caídas, hasta que los pequeños consiguieron estabilizar lo inestable, consiguieron unir lo que debía estar junto.
Todas las palabras que susurró sobre mi piel desnuda son los únicos testigos mudos de lo vivido.
Hoy, la pesada carrera de obstáculos que condicionaba nuestra relación llega temporalmente a su fin, la meta, pasar una vida juntos.
¿Una razón?
Me pasaría la eternidad plasmando miles de razones sobre estas humildes líneas, pero lo que he sentido y siento por Marco Asensio es inexplicable, sobrepasa todos los límites, puede con todo y es suficiente razón.

FIN.

Espero que os haya gustado, que os hayáis quedado hasta el final y hayáis disfrutado tanto como yo con cada capítulo, con cada insignificante detalle.
Desde aquí agradecer el apoyo incondicional recibido desde el principio y pedir que si queréis dejéis en un comentario qué os ha parecido o transmitido la obra, a la cuál he dedicado tiempo y esfuerzo, pero me ha servido muchísimo para expresarme, despejarme y comunicarme con el lector, y he disfrutado como la que más, por eso nada más que agradeceros porque esto es todo gracias a vosotros.
También deciros que tenéis en mi perfil el primer capítulo de mi nueva obra de Marco Asensio, la cuál me habéis pedido que comience al finalizar esta, y podéis pasaros a leerla.
Hasta siempre y miles de gracias de nuevo.❤️

Give me one reason || Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora