Capítulo I

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*Narra Elena*

Otro día más dentro de la monotonía, dentro de la mediocridad, siendo un cero a la izquierda.
Cabe mencionar que mi hermanastra es la actual pareja de Álvaro Morata, y no, señoras y señores, no son tan felices como en sus estúpidas publicaciones en redes sociales aparentan ser.
Todo es un acuerdo, puro marketing en un 95%.
¿El otro 5%? Supongo que es eso a lo que podríamos llamar amor.
Otro aspecto que sería conveniente indicar se trata de mi pasión por el fútbol que me viene desde los 10 años, incluso antes.
Aprovecho todo esto para ir a entrenamientos y conocer a mis ídolos.
Este año curso 3º de carrera, Derecho y Administración y Dirección de Empresa bilingüe en la universidad complutense de Madrid.
Apenas había salido antes de Andalucía, más concretamente de Málaga, pero el hecho de tener una hermanastra "famosa" al fin y al cabo no iba a estar tan mal.

(...)

Llevaba dos meses viviendo en Madrid y todo iba genial, finalizaba el verano y en cuestión de horas empezarían los entrenamientos de la plantilla, a los que mi queridísimo cuñado se había ofrecido a llevarme ya que era conocedor de mi pasión por el fútbol y mi devoción por el Real Madrid.

Adoro mi relación con Morata, es como el hermano mayor que nunca he tenido.

Nos subimos en su precioso audi.
Mis nervios aumentan por instantes.
Todo eso que había soñado durante años, todo eso que me había hecho sonreír en los peores momentos y olvidarme de todo, se iba a cumplir en cuestión de minutos.
Aparca en una amplia plaza reservada junto a Valdebebas.
Me bajo del coche y reviso mi móvil, con gesto nervioso.

- Tranquila, pequeña.

Sonrío ante sus palabras alentadoras.

- No muerden, quizás sean un poco efusivos y quieran ligar, pero es normal, tienen las hormonas revolucionadas, no les hagas caso, como se acerquen...

Río interrumpiendo la frase que pronuncia con tono sobreprotector.

Álvaro deposita un beso en mi frente y sin pronunciar palabra le sigo hacia las gradas, donde las miradas se centran en mí.

No puedo evitar sonrojarme, y Álvaro sonriente me presenta.
Todos se muestran amables y cordiales, alguno que otro hace la típica gracia, mientras otros murmuran entre ellos.

Me limito a sonreír, ya que no soy capaz siquiera de hablar.
Ellos continúan su entrenamiento con normalidad, aunque alguna que otra mirada por parte de los más jóvenes se posa en mí, intimidándome.

Todas las miradas se dirigen a un punto fijo, cuya finalidad no entiendo, así que decido desviar la mía hacia donde se dirigen las de los demás.

Un chaval de unos 20 años entra con aires de superioridad por el túnel de vestuarios.
Zidane lo fulmina con la mirada.

- Es la tercera vez que llegas tarde, Asensio.- pronuncia el entrenador aparentemente enfadado.

El chico sonríe y pasa la vista por la grada, hasta llegar a los banquillos, donde me encuentro sentada.
Me recorre de arriba a abajo con la mirada y sonríe. Le devuelvo el gesto.
Marco Asensio.

Una sensación desconocida para mí me recorre la garganta hasta llegar al estómago.
Supongo que será que tengo a mis ídolos delante.

Acaba el entrenamiento y estoy tan inmersa en mis pensamientos que aquellas manos frías que tocan mi hombro me sobresaltan tanto que...

Give me one reason || Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora