Capítulo III

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Al girarme nuestras narices chocan y mi vista queda nublada, pero lo suficientemente nítida como para saber que ese no era Álvaro.
Me separo y me froto los ojos.

- ¿¡Qué haces tú aquí!?- exclamé.
- Buenos días preciosa.

Río irónicamente y me sujeto los bajos de la camiseta, con la intención de que no se vea nada.

- ¿Vas a contestar a mi pregunta?

Sus profundos ojos negros se clavaban en los míos con deseo.
Sonreí incoscientemente.

- Hombre Marco, buenos días.

La voz de Álvaro me tranquiliza, pero no lo suficiente.
Salgo de la cocina desconcertada, realmente no aguanto la prepotencia de aquel chico.

Me siento en el sofá y mientras me como una magdalena reviso instagram.

- Todavía no tengo tu número.
- Ni lo tendrás.

Ambos reímos, con cierta ironía.

- Caerás.

Guiña un ojo y se va.
Al pronunciar aquella palabra, la suavidad con la que la desprenden sus labios y el tono que ha utilizado para desprenderlo hacen que se me erizara la piel del cuello.

No caeré.
Me repito una y otra vez en mi subconsciente.

En la cocina.
Álvaro y Marco.

- Me encanta esta chica.
- Te pone que se haga la difícil bro.- comenta Álvaro entre risas, mientras se sienta en la encimera.
- Esta vez no es cuestión de que me ponga o no, son sus ojos y toda ella hermano.
- Me da a mí que no tienes mucha oportunidad.
- Te aseguro que va a caer.
- Elena no es así, no te voy a permitir que la trates como una más de tus protagonistas de anuncios baratos.
- Te has pasado.- dice el mallorquino, pensativo.
- Solo digo lo que pienso.
- Álvaro, esto no me ha pasado en la vida y no voy a dejarla escapar.
- Haz lo que te de la gana, ella es como una hermana para mí y te prometo que si le haces daño vas a tener serios problemas.
- Hay algo en mi interior que me obliga a protegerla, algo que me impide hacerle daño.

Álvaro se queda meditando sobre las palabras que acaba de pronunciar su compañero y amigo.
Va enserio.
No tiene nada que perder.

*Narra Elena*

Quedan días para la boda entre Álvaro y Alice.
Mi desesperación por no encontrar vestido me está consumiendo.
Maca, la novia de Lucas se ha convertido en un pilar fundamental y no hacemos nada la una sin la otra.
Me visto y espero a Maca en la puerta de la casa, la cuál llega puntual y emprendemos camino a Gran Vía.

- Estoy nerviosa.- suelto sin pensar.

La morena me mira y ríe.

- Eso es porque va Marco a la boda.
- No quiero Maca.- balbuceo cuál niña pequeña que no quiere ir al médico.
- Te estás enamorando y no quieres, lo comprendo, tienes el ideal de que todos los futbolistas son iguales.
- No es eso, sino que pudiendo tener la chica que quisiera, ¿por qué yo?
- Tienes algo especial y Marco se ha dado cuenta.

Esas palabras me hacen sonreír.
Maca aparca y nos bajamos del coche.

Give me one reason || Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora