Capítulo XXXII

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*Narra Kepa*

La investigación que declarará al culpable del coma de Elena aún no tiene presuntos sospechosos.
Cada día me odio más por haberla dejado ir, cada día me lamento más por lo que ha pasado, me llego a sentir culpable, imaginaros Marco.
No come, ni duerme, ni habla, no vive.
Ella aún sigue en ese horrible estado y estoy tan seguro de que ha sido Marina la inductora del coma.
Los dos pequeños son preciosos, se parecen tanto a ella, pero necesitan a su madre, necesitan saber que su madre ha dado casi la vida por ellos.

- ¡Marco!- exclama Alice.
- ¿Qué pasa?- contesta desganado.
- Marina no está embarazada de tí.
- Ya lo se joder, no hicimos nada.- el hilo de voz disminuye.
- Podemos pedir una prueba médica para los abogados.- propongo.
- Hasta que el bebé nazca no podemos hacer nada.- finaliza desalmado.
- Me voy a llevar a Elena con los bebés a Bilbao en cuanto despierte.- añado con seguridad.
- No puedes hacer eso, alejarlos de su padre.- interviene Maca.
- Tiene razón, hasta que no encierren a Marina no están seguros aquí, no me voy a poder perdonar que les pase nada.
- Marco, esos niños son tuyos también.- aclara Álvaro.
- Nosotros te ayudaremos en lo que necesites.- añade Lucas.
- Los niños no se van de Madrid.- finaliza Maca.
- Eso lo tendrá que decidir ella.- me aclaro la garganta molesto.

*Narra Marco*

Los chicos salen de la habitación, dejándome solo.
Abren la puerta.
La policía nacional está al tanto de lo sucedido y me acribillan a preguntas, que ignoro o contesto monosilabicamente.

- Los niños...

Un hilo de voz carecedor de fuerza me exalta y me provoca una ligera sonrisa, la cuál no he dejado ver en días.

- Cariño, están bien.- acaricio su mano.
- Quiero verlos.- susurra.

Llamo a Álvaro que está con Alice en la sala donde bañan a los bebés viendo a sus futuros ahijados.

- Traer a los niños.
- ¿Está todo bien Marco?
- Ha despertado.
- Vamos para allá.

Cuelga y en cuestión de segundos hay siete personas más en la sala.

*Narra Elena*

Mi organismo me permite hacer lo que llevo días intentando y me impedía, dejándome una impotencia brutal.

Me encuentro bastante bien, teniendo en cuenta todo lo sucedido.

A Marco se le iluminan los ojos al verme coger a Inés y Álvarito.
Ambos sonreímos.

- Bueno, mami está ya con vosotros, ¿cómo se han portado estos cafres con vosotros?- esto provoca una leve carcajada a todos los que se hallan en la sala.

Los médicos me impiden darle el pecho a los bebés, pero si todo va bien, dos noches más en observación y a casa.
¿Pero a qué casa?
Trago saliva y la sensación de malestar me invade de nuevo.

- Marco.
- Dime mi amor.
- ¿Qué va a pasar con todo esto?
- Quédate conmigo.- me mira a los ojos.

Suspiro y miro a los bebés.
No creo que sea capaz de exponerlos a ningún peligro del que los pueda alejar.

- No puedo, Marco.
- Marina no va a hacernos nada.
- ¿Pero y si lo hace?- pregunto con seriedad.
- Mientras estemos en tribunal tiene orden de alejamiento.
- No quiero seguir con esto, me voy a Bilbao un tiempo, hasta que se demuestre que ese niño que lleva dentro no es tuyo.

Give me one reason || Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora