Capítulo XXXVII

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- Tenemos una conversación pendiente.

Suspiro y asiento.
Me siento a su lado.
Aspiro su aroma, que me transporta.
Sí, los olores también traen recuerdos.
Nuestra mirada se fija en la del otro, aportando seriedad a la conversación posterior.

- Le he dicho que no estoy preparada.
- ¿Y cómo se lo ha tomado?- sus ojos recobran parte del brillo que habían perdido al recibir la noticia.
- Supongo que bien, él sabe de que yo sigo...
- No hace falta que lo digas.

Su dedo índice roza mi labio superior, deslizándose con lentitud hacia el inferior.
Agarro su mano, retirándola de mi rostro y me aproximo hacia sus apetecibles labios.
Se de sobra que no está bien lo que estamos a punto de hacer, pero otra cosa que nos sobra son ganas.

- Te quiero.

Susurra sobre mis labios, entreabiertos, dispuestos a entrelazarse con los suyos.
Es cuestión de segundos que aquel furtivo deseo se torne realidad.

- Marco, no puedo seguir con esto ¿qué estabilidad pretendes que le de a mis niños si no tengo ni ordenadas mis ideas?
- La estabilidad que se merecen, la estabilidad que les aportará estar con su padre y su madre en una misma casa, no cambiando de ciudad y de casa prácticamente cada semana, la estabilidad de una familia feliz, de unos padres que se quieren.
- No puedo hacerle esto a él, a él no.- rememoro todo lo que ha hecho por mí y un nudo congestiona mi respiración y obstruye la fluidez de mis pensamientos.
- ¿Y a mí? ¿Y a ellos?- mira a los niños, que descansan plácidamente en el sofá.
- Sois lo que más quiero en mi vida.- no dudo ni un segundo la respuesta.
- ¿Y él?- pregunta refiriéndose a Kepa.
- A él lo quiero, de otra manera.
- ¿Qué otra manera?
- Más que un amigo.- hago una pausa que lo inquieta.- Como un hermano.
- Creo que tenemos que hablar esto los tres.

Lleva toda la razón, por lo que acepto.

(...)

Parece que fue ayer cuando comenzó la pretemporada y precisamente hoy, hace 10 meses.
Los pequeños en a penas dos semanas hacen cinco meses.
Y ni más ni menos, dentro de esas dos semanas, tendrá lugar la final de la champions.
Kepa no se lo ha tomado tan mal como era de esperar, él lo sabía, quería protegerme y darme todo lo que estuviese en su mano, increíble.
Es digno de considerar como mi ángel.
Se podría decir que todo ha vuelto a la normalidad.
Valdebebas acoge una vez más la reunión que las chicas y yo formamos cada mañana, mientras los chicos desempeñan de la mejor forma su trabajo, bastante más intensamente en vista a la final.

- Es todo tan bonito.- comenta Maca.
- Sois ideales.- añade Alice.
- Estabáis destinados, no me digas que no.- finaliza María.

Me limito a reír ante sus comentarios.
Mi mirada sigue fija en él, como el primer día y es que nuestra relación se basa en primeras veces, que mantienen la vivacidad en la misma, que se deshacen de la monotonía.

Recibo una llamada.
El nombre que aparece en la pantalla hace que algo se desestabilice en mi interior y que se acelere notablemente mi respiración.

Espero que os esté gustando, me encantaría recibir más comentarios ya que esto está llegando a su fin, pero no os preocupéis, que tenéis para rato.
De momento por mi perfil tenéis "When We Were Young | Paulo Dybala" y muchos más proyectos vienen en camino.
¿Futbolista/s que queráis como protagonista/s en mi próximo fanfic?
¿Queréis otro de Marco?
Muy importante que contestéis.
Muchas gracias por el apoyo y un saludo.❤️

Give me one reason || Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora