BONUS 13

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Ya era oficial, no había ya duda alguna de que ella me gustaba, me traía loco y sin siquiera intentarlo, sentía la intensa necesidad de estar con ella y no solo como su amigo, quería hablar con ella todo el tiempo, tomarla de la mano y oler su cabello, quería escuchar sobre su día y contarle sobre el mío, quería oírla cantar todo el tiempo, quería salir a pasear a Tessa con ella a mi lado, quería enseñarle a bailar y que ella me enseñara a jugar volley, quería dedicarle una canción a pesar de que cantar no era para nada lo mío, quería ir con ella a esa cafetería que tanto frecuenta y a ese bar donde canta tan llena de energía, quería conocer a sus padres y acompañarla a esas molestas reuniones familiares, hasta quería llevarla de compras con tal de compartir tiempo y gustos con ella...quería todo. Pero para eso tenía que de una vez por todas declararle lo que sentía por ella, y lo haría solo que de una forma especial, de una forma que ella se mereciera; el único problema era que no tenía ni la más remota idea de como hacerlo.
Cuuando quité mi mirada del televisor y la posé en ella me dí cuenta de que ambos estaban dormidos. Se veían tan lindos, sobre todo ella, sostenía a mi hermano entre sus piernas y una de sus manos se había quedado recargada sobre su cabeza. Al verlos juntos recordé todos los sucesos del día en que ellos habían unido sus fuerzas contra mi. Nunca imaginé que se llevarían tan bien.
Me levanté de mi sofá y me llevé a Patrick a su habitación. Cuando iba de regreso a la planta de abajo pasé a prender la luz y a destender la cama de Laura. Creí que ya estaría despierta pero no fue así. La tomé con cuidado entre mis brazos y lentamente la llevé a su habitación. En el transcurso recargó la cabeza en mi pecho y se acurrucó más. Tenerla entre mis brazos y verla dormir era un deleite pero por desgracia no podía hacerlo por mucho tiempo. La recosté, le quité las pantuflas que le había prestado mamá y la arropé muy bien con las cobijas ya que la temperatura en esos días tendía a disminuir por las noches cada vez más y más.
Al irme a mi habitación no pude dormir nada, cincuenta por ciento por estar pensando y organizando las cosas en mi mente para que todo saliera bien al otro día y pudiera al fin decirle lo que sentía; y el otro cincuenta por ciento por que el miedo y los nervios me estaban devorando vivo. Pensé en la pequeña Tess cuando se comía la última  golosina para perros que quedaba en su tazón...me sentía aterrado, como aquella golosina.

Te atravesaste en mi camino. (Tom Holland)Where stories live. Discover now