Te atravesaste en mi camino. (Tom Holland)

25- Vergüenza al 2x1

El lunes por la mañana estaba totalmente agotada. Todo el sábado había estado preparando mi playlist para el concurso y ensayando "Eclipse of the hearth" para ese domingo. No es por presumir (bueno si, poquito) pero salió sensacional. La cosa estuvo así: treinta personas nos inscribimos y presentamos nuestra canción a la clientela de Joe. De esos treinta solo entramos veinticuatro. Ahora esos veinticuatro competiríamos por permanecer en la competencia. El concurso duraría cuatro semanas en total y se llevaría a cabo las noches de los domingos y miércoles ( que era lo noche de promociones en el bar). Cada noche se eliminarían cuatro participantes hasta tener a los dos finalistas, una semana después sería la reta final.

Estaba ansiosa, emocionada y nerviosa al mismo tiempo; aun que esa mañana solo me sentía agotada. Ya casi eran las vacaciones y lo único que estaba en mi lista por hacer era dormir.

Después de una eterna clasevv de filosofía pude irme a casa. Era increíble que solo faltando unas semanas para fin de semestre los profes se pusieran locos con las tareas y trabajos finales.

El sol ya se estaba metiendo y las estrellas empezaban a salpicar el cielo cuando terminé mis deberes. Me sentía un tanto aburrida así que decidí llamar a Tom.

*Solicitando videollamada. Tom.*
-Hi!
-What's up?-saludé haciendo duckface- ¿Cómo esta mi castaño favorito?
-¿El favorito? ¿Ósea que tienes más?
-Tenías que arruinarlo.-fingí enojo.
-Así es más divertido.
-Te odio.-le dije al terminar de reír.
-No, no lo haces.-respondió con una voz ronca extremadamente sensual.
Amaba cuando era lindo y encantador pero cuando se ponía en modo seductor me mataba, simplemente acababa conmigo.
Negué con la cabeza reprimiendo una sonrisa. Nos quedamos unos segundos mirándonos a través de la pantalla hasta que...
-¿¿Eso es un barro??-hablé para mi misma pero obviamente Tom me escuchó. Casi no se veía pero yo notaba un ligero bultito en mi frente. Estuve a punto de acercar la camara frontal para ver mejor pero me arrepentí en seguida porque entonces Tom también lo vería. Me puse roja. Decir que mi cara tenía la tonalidad igual de brillante que la nariz de Rodolfo el reno era quedarse corto. Tom rió un poco.
-Yo no veo nada.-afirmó.
-Que vergüenza. Olvidé que hablaba contigo.
-Descuida, no se ve nada.-me guiñó un ojo- Para barros Harrison cuando tenia quince. Esos si eran barros.
-¡¿Qué?! No, eso no es posible. Luce tan bien...-el inglés puso cara de "no luce tan bien" así que traté de corregir- no lo parece.
-¿Por qué todas dicen eso? ¿No lo ven bien? Si esta bien feo.
-¡No es feo!-defendí a mi amigo.
-¡Si lo es!
-¡NO LO ES!
-¿Me llamaste para hablar de Harrison? Porque si es así te lo paso.
Reí por sus celos fingidos. Ya no sabía que demonios contestar así que cambié el tema.
-Adorable suéter por cierto.
Tenía puesto un jersey de lana de color oscuro con un pequeño bordado blanco en el pecho que me recordaba a las épocas decembrinas. "Ahora que lo pienso, creo que le gusta mucho esa clase de suéter."
-Gracias.- dijo y me di cuenta de que estaba un poco mormado- Aun que creo que se te vería mejor a ti.
-Nha. Cuando repartieron los cuerpos perfectos yo estaba en los tacos.
Esta vez mi comentario lo hizo reír mucho, tanto que se le salió un moco. Tampoco era un mocote de esos verdes y gelatinozos sino, fue como una pequeña burbujita que salió de su nariz. Hizo una cara de horror y vergüenza para después girar la cámara a sus pies. ¡Dios mio! Su expresión fue tan espontanea y llena de alarma que se volvió demasiado graciosa. Traté, de verdad, traté de no burlarme pero fue algo imposible.
-¡Oh, cállate!-dijo con todo el rostro ruborizado...y limpio.
No podía articular palabra alguna, sentía que las venas de mi cabeza y mi cuello explotarían, mis ojos lagrimeaban y también amenazaban con salirse de mi rostro, además de que mi estómago  y mis mejillas ya me dolían. Después de un rato mi risa había pasado de ser escandalosa y llamativa a una risa muda, de esas en las que parece que todo el aire dentro de ti ha escapado pero aun no puedes superar lo que te había causado tanta risa.
-Estas haciendo que me avergüence más.
-Lo siento, lo siento...-dije secándome las lágrimas y reinflando mis pulmones.
-Te odio.
-No, no lo haces.-rió por el comentario que él había usado antes conmigo- Ya estamos a mano.
-¿A mano?
-Si, al fin el universo se dio cuenta de que siempre la que pasa vergüenzas soy yo así que ya te tocaba a ti. 
-No es justo.
-La vida no es justa.
-Es que me estoy resfriando.- lo miré como solo las mujeres sabemos mirar ( acusadora, regañona e intensamente)- Es que se están empezando a sentir los fríos por aquí.- trató de justificarse.
-¿Bajan mucho las temperaturas por allá?
-Si, pero hace más frío en casa.
¿En casa?
-Oh, cierto. A veces olvido que eres de Inglaterra.
-Me dueles.

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Espero les haya gustado el cap.
Quiero agradecerles por el apoyo 🙈❤ y ¡Mil gracias por tantas lecturas! (No creí que llegara a tener tantas)
Las adoro!!
P.d. No olviden votar y comentar.