BONUS 7

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Ya era de noche, Laura se había quedado dormida en el huevito de la terraza de Jacob. No podía dejar de mirarla mienras dormía, se veía muy linda así: relajada, inocente, hermosa, sin discutir, hasta tierna; pero claro me gustaba más su sonrisa y euforia que mostraba diariamente.
De pronto ví como se hacía bolita y se abrazaba a sí misma, tenía frío. Me quite la chaqueta y con cuidado para que no se despertara la tape como si fuera una manta. De verdad me alegraba habermela encontrado. Aun no podía creer que estaba ahí, que había salido y, literalmente, atravesado fronteras en cuanto supo que estaba en el hospital.
Cuando mis amigos vieron mi acto de quitarme la chamarra y ponersela empezaron de dramáticos.
-Hasta aquí llegamos.
-Este es el fin del trio dinámico.
-Domado esta el león...
Y un sin fin de tonterías más. Pero también dijeron cosas como:
-Me alegro por ti.
-Es encantadora de verdad.
-Es como otro amigo pero sin pene.
-Un miembro más de la manada...
Todo lo que decían yo ya lo había pensado pero...tenía miedo.
-¿No le vas a decir nada?-me preguntó un poco más serio, Harrison.
Me aseguré de que siguiera dormida.
-Mmm no, no lo creo.
-Viejo, se va a ir y quien sabe en cuanto tiempo se vuelvan a ver, quien sabe que cosas pasen...
-Si, pero, no se, me da miedo, supongo...-lo interrumpí para que no siguiera hablando porque ella podría escucharlo y porque podría convencerme.
¿Ella me gustaba? Claro que si ¿La quería? Demasiado ¿Quería decirle? Si ¿Le diría? Mmm no ¿Por qué? Fácil, porque soy un imbécil y no quería perderla gracias a unos estúpidos sentimientos, que tal si echaba todo a perder con ella, no resistiría haberla tenido para luego simplemente dejarla ir, o perderla porque yo nunca la dejaría ir; además, era un cobarde, un maldito cobarde. Realmente esa era la única razón de no estar con ella: miedo.
Miedo de decirle lo que sentía y salir rechazado, miedo de desperdiciar lo que ya había logrado mantener con Lou, miedo de las constantes despedidas que tendríamos que enfrentar, miedo de dejarla sola cuando me necesitara, miedo de que alguien más la consolara y cuidara porque yo no estaría, miedo de que se aburra de esperarme, miedo de que se hartarse de estar sola y que encontrara a otro chico, a un chico que no la dejara por tanto tiempo; miedo a lastimarla, y sobre todo, miedo a perderla.
No podía dejar que eso pasara, por eso no le diría nada de mis sentimientos. A un novio lo puedes odiar, olvidar, superar; pero a un amigo no, a un amigo siempre lo tienes presente, lo estimas y procuras estar cerca de él, y eso era bueno, eso era lo que quería ¿O no?

Te atravesaste en mi camino. (Tom Holland)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu