Nobody Like Us [Joker & Tú]

~Capítulo 31

Rodeamos el auto quedando a metros de la puerta de entrada del galpón. Nos quedamos mirando en silencio por unos segundos.

— _____ (Tapdo) si algo me llega a pasar o si el plan falla quiero que sepas que yo...— Me abrazo rápidamente a su torso interrumpiéndolo.

—No mi amor... no digas nada, no te despidas— Los ojos se me llenan de lágrimas cuando siento sus brazos apretarme fuerte contra él.

Él no hace caso a mis palabras, toma mi cara entre sus manos para poder verme a los ojos.

—Escúchame Princesa, no olvides que te amo con toda mi alma, eres lo que más amo en esta vida y nadie me va a arrebatar de tu lado ¿Bien? — Veo como sus ojos se cristalizan pero a la vez sonríe con dulzura y tranquilidad.

Las lágrimas caen por mi cara al escuchar sus hermosas palabras.

—Te amo Jey...— Nos hundimos en un largo y prometedor beso. Un beso de amor, de dolor pero no de despedida.

—Debo entrar. Recuerda que apenas termine esto nos vamos de Gótica— Deposita un casto beso en mi boca. —Te amo—

Lo veo alejarse hacia la entrada mientras pienso en lo que me acaba de decir... irnos enseguida. ¿Me siento preparada para dejar todo?

Narra Joker:

Entro al lugar con paso decidido, avanzo unos cuantos metros mirando hacia ambos lados pero no encuentro al idiota de Robin. Un sonido particular capta mi atención, miro hacia la derecha y comienzo a reír suavemente.

—Que linda sorpresa Joker— Dice Todd apuntándome a la cabeza con una pistola. Era de esperarse...

Me volteo para quedar frente a él. Tiene una cara de victorioso que no se la quita nadie.

— ¿Estás sólo? No veo al murciélago por ninguna parte—

— ¿Lo extrañas? — Pregunta burlesco. —Tranquilo, ya viene en camino para matarte—

Considerando que él me está apuntando con una pistola y que yo estoy desarmado; se ve más nervioso que yo. Suelto una carcajada para enfadarlo.

—Ay Robin, eres tan cobarde que ni siquiera puedes matarme por tu propia cuenta— Sigo riendo. — Eres un pobre muñeco controlado por el imbécil de Wayne—

— ¡Cállate! — Dispara hacia el techo y vuelve a apuntarme. —La próxima bala irá directo a tu frente si no te callas— Murmura con los dientes apretados.

Mira mi frente como si fuese el blanco perfecto. Me mira a los ojos y vuelve a mirar mi frente, una y otra vez.

— ¡Dispárame cobarde! Si quieres matarme hazlo, no pierdas más tiempo— Alzo la voz cabreado pero luego me arrepiento, no puedo dejar a _____ (Tapdo) sola con este mal nacido.

Él tira del martillo hacia atrás, se prepara para disparar, miro hacia el piso y suelto; por lo que parece ser; mi último aliento.

— ¡Detente Jason! — Esa voz eriza todos los vellos de mi cuerpo, me volteo y veo a mi Princesa entrando a toda velocidad. — Tenemos un trato ¿lo olvidas? — Dice cuando llega donde nosotros.

Todd me toma por el cuello con su antebrazo apretando mi espalda a su torso, siento como coloca la punta de la pistola en mi sien. Trato de estirar mi cuello para soltarme un poco de su agarre ya que me está comenzando a asfixiar.

—Amor entrégame esa pistola, me prometiste que cumplirías nuestro trato— Suena tan dócil.

Escucharla decir Amor a Todd es cómo si me dispararan veinte veces atravesándome el cuerpo.