Nobody Like Us [Joker & Tú]

~Capítulo 17

  Sonrío sobre sus labios al escuchar esas últimas palabras. Me separo y me apoyo en la pared, estoy jadeante, trato de recuperar el aire que he perdido luego de ese inesperado beso.

—Dije que no volvería a besarte— Digo recobrando el aliento, él me mira mientras que lleva su mano a mis labios y los acaricia con el pulgar.

—Fui yo él que te besó— Ahora acaricia delicadamente mi mejilla, siento como mi corazón se derrite ante su tacto. — ¿Qué estás haciendo conmigo? — Susurra.

Miro sus ojos azules que tienen un azul más intenso rodeando el iris, trato de ver que hay más allá de ellos; que es lo que lo convirtió en esto; pero frunce el ceño y se aleja. Creo que se sintió intimidado.

Camina hasta su auto y antes de subir me dedica la última mirada, enciende las luces y sale de mi casa sin decir palabra alguna ¿A dónde va? Espero que no se meta en problemas. Rodeo mi cuerpo con los brazos y la felicidad me inunda por dentro, no puedo evitar sonreír.

Narra Joker:

Conduzco a las afueras de la ciudad a mi casa del campo en busca de Alex, no es propio de mí y me enfurece pedir ayuda pero esto se está saliendo de control. Necesito respuestas, saber qué demonios está pasando conmigo.

—Espero que Martha no se enoje porque te hice levantar a esta hora— Sirvo dos vasos con whisky y me encamino al living donde se encuentra Alex con pijama, despeinado y una cara de sueño que espanta.

—Gracias, Martha ni se dio cuenta que me levanté— Dice cuando recibe el vaso. — ¿Qué es...?— Un bostezo lo interrumpe. — ¿Qué te trae por aquí a esta hora? — Río cuando por fin termina la frase.

—Tengo un problema y se me está escapando de las manos— Musito, un problema que no puedo sacar de mi mente.

— ¿Problema de dinero, ajuste de cuentas o qué? —

—Nada de eso, es...— Trago saliva. —Es una chica— Los ojos de Alex casi se salen de sus cuencas. Si amigo, ni yo mismo lo creo.

— ¿Una chica? ¿Harley? ¿Otra? — Su cara de sueño se esfuma, ahora parece una de estas viejas metiches que hacen demasiadas preguntas.

—Sí, no y sí— Respondo en orden a sus preguntas y luego bebo.

— ¡Vamos! ¡Dime quién es! — ¡Caramba sí que está emocionado! Sonrío, me da gracia esta situación.

—Es _____ (Tn) San Martín— Suelto y voy en busca de la botella de whisky para relajarme un poco. Al volver, Alex me mira con las cejas arqueadas como si lo que le dije fuera una broma. —No estoy jugando— Lleno mi vaso.

Alex sale de ese estado y se empina el vaso dejándolo seco.

—Vaya, eso sí que es...raro— Frunce el ceño, lleno su vaso. — ¿Cómo fue que pasó? — Miro el piso.

—No lo sé— Me encojo de hombros. —Luego de que esos malditos arruinaron mi vida dije que nunca más iba a volver a tener corazón pero cuando estoy con ella...— Vuelvo mis ojos a Alex. —Cuando estoy con ella mi corazón late, siento que se me va salir de aquí— Toco mi pecho. Alex es el único que sabe de mi pasado.

—Siento que puede ver mi interior y eso me asusta, _____ (Tapdo) me está cambiando Alex— Lleno mi vaso nuevamente. —Hace unas noches atrás me dijo que me quería ¿puedes creerlo? Soy un puto criminal pero aun así me quiere— Espeto y vuelvo a beber.

— ¿Qué hago con eso? Dime Alex ¿Qué es lo que estoy sintiendo? — Quiero una respuesta para saber qué debo hacer.

— ¿Sientes que la necesitas? — Responde con otra pregunta. Demonios.

—Hoy estaba en peligro y me volví loco de tan sólo pensar que le podía pasar algo más asique fui a buscarla— Creo que la respuesta que acabo de dar es un sí.

Alex da una palmada y sonríe. —Querido Joker, déjame decirte que cupido te ha flechado— Entorno los ojos. —Estás enamorado— Suelto una carcajada ante tal estupidez salida de la boca de mi amigo.

¿Enamorado yo? Por favor, no sé lo que es eso. Decido seguir bebiendo para olvidar esa tonta posibilidad que puede ser cierta.

Narras Tú:

Doy vueltas en la cama intentando dormir pero no puedo, estoy preocupada por Jey. Miro la hora y son las cuatro de la mañana, me pongo las pantuflas, salgo de la habitación para luego salir al jardín a ver si hay señales de él.

Llevo como media hora parada aquí afuera y nada, el frío se siente fuertemente, es mejor que me vaya a la cama. Doy la vuelta para entrar cuando unas luces me iluminan, giro y es el auto púrpura que está entrando al garaje. Me alegra que haya vuelto, me pregunto dónde habrá estado. Pasan unos minutos y me extraña que aún no vuelva del garaje asique decido ir a verlo, no hay señales de él por ningún lado pero me exalto cuando escucho un quejido proveniente del auto. Lo rodeo y a la bajada de la puerta del piloto esta Jey tirado en el piso.

— ¡Mierda! — Corro hasta él y cuando me agacho, el olor a alcohol entra por mi nariz. —Por Dios Jey— Bufo, él con suerte abre los ojos y sonríe. —Ayúdame a levantarte—

Me pongo de pié y lo tiro del brazo para poder pararlo, cuando lo hace paso su brazo por mis hombros para poder llevarlo adentro. Diablos como pesa, arrastras lo entro a la casa afirmándolo de su cintura para que no se me caiga, dice algunas cosas que no son entendibles para nadie. A duras penas logro subir las escaleras, ya en su habitación lo tiro en la cama, le quito los zapatos y luego le acomodo las almohadas.

Me dispongo a salir pero él me toma del muslo de la pierna y me sienta a su lado en la orilla de la cama.

—No se vaya Señorita— Se incorpora un poco. —Quédese conmigo— ¿Señorita? Veo que le vuelve la formalidad cuando está borracho.

— ¿Cómo se te ocurre conducir borracho? Te puedes haber matado— Lo regaño.

—Veo que le interesa mucho mi vida— Me guiña un ojo ¡Qué arrogante! Pero si me interesa su vida.

—A todos les interesa tu vida en especial a Harley— Murmuro y ahora sonríe.

—Ella me quiere mucho ¿verdad? — Y lo pregunta como si no lo supiera, rodeo los ojos.

—Claro y tú ¿la quieres mucho? — Me duele pensar que él en el fondo la ama y que nuestros besos han sido sólo una tontería.

—Sí, a Harley la quiero mucho— Justo lo que temía, era obvio ¿no? —Pero...— Frunce el ceño. —Yo a usted la amo Señorita— Lo quedo mirando estupefacta y sin respiración.

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