Nobody Like Us [Joker & Tú]

~Capítulo 29

Jey me lleva al dormitorio en brazos, me deja de pie junto a la cama y enciende la mesita de noche. Nos quedamos mirándonos, Jey quita el pelo mojado de su rostro peinándolo hacia atrás, Dios... lo deseo. Mi cuerpo está encendido y puedo ver que el de él también, su mirada lo refleja.

— ¿Qué quiere Señorita San Martín? — Murmura con la respiración agitada.

—A ti— Respondo, jadeante.

De golpe, Jey me toma por las caderas arrastrándome hacia él, su boca me reclama y acudo a su petición. Quita la polera que traigo por encima de mis hombros, sus dedos llegan hasta el botón de mis jeans desabrochándolo y luego baja la cremallera.

Mete los dedos en mis pantalones y me los quita junto con las bragas, yo me hago un lado para liberarme de ellos y de los zapatos. Alza la mirada expectante para luego volver a mis labios. Con dedos ágiles desabrocho cada uno de los botones de su camisa, al quitarla siento su suave piel en mis manos, acaricio su espalda mientras que él se encarga de desabrochar mi sujetador.

Deja caer los tirantes del sujetador por mis brazos y me voltea. Estoy de espaldas hacia él, corre mi pelo a un lado y comienza a besar mi cuello provocando escalofríos de excitación por todo mi cuerpo. Dejo caer el sujetador al piso, Jey muy suavemente me cubre los pechos con las manos, jugueteando con ellos y haciendo círculos en mis pezones.

Gimo lujuriosa al sentir mis pezones duros debido a su tacto. No aguanto más. Lo deseo.

Me doy vuelta y comienzo a desabrochar sus pantalones, en un movimiento rápido los bajo acompañados de sus boxers liberando su erección. Uau.

Me tumba sobre la cama, se queda de pie observándome con sus ojos azules dilatados. Se inclina sobre la cama y lentamente comienza a arrastrarse sobre mí dejando un rastro de besos por todo mi cuerpo, besa mis dos pechos mientras que yo me retuerzo bajo de él. Lo quiero dentro de mí.

—Por favor— Jadeo y Jey sonríe.

Separa mis piernas con las suyas, mi respiración se agita cada vez más y sin apartar sus ojos de los míos, se hunde en mi interior con un ritmo lento pero delicioso.

Cierro los ojos al sentirlo dentro de mí, me deleito con su exquisita posesión, arqueo la pelvis para unirme a él. Hundo mis dedos en su pelo mojado mientras que sigue moviéndose con lentitud adentro y afuera, una y otra vez.

Mis piernas comienzan a tensarse, abro los ojos y me encuentro con los suyos, fogosos, me besa apasionadamente y comienza a moverse más rápido, a embestirme con más fuerza.

—Princesa— Gime. —Se mía—

Y con esa voz logra detonarme, llego al orgasmo. Estallo en mil pedazos en torno a él, liberando todo el amor que siento.

— ¡Jey! — Grito cuando él se corre derrumbándose encima de mí. —Soy... tuya— Digo jadeante y sin fuerzas. Hemos hecho el amor.

Al volver en sí, abro los ojos y alzo la mirada al rostro de Jey. Al hombre que amo. Me mira con una expresión dulce y tierna, me besa con dulzura y sale dentro de mí.

—Entremos a la cama— Se pone de pie y toma mi mano para ayudarme. Quita el edredón y nos metemos dentro.

Me apoyo en su pecho mientras que él me rodea con los brazos. Nos quedamos así por un buen rato.

—Eres lo mejor que me ha pasado— Musito en voz baja.

— ¿A sí? — Pregunta sorprendido. —Y eso que al principio me odiabas— Suelto una risa al escucharlo decir eso.

Alzo la cabeza y me giro para poder mirarlo, me mira divertido.

—Es que eras un idiota y un mandón, además tú también me odiabas— Lo fulmino con la mirada y el ríe.

—Y tú eras una soberbia, engreída y mal agradecida— Enumera con los dedos mis características. Levanto ambas cejas pero tiene razón.

—Pero aun así me enamoré de ti— Dice y se me derrite el corazón. Me acerco para depositarle un beso sobre sus labios.

—Te amo Jey. Mi Jey— Murmuro mientras que él toma mi barbilla y me acerca nuevamente a su boca.

—Mi Princesa— Muerde mi labio inferior para luego atacar mis labios, su lengua encuentra la mía enciendo otra vez el fuego en mi cuerpo.

Esta vez yo quiero cogerlo a él, quiero verlo debajo de mí. Jey me acaricia mientras que paso una de mis piernas al otro lado de su cuerpo, se incorpora para quedar sentado al igual que yo.

Sus manos recorren mi espalda de arriba abajo y nuestros besos son cada vez más salvajes. Puedo sentir su erección rozar con mi cuerpo y veo que ya es momento, coloco mis manos sobre sus hombros, me levanto un poco e introduzco su pene dentro de mí lentamente.

Sus ojos abrazadores me miran llenos de necesidad, lujuria y amor. Sus manos se posan en mis caderas y empieza a moverse debajo de mí, gimo mientras cierro los ojos. Oh, como amo a este hombre.

—Quiero amarte por siempre ____ (Tapdo) — Jadea y yo enrosco mis dedos en su cabello, mis labios buscan los suyos y comienzo a moverme. Arriba y abajo, saboreando todo él.

Suelta un gemido fuerte, su lengua experta invade mi boca mientras que sus manos bajan a mi trasero para controlar mis movimientos, subiendo y bajando una y otra vez a su ritmo.

Gimo dentro de su boca cuando mi cuerpo se tensa.

—Dámelo Princesa— Sisea entre dientes y vuelve a atrapar mi boca.

—No sabes cuánto te amo— Digo casi sin aliento pero quiero que lo recuerde por siempre.

Gime abrazándome con fuerza, llegando al clímax junto conmigo. Rodeo su cuello con los brazos y me dejo ir con él en mi interior. Él se apoya en el respaldo de la cama mientras que yo caigo derrotada sobre su torso.

Y ahora es cuando caigo en la cuenta de que soy completamente suya desde aquella noche que lo vi por primera vez...

El amor de mi vida.

Mi amor.

Mi Jey.

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