~Capítulo 6

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Narras Tú:

Me sostiene con firmeza junto a su cuerpo, miro esos ojos azul mediterráneo penetrantes que siento que pueden leer mis pensamientos. Con sus nudillos acaricia mi mejilla y mi respiración se acelera aún más. Deseo besarlo. Deseo que me bese. Él frunce el ceño y luego acude a mi petición, sus suaves labios se apoyan sobre los míos, cierro los ojos y las mariposas estallan en mi estómago junto con mi corazón.

Un relinchido estruendoso se siente y nos separamos de golpe ¡Que mierda acaba de pasar! Mi respiración está agitada, miro a Jey y el desvía la mirada al caballo blanco que relinchó. Se acerca a él y lo acaricia. ¡Dios, la vergüenza me invade, no sé cómo lo voy a mirar desde ahora!

Okey ____ (Tn) cálmate, sólo fue un toque de labios nada más, haz como si nada ha pasado.

—Es mejor que volvamos a la casa— Sugiero mirando hacia otro lado, creo que mi corazón se va a salir de su lugar tanto que late.

—Sí, las armas ya deben haber llegado— Responde con voz ronca y me mira de reojo. Camino hasta el caballo blanco y me dispongo a montarlo nuevamente. — ¡Hey! ¿A dónde crees que vas? Baja de ahí — Gruñe y levanta su vista ya que me encuentro arriba del corcel.

— ¿Pretendes que me vaya a pié? Estamos lejos— Levanto ambas cejas.

—Este caballo no está domado completamente, si no es por mí quizás te hubieses matado— Bufa molesto, en parte tiene razón.

Me encojo de hombros. —No tienes porqué protegerme—

—Lo sé pero ahora voy protegerte— Ordena. Una sonrisa idiota aparece en mi rostro, la emoción aflora ¿Qué me pasa?

—Mejor vámonos, estaré a tu lado— Le aseguro, se pasa la mano por el pelo y luego se sube en el otro caballo.

Galopamos al mismo ritmo pero él lleva a Huracán aún enlazado del cuello para que no se arranque, no puedo evitar mirarlo de reojo, parece un príncipe arriba del caballo pero él solo mira al frente. Quizás está arrepentido de lo que pasó, bueno yo también.

Todos en casa están fascinados con las armas nuevas y yo no sé nada de eso asique salgo al jardín y me encuentro con Alex que está enrollando unas sogas.

—Hola Alex ¿puedo hacerte una pregunta? — Me acerco a él amablemente.

—Claro Señorita— Asiente.

— ¿Cómo es Mr. J contigo? — Siempre me he preguntado si él es malo con sus trabajadores.

—Es muy bueno Señorita— Sonríe y frunzo el ceño. —Gracias a él pude sacar a mi familia adelante— Asiento y veo que Alex está dispuesto a contarme.

—Yo era empresario, trabajaba en una empresa de minería en la que ahora es presidente Bruce Wayne, hubo un complot y yo no quise ser parte asique me fui pero estaba devastado, me quitaron todo y no tenía como mantener a mi familia. Meses después apareció Mr. J ofreciéndome que fuera algo así como su tutor, ya sabe, para comprar casas y todo ese tipo, acepté y ahora aquí estoy con mi familia— Dice sonriente. —Me ha ayudado mucho—

— ¿Y nunca ha hecho que mates a alguien? — Trago saliva.

—No, no es cobarde y arregla sus asuntos él mismo, aunque le digo que no ha matado a nadie inocente. Señorita el Joker se ve muy duro y malo pero en realidad él si tiene corazón, a mí me consta que es buena persona—

Siento una alegría en mi interior, no me cuesta creerlo porque en el fondo también pienso que tiene un corazón... al igual que yo. No es tan malo después de todo, al menos ha ayudado a una familia.

Ya es hora de marcharse, todos satisfechos con sus nuevos juguetes. No quedaba espacio en ninguno de los demás autos asique me toca irme con Jey y Harley...algo incómodo. Estoy sentada atrás, Harley en el copiloto y se ve triste, espero que Jey logre animarla pero aún no llega.

Vamos en la carretera, Harley mira por la ventana sin expresión alguna y yo miro el cabello verde de Mr. J que brilla con el sol.

— ¿Nena que te ocurre? — Él la mira preocupado y ella sale de sus pensamientos.

—Nada estoy bien— Responde sin ánimos. Quizás está molesta porque Jey fue a buscarme.

—A mí no me engañas— Vuelve a indagar.

— ¿Quién te dijo que me pasa algo? — Se vuelve para mirarlo.

— ¿Quién me dijo? Mm...— Jey frunce el ceño. —Está bien te diré... antes de venirnos vi a una ovejita pequeña enredada en unas sogas, me acerqué y la desamarré, ella me miró y me dijo "gracias Mr. J por ayudarme, en agradecimiento le contaré un secreto" la escuché atentamente y la pequeña ovejita me dijo...— Hace una pausa y le toma la mano a Harley.

—"La bella Harley está triste y usted debe alegrarla porqué yo sé que usted la quiere mucho" — Le acaricia su mano y Harley sonríe mientras que a mí se me derrite el corazón.

Lo dijo con tanta dulzura y delicadeza que no puedo evitar suspirar y mirarlo embobada, me deja con la boca abierta, jamás creí que fuera tan tierno. Debe amarla demasiado, no sé por qué pero me entristece. Miro por la ventanilla y ya estamos en la ciudad, es mejor que me baje en Black Media, no quiero estorbar.

—Mr. J ¿me puede dejar en Black Media por favor? — Me mira por el retrovisor y le doy una sonrisa rápida. Se detiene frente al holding y se baja para que yo pueda hacerlo.

— ¿Piensas trabajar ahora? — Murmura intrigado.

—No, vengo por mí auto— Le entrego las llaves de mi casa. —Llegaré luego, los demás están en mi casa. Gracias por traerme— Le sonrío amable y entro en el estacionamiento.

Llevo sentada frente al volante como cuarenta y cinco minutos y aún no salgo del estacionamiento. No sé qué me sucede, recuerdo a cada segundo sus labios sobre los míos ¿por qué lo hizo? ¡Dios, mi corazón vuelve a latir con fuerza! ¿Siento algo por él? No no, eso no es posible. Además dijo que le desagrado.

Narra Joker:

Estamos en la casa de ____ (Tapdo) y aún no llega, Harley no quiso decirme que era lo que le ocurría pero creo saber lo que es. Salgo al patio y me quedo pensando un rato, la besé, besé a la mujer más terca del mundo. No debí hacerlo, soy un idiota pero admito que me gustó tenerla en mis brazos.

—Linda historia la de la ovejita— Me giro y ahí viene la Princesa San Martín, me alegra saber que llegó. ¡Por favor Joker!

—Sí— Río. —Debía alegrar a Harley— Ella se acerca.

—Jey ¿de verdad te desagrado? — Me pregunta con expresión triste pero nuevamente me toma por sorpresa ¿le interesa que me agrade? Los latidos vuelven a mi corazón.

—Claro que no, tú me encantas— Susurro y me mira sorprendida ¿Qué acabo de decir? ¡No sé de dónde provino eso! Y me aterra pensar que vino de este estúpido que no para de latir cuando estoy frente a ella... 

Nobody Like Us [Joker & Tú] Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon