Capítulo 44

5.9K 729 113
                                    

☆★☆

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

☆★☆

Me he levantado tarde, claro que sí. Ignoré por completo la alarma del celular y las llamadas de mi madre. Me encontraba demasiado cómoda sobre la colchoneta entre los brazos de Eric. Al final, ha sido Sofía la que, cansada de tocar a la puerta sin que contestemos, fue por la llave que tiene de mi habitación y abrió. No gritó como loca, pero soltó un gritito que nos espantó.

—¡No tengo tiempo para desayunar!

Sofía se interpone en mi camino cuando intento abandonar la cocina.

—Tienes que comer, aunque sea un pan tostado.

—¡Es tardísimo! ¡Mi madre me asesinará, me revivirá y volverá a asesinarme!

Eric está recargado al lado del refrigerador, se limita a reír.

—¡No te cuidas! —replica Sofía—. Tienes que cuidar de tu salud... —Un leve rubor llega a sus mejillas—. En especial después de todo el ejercicio que hacen...

Pongo los ojos en blanco, les doy la espalda a ambos para esconder mi propio sonrojo. Eric vuelve a reír.

—Si muero quedará en tu conciencia —mascullo y doy un mordisco al pan.

Es hasta que estoy masticando el pan que me percato de lo que he dicho.

Eric.

—¿Le avisaste a Valeria que no irás hoy? —pregunta So.

—Sí. No estuvo muy de acuerdo porque insiste en que debo aprovechar todos los días que faltan.

Dirijo una mirada casual al reloj de la pared, descubro que tengo menos de hora y media para llegar hasta el centro de convenciones donde se realiza la feria. Años atrás pasaba los días ahí yendo a talleres, comprando libros y disfrutando de un poco de atención gracias a mi apellido. Claro, años atrás estaba Dimas y todo era más fácil, creímos que envejeceríamos juntos. Nunca imaginé que un chico de ojos obsidiana terminaría por dejar mi mundo de cabeza con una lentitud alarmante y luego con la intensidad de un tornado.

—¿Te ayudo a peinarte? —pregunta mi amiga—. No puedes ir con el cabello así o...

—Rosario enloquecerá —interrumpo—. Ya lo he secado, pero me haré una coleta y es todo.

Eric sale de la cocina sin decir nada.

—Dije algo tonto —murmuro al recibir la mirada confusa de So—. Estoy nerviosa.

—¿Por la presentación?

—Sí, no practiqué nada y... —Froto mis ojos— no sé. Temo que alguien pregunte por el artículo de Eugenio Paz.

—¿Lo negarás?

—Tengo que fingir que no sé nada. Por estúpido que pueda parecer.

Sofía asiente y se detiene a mi lado.

II. La Melodía de Aura 2 - ObsidianaWhere stories live. Discover now