Capítulo 7

7.4K 850 459
                                    

☆★☆

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

☆★☆

Esta es la parte donde debes reír, Aura, quitar la tensión del momento...

Me quedo muda y mucho más tiesa que antes.

Eric es el que ríe, pero con uno de esos tonos burlones... ¡Debe saber que estoy muriendo de nervios!

—Tu habitación es linda —digo, al recordar cómo hablar—. Deduzco que te gustan los colores oscuros.

Se gira hacia mí un instante, sacude la cabeza.

—Algo así.

Abre algunos cajones como si estuviera perdido en su propio armario... ¿O estará igual de nervioso que yo...?

—Con una toalla...

—Y te irás a casa —interrumpe con un profundo suspiro—. Ya sé...

¿Por qué tiene que usar ese tono triste? ¡Sólo dije que iría a casa! No es cómodo estar bañada en cerveza o soportar las bromas que harán por siglos sobre este incidente. No sé cómo manejar esos comentarios que no deben ofenderme, pero lo hacen.

Dejo caer los brazos, rendida, recuerdo mi ropa transparente y me cubro otra vez... ¡Me siento en uno de esos concursos de playeras mojadas!

—O puedes prestarme ropa y me quedaré un rato...

Incluso entre las sombras percibo la amplia sonrisa infantil de Eric. Ya no revisa varios cajones, abre el primero y saca una playera gris...

Esa playera gris... Estoy lista para morir de combustión espontánea. La ha llevado en algunas ocasiones al bar, tiene un heartagram (1) de color negro en el centro; me encanta cómo le queda.

No debo pensar en eso. No ahora. No con la cama a un paso. No en su habitación y con él luciendo así...

Mi cerebro me sabotea la determinación, recuerda lo mucho que me gustan sus ojos misteriosos y la media sonrisa capaz de erizarme hasta los huesos.

—¿Puedo pasar a tu baño? —pregunto con una vocecita débil que ni parece mía.

No responde. Toma mi mano y esa acción me hace descubrir parte de mi pecho, no sé si con la poca luz sea posible ver mi ropa interior. Creo que sí, me parece que sí... Eric me observa sin intentar disimularlo; debería pedirle que no lo hiciera, descubro que no quiero hacerlo.

Reacciona, balbucea lo que parece una disculpa, aunque no entiendo sus palabras. Caminamos tres pasos hasta la puerta de un costado y se aparta, extraño el contacto de su mano cálida. Murmuro gracias, cierro la puerta y muero lentamente.

¡No puede pasar esto! ¡No puedo sentir este calor bajo la piel como si tuviera una fogata en el centro del estómago!

Me lavo la cara, parte del cuello, los brazos, quiero que por el caño del lavabo se vaya la cerveza y el calor que brota de mi piel...

II. La Melodía de Aura 2 - ObsidianaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon