Capítulo 30

7.3K 774 103
                                    


☆★☆

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

☆★☆

Sospecho que el Apocalipsis zombie en realidad sucederá y que mi madre ha sido afectada por el virus, así como sucediera con Minerva. Se ha comportado de lo más encantadora con Eric y Nicolás, jamás me creerían si les contara cómo suele ser conmigo.

—¿Quieren ver los manuscritos originales de José?

Estamos en casa de mi madre, así que cuando ambos aceptan sé que conocerán la que fuera mi habitación por tantos años.

—¿Por qué esa cara? —me pregunta Eric en voz baja.

Niego con una sonrisa forzada mientras caminamos hasta el interior de la casa. Mi hermana se apresura a alcanzarme y me clava el dedo índice en la espalda.

—Está buenísimo —susurra a mi oído.

Entorno los ojos antes de regresar mi atención al camino.

¡No es cómodo que tu hermana repita mil veces lo increíblemente atractivo que es tu... amigo!

Es la primera vez que he besado a alguien por tanto tiempo, permanecimos en su cama por mucho rato hasta que Nicolás tocó a la puerta porque mi celular no paraba de recibir llamadas. Era mi madre para avisarme que el almuerzo sería en su casa, no con Úrsula, pareció encantada al enterarse de que iría también otro amigo que admira su trabajo.

Berenice ha leído un cuento erótico que escribiera hace un tiempo, me llamó dominatriz. No es la gran cosa, pero ha terminado con la confesión de que necesita sexo y descubrí que nadie en la habitación había tenido sexo en algún tiempo. Gabriel se ha abochornado porque creo que fue una indirecta para él, espero que así sea porque no me pasó desapercibida la forma en que mirara una fotografía de Minerva. Nicolás es el que lo lleva peor, pues Teresa quiere llegar virgen al matrimonio. Eric no paró de molestarlo hasta que nos detuvimos frente a la casa de mi madre.

Durante el trayecto les advertí de las tres cosas que no pueden mencionar ni por error: Luna Galindo, Eugenio Paz y Dimas. Eric ya sabe sobre el origen de mi nombre y creo que Nicolás ha terminado de contarle sobre Eugenio.

—Esta fue la habitación de Aura —Me regresa al presente mi madre al abrir la puerta—. Antes de que se mudara.

Al departamento donde ahora vive Dimas y en el que pasa muchísimo tiempo Minerva. Estoy algo más que incómoda con ellos aquí, así no quede rastro alguno de mi vieja habitación.

Qué fácil es borrar la huella de alguien en un lugar... Es como si jamás hubiera vivido aquí.

—¿Esos son los manuscritos? —pregunta Nicolás.

Mi madre coloca sobre el escritorio una gruesa carpeta con las hojas dentro de micas de plástico. Ambos chicos se acercan entretanto ella comienza a contar las historias, que sé de memoria, sobre mi padre. No sé qué le ha pasado, desde que llegamos ha actuado muy amable y ni si quiera ha insinuado que Eric fuera mi novio. Ni Úrsula lo ha hecho, sólo ha insistido en que cuando llegue Jaime, con las gemelas, espera que puedan platicar un poco porque ella no entiende nada de su fascinación con la guitarra.

II. La Melodía de Aura 2 - ObsidianaWhere stories live. Discover now