Obsidiana es la segunda parte de "La Melodía de Aura", es necesario leer primero Preludio.
La Melodía de Aura es una historia llena de música, literatura, emociones a flor de piel y amores que jamás podrás olvidar. Si te interesa, debes empezar...
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Children wake up,
Hold your mistake up,
Before they turn the summer into dust.
Wake Up — Arcade Fire
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Soy una persona solitaria, una parte de mí jamás ha terminado de encajar por completo con el mundo. Disfruto de los momentos en que puedo estar con la música a solas, meditar detrás de la privacidad de cuatro paredes. Después suelo escribir un rato, unas cuantas líneas que jamás me parecerán buenas, durante ese tiempo la música siempre está a mí alrededor. No soy quisquillosa sobre el medio en el que escucho música, me da igual si es en formato digital o en álbum físico, pero tengo que admitir que los discos de vinilo tienen una magia sin igual.
Sofía compró un tocadiscos por simple decoración, así es ella. Nunca pensé que en realidad lo usaríamos y que escucharía el álbum debut de Arcade Fire en éste. Son demasiados recuerdos con Dimas que preferiría mantener en un baúl bajo cinco cerraduras al fondo de mi memoria.
El sofá todavía disfraza su soledad con el aroma de Eric, apretuja mi corazón. Hace un par de días que no sé nada de él. No ha sido mi culpa, estoy segura de eso.
Eric ha resultado de los borrachos sinceros que hablan de más y dicen cosas de las que se arrepentirán a la mañana siguiente. Yo soy de las borrachas que suelen recordar todo lo que hacen, así que sus palabras se han quedado grabadas muy dentro de mí.
Cuando he despertado, a la mañana siguiente de la fiesta de Sofía, lo primero que encontré fue su mirada confundida como si se preguntara por qué he tenido esa sonrisa de idiota al verlo. Nicolás nos ha tomado una fotografía durmiendo, el sonido de la cámara es lo que nos despertó.
El único que no se ha enterado del porqué de mi sonrisa es Nicolás que estaba casi en coma cuando Eric me ha dicho aquello.
Y yofui una estúpida cursi...
Pongo los ojos en blancos con el simple recuerdo, estaba en mi nube de melosidad absoluta sin percatarme de que Eric parecía distante. Incluso le entregué un cepillo de dientes nuevo que tenía en mi habitación, le dije que lo podía dejar ahí para cuando viniera.
¿En serio he dicho eso? Cubro mi cabeza con la almohada y grito.
Soy una estúpida.
Dimas me dejó la invitación a la boda de Fernanda sobre la mesa de la sala, le he preguntado a Eric si me acompañará, contestó que sí como si le pidiera que se arrojara a un volcán en erupción. Desde ahí debí preguntar si pasaba algo, no lo hice porque temía la respuesta. Además, tenía una maldita jaqueca que no me dejaba procesar muy bien las cosas.
