Daichi Sawamura

14.6K 857 115
                                    

-¿Crees que me veo bien?- pregunté dando unas vueltas con mi vestido mientras reía.

-Te ves bien, Kari-chan.- respondió mi prima que estaba acostada en mi cama.- Dime de nuevo con quien será la cita.

-Sawamura Daichi.- dije mientras me miraba en el espejo.- Capitán del club de voleibol de Karasuno y es completamente perfecto.

-Iugh, que cursi. 

-Iremos a pasear al parque.- seguí diciendo ignorando a mi prima.- Después iremos a comer algo y conversaremos de... Bueno, no se de que.- solté una pequeña risa. La velocidad con la que salían mis palabras aumentaba.- Eso me da un poco de miedo, no tener de que hablar. Da miedo que se aburra y se arrepienta de haberme invitado, eso me dolería y mucho. Él es un chico muy dulce y me mataría saber que desperdicie una...

-¡Kari!- el grito de mi prima detuvo el discurso que estaba diciendo.- Lo haces de nuevo.

-Perdón.- susurré y baje la mirada.

Ya en la cita estaba sumamente nerviosa de que el episodio e mi habitación se repitiera. Él hablaba bastante y lo agradecía, sino, no sabría que decirle. Contaba anécdotas de sus partidos, algunos interesantes y otros muy gracioso.

La vez que chocó con Tanaka-kun en un partido, la vez que jugaron contra un chico que media ¡2 mts!, los múltiples campamentos de entrenamiento que habían tenido, la vez que... Oh, una mariposa. 

En mi visión apareció una linda mariposa azul brillante que captó completamente mi atención. Sin darme cuenta empece a seguirla sin ver bien por donde iba, mi única intención era seguir aquel lindo animal.

-Kari-chan.- voltee al momento de escuchar mi nombre. Cuando quise ver, la mariposa ya se había ido.- ¿Estás bien? Es que te fuiste de repente.- me preguntó Daichi.

-Yo, esto... Estoy bien, sólo estaba viendo a una linda mariposa. Intentaba atraparla, la seguí sin darme cuenta de donde iba, ni siquiera estaba pensando.- me cubrí la boca inmediatamente al darme cuenta que empezaba a hablar de más.- Lo siento.

-No, tranquila. Es solo que me preocupé al no verte. Pensé que mis historias te habían aburrido.- soltó una pequeña risa nerviosa mientras se rascaba la nuca.

-No, no, no, no. Claro que no, nada de eso.- dije rápidamente.- El problema soy yo, soy un poco... Distraída, es todo.

3 meses después.

Ya habían pasado varias semanas desde que Daichi e había pedido ser su novia. Muchas veces mi trastorno había salido a la luz, hablaba de más, a veces no lograba prestar mucha atención a lo que me decía y cosas así. Pero nunca se lo confesé a Daichi.

Me encontraba viendo una práctica del club de voleibol y mi mirada se paseaba entre todos los jugadores. Me fijaba que todos tenían algo que los hacía únicos. Estaba sumamente nerviosa pues me había decidido en decirle a Daichi sobre mi "pequeño problema".

-¿Qué haces?- alcé la vista, pues me encontraba sentada en el suelo, y vi a Dachi de pie enfrente de mi con una gran sonrisa

-Pensaba, nada importante.- me levanté al ver que ya habían terminado.- ¿Ya nos vamos?

-Si, te ves preocupada, ¿sucede algo?- me miró algo curioso.

-La verdad es que quiero hablar contigo.- dije algo nerviosa.

-¿Ha-Hablar con... Está bien.- asintió pero se veía renuente y asustado a hacerlo. 

Ambos salimos del gimnasio y, al ver hacia abajo, vi que la mano del chico temblaba bastante. Sin pensarlo tomé su mano y entrelacé nuestros dedos, por consecuencia escuché un suspiro de alivio. Llegamos a un parque infantil que estaba obviamente olvidado, el pasto estaba muy alto y los juegos estaban con un aura de tristeza y abandono. 

-¿Nunca te has dado cuenta que algo está mal conmigo, Daichi?- dije después de soltar su mano y acercarme a un columpio.

-¿A que te refieres?- podía sentir que se acercaba a mi mientras yo me sentaba en el trozo de madera.

-A que soy un poco más rara que los demás.- afirmé mirando al suelo, esto causó una pequeña risa por parte de él.

-Es completamente normal, amor. Eres un poco distraída, pero no es para tanto.

-Tengo THDA.- confesé cerrando rápidamente los ojos.

-¿Qué es eso?- lo miré y tenía una expresión algo curiosa.

-Trastorno de hiperactividad con déficit de atención.- recité casi de memoria.

Hubo un momento de completo silencio en el cual pensé todo lo que podría salir de la boca del chico, hasta que una risa por parte de éste me hizo fruncir el ceño confundida. 

-Eso explica muchísimo.- contesto sonriendo.- Y eso no me molesta en lo absoluto, para tu información.- iba a responder a eso pero él continuó hablando.- Te conozco mejor que tú misma, pensabas eso.- finalizó dejándome sin palabras.

-Te amo, Daichi.

Y si, ese había sido el primer te amo de nuestra relación.

-Yo muchísimo mas, mi linda distraída. 



HAIKYUU || one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora