XXV: Segundo

3.6K 395 149
                                    


Pov Alexia


Con mis manos pegadas a mi espalda, sonreí al notar cómo Hakuryuu se tensaba y Alibaba, comentaba alguna que otra cosa sobre sus aventuras. 

— Alexia, ¿Tú qué harás?— Me preguntó el rubio.

— ¿De...? 

— De si te irás también como los otros o te quedarás aquí...— Murmuró, algo cabizbajo al pensar en ello. Parecía ser que él no tenía ninguna idea de qué hacer— ¿Tienes algún plan? 

Observé al azabache de reojo, maliciosa. Éste, al notar mi mirada puesta en él, lo único que hizo fue contemplarme con meticulosa seriedad. 

Puse la vista al frente, riendo con gracia.

— ¿De qué te ríes?— Refunfuñó el de Balbadd.

— De nada, de nada— Contesté, entretenida—. Pueda que tenga algo en mente, sí...Todavía no estoy segura. Es difícil decidirme. 

— Espero que salgas de dudas pronto...— Habló el príncipe de la cicatriz. Eché la cabeza hacia atrás, en una mueca de astucia.

— Oh, sí...—Canturreé, sonriéndole— Pero sé que puedo hacerlo con paciencia, ¿Verdad? 

Él se quedó en silencio unos segundos.

— ...Por supuesto.

Alibaba nos miró desconfiados, con sus párpados medio cerrados al no percibir nada de lo que decíamos. 

De esas miradas que te decían "Me ocultáis algo y yo me enfado porque no lo sé". 

— Me he perdido—Espetó él, rascándose la nuca desorientado. 

— Hemos llegado— Escuché el gruñido que hizo el de fuego al ignorar su comentario, adentrándome sin más a mi habitación. 

Me desperecé en el centro de mi cuarto y me dirigí hacia la mesita que había cerca de mi cama. Escuchando cómo entraban poco a poco los otros dos, me giré hacia ellos. 

Les dediqué una sonrisa torcida.

— ¿Qué hacéis entrando en la habitación de una señorita? 

— ¿Eh?— Articuló Ali, confundido. De repente, ambos se quedaron quietos, sin dar un paso más— Pero...

— ¿No os habéis parado a pensar que me quería cambiar?— Musité, colocándome sigilosamente mi anillo derecho— En serio...

— P-Perdón por nuestro descuido, no queríamos...— Susurró el de ojos azules, tímido. 

Sonreí, negando con la cabeza. 

Caminé hacia ellos y cerré la puerta detrás, suspirando. 

— Estoy bromeando.

— ¡Estaba claro!— Exclamó el rubio. Posteriormente, éste mismo miró al otro chico, entretanto me observaba a mí de reojo— Hakuryuu, ten cuidado con ella...Le encanta jugar con los demás. 

Créeme, creo que se ha dado cuenta.

El de cabello negro asintió, con una calma sonrisa. Mas, no comentó nada al respecto. 

Parecía que Alibaba estaba refunfuñando por algo, pero no sabía exactamente por qué. 

— Yo pensaba que éramos amigos, Ali— Dije, caminando hacia otro lugar. 

— ¿Qué?— Manifestó, desconcertado por mi reacción— ¡Claro que lo somos! ¡Alexia...Era broma!

— ¿Por qué le dices esas cosas tan horribles, Alibaba-dono...?— Inquirió el del imperio rojo. 

La misteriosa conquistadora de laberintos |Magi|Where stories live. Discover now