XIV: Alteración

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Pov Alexia

Escuché tres veces tocar la puerta, y vistiéndome a propósito con gran lentitud, bostecé y me dirigí a ella todavía descalza.

Al escuchar ya el sexto, junto a una voz por detrás de ella, moví el manillar mientras con la otra mano me ponía el calzado.

— No sabía que eras tan impaciente...—Murmuré, todavía somnolienta. Él me sonrió, apoyándose en el marco de la puerta.

— No me contestabas, pensaba que te habías quedado dormida. 

Me remangué un poco las mangas y puse mi mano en su pecho para que diera pasos hacia atrás, y así cerrar la puerta de mi cuarto tras de mí. 

— En realidad estaba desnuda— Dije, sonriente. Sinbad se llevó su mano al mentón, como si estuviera pensando en algo mientras me veía de arriba a abajo— . No te podría abrir a la primera, Sin.

— De poder, podías...— Murmuró con una sonrisa. 

Hice un gesto con el cuello y entrecerré los párpados con malicia, comenzando a caminar por el enorme y largo pasillo. Adelantándome a él sin responderle nada más. 

En cuanto noté que el de cabello lila ya se había posicionado a mi lado tras seguirme, volví a hablar.

— Y dime... ¿Para qué me quieres?

El rey me miró de soslayo, con una mueca coqueta. 

— Quería pasar un rato a solas contigo— Me respondió— . Mientras pueda, y no tenga que ver a nadie.

— Oh, ¿Después tienes más reuniones?— Pregunté, interesada. 

— Sí, después podremos marcharnos tranquilos a Sindria.

Me incliné un poco más hacia adelante para verlo mejor. Llevé mis manos a mi espalda y miré fijamente al de ojos ocre, quien ahora me contemplaba con confusión y curiosidad. 

Ladeé mis labios en una sonrisa traviesa, alzando una ceja.

— ¿Sigues con lo de "nosotros"?— Expresé, melódica. Él ladeó el cuello— Sigo sin decirte si voy a ir o no~. 

— Acabarás diciendo que sí, ya lo verás— Dijo sonriente.

Enserié la mirada casi al instante, cambiando un poco mi humor. Poniéndome recta nuevamente, lo observé.

Puede que tengas razón...Porque todavía no he acabado. 

— No esperaba que me quisieras tanto, Sinbad— Bromeé, llegando al patio y subiéndome a la barandilla, posicionándome frente a él— . Cuidado en acercarte tanto, no conoces cómo puedo llegar a ser. 

El nombrado sonrió con la cabeza un poco cabizbaja. Y, al momento, se aproximó a mí hasta quedarse mirándome desde arriba de su altura, con sus ojos en los míos. 

Sin inmutarme y fijándome en él, logré divisar una pizca de malicia en sus ojos, y noté que se aproximó un poco más a mi persona. 

— Es lo que intento hacer— Musitó, bajando la mirada para poder verme— . Conocerte un poco más...

Ladeé el cuello, entretenida. 

— Huh...Muchas personas han muerto en el intento.

Literalmente.

— Me arriesgaré— Dijo, todavía con esa sonrisa en él. 

— ¿Ya estás acosándola desde tan temprano?— Dijeron por detrás. Fácilmente el de cabello largo se despegó de mí, pero yo seguía analizándolo al completo— Deja a la pobre Alexia en paz, dudo que tenga ganas de nada. 

La misteriosa conquistadora de laberintos |Magi|Where stories live. Discover now