Crónica de un desastre anunciado

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-Las traeré enseguida.- El mesero se retiró con el pedido.

Tristana miró a los alrededores y luego miro a Rumble dejando escapar una pequeña risa en el proceso. -Esto es una locura!-

-Lo sé! ¿¡No es genial!?- Rumble respondió y el mesero volvió y dejó dos jarras de cerveza frente a ellos.

-Provecho.- Sin decir más, el mesero fue a atender otras mesas.

-Por Noxus! Creo...- Rumble levantó su jarra algo dudoso de su brindis.

-Claro!- Tristana choco la suya con la de Rumble y rápidamente se bebieron sus cervezas.

Mientras tanto en otro lugar mas políticamente correcto

Teemo estaba en la cafetería bebiendo un café tranquilamente, no habían muchos allí, ya que la mayoría estaban embriagándose en el bar y él prefería el silencio. Solo estaban el explorador, unos invocadores y Camille. Mientras bebía su café ella se le acercó.

-¿Puedes creer que seamos los únicos que no están en el bar?- Ella estaba pagando su cuenta del té que había terminado de beber.

-La verdad todavía no me lo creo Camille. A lo mejor preferimos algo más tranquilo que un bar lleno de borrachos...- Teemo levantó la mirada y encogió los hombros. Sin embargo la Sombra de Acero no le respondió y se retiró.

Cuando Teemo terminó su café, dejo unas monedas en la mesa para pagar su cuenta y empezó a ordenar sus dardos; era un poco aburrido a veces, pero era necesario para estar bien preparado. Se acomodó un poco en su silla y escuchó unos gritos muy familiares.

-Deja mi sombrero mujer!- La voz de Veigar hizo eco por los pasillos.

-Aw... vamos Veigar, cambiemos sombreros. Solo por un ratito por favooooor.- La voz de Lulu lo estaba siguiendo.

-Lárgate antes de que lance un poco de Materia Oscura en tu cabezota!- Veigar gritó de nuevo y su voz cada vez se acercaba mas cuando repentinamente entró en la cafetería seguido por Lulu. Teemo levantó la mirada para verlos, aunque ellos no se dieron cuenta de la presencia de este.

-Pix y yo solo queremos ver lo que se siente, además tu dejaste que Teemo lo usara.- Lulu lo miro cruzando los brazos.

-Por enésima vez no! Además ese otro idiota solo estaba haciendo una broma de mal gusto!-

-Oh vamos Veigar... Ya sé! Voy a hacer eso que tanto te gusta!- Dijo Lulu guiñando un ojo mientras que Veigar se quedo mirándola sin comentarios.

En solo un segundo Lulu se quitó la parte superior de su ropa y Teemo rápidamente se dio la vuelta, escondiéndose debajo de la mesa para que no lo vieran.

-Ta ran!- Lulu estaba de pie desnuda desde el torso para arriba a la vista de todos, lo único que cubría sus senos era su sujetador.

-LULU! AQUÍ NO!- Veigar gritó completamente sorprendido y sonrojado y ella rápidamente se vistió de nuevo. El Pequeño Maestro del Mal se quitó su sombrero rápidamente y extendió su mano para dárselo al Hada Hechicera. -Toma, puedes tener mi sombrero, pero por favor quédate vestida!-

-Aww Veigar! Eres un amor!- Lulu tomó su sombrero emocionada y lo envolvió en un fuerte abrazo, lo que hizo que el hechicero se sonrojará aún más.

Teemo estaba tratando de salir lentamente pero se tropezó con una silla y cuando se levantó sacudiéndose el polvo se dio cuenta de que había sido descubierto por Lulu y Veigar.

-TEEMO!- Veigar lo llamó bastante enojado. -¡Con que espiándome ¿Eh?!-

-No Veigar, yo solo... estaba aquí y luego...-

-¿Viste lo que hizo Lulu? Responde con cuidado. TU vida depende de ello...- Veigar lo señaló con su guante de forma amenazante y Teemo rápidamente sacudió la cabeza. -Bien.-

-¿Qué haces aquí Teemo?- Preguntó Lulu. -Tristana esta bebiendo cerveza en el bar ¿no deberías estar allí también junto con ella?-

-¿Qué está haciendo qué?- Teemo estaba confundido con esa declaración.

-Tu amiga Tristana esta borracha.- Declaró Veigar aclarando las dudas del explorador. -Te aconsejo que vayas con ella antes de que cometa un horrible error con otra persona... si es que entiendes a que me refiero.-

-Uh... sabes? Creo que iré a ver como esta.- Al terminar con la conversación Teemo pasó tranquilamente por el lado de ambos antes de comenzar a correr camino al bar.

-Bueno, vámonos Lulu, puedes desnudarte el tiempo que quieras cuando estés en tu habitación!- Veigar la miró enfatizando las últimas palabras.

-Pues puedo desnudarme para ti cuando quieras...- Ella le susurró en su oído.

-¡¿QUE?!- Veigar la miró sorprendido.

-Nada...- Lulú comenzó a jugar con sus dedos mientras seguía usando el sombrero de Veigar.

Mientras tanto Teemo seguía su camino rápidamente. -Espero que Tristana esté bien, no quisiera que le pasara algo malo...-

Que difícil es decir te amo (Tristana X Teemo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora