Adult Ceremony (Jikook)

39

No me di cuenta cuando caí profundamente dormido, pero cuando despierto quiero pensar que es una pesadilla todo esto y que estoy en la cama con Jim, digo con Yugyeom.

Siento recorrer algo en mi espalda y no es el contacto de una persona,tal vez sea una rata pero no hace ningún ruido hace. Recorre mi cara y se sitúa en mi boca; me remuevo con desesperación.

—¡Ayuda!

No quiero pensar que sea una araña, tengo una fobia hacia ella y no soporto la idea de que esté rondando algo así por mi cuerpo.

Cuando pienso que se ha ido la vuelvo a sentir en mis piernas, estoy seguro que es una araña y mis nervios no ayudan con esto, empiezo a llorar.

...

Despierto por el punzante dolor en mi cabeza, con los ojos entreabiertos logro mirar la habitación; una maldita habitación de motel. Miro a mi costado y no veo a ninguna chica, aunque con el avanzar de los segundos recuerdo que si estuve con alguien.

Me levanto y en seguida empiezo a sentir que todo la vueltas, deseo vomitar ahora mismo. Como puedo empiezo a recoger mi ropa del suelo; salgo cuando tengo mis pertenencias completas, todo ordenado y oliendo a jabón de limón.

—Su padre ya se ha ido joven Park— Dice un chico que limpia el lugar.

—¿Dijo dónde iba?

—No.

Me confundo de puerta y termino en los baños, me doy vuelta encontrando burla en el rostro del chico. Le doy una mala mirada para acto seguido me señale otra puerta. No le doy ni las gracias y salgo del lugar hasta bajar a la primera planta.
La luz molesta mi ojos, tomo con rapidez las llaves de mi auto y entro en el. Lo más seguro que haré en mucha tiempo es irme a casa y descansar.

...

La cosa escalofriante que sentía recorrer mi cuerpo ha dejado de hacerlo, pero los días que llevo sin comer me están sacando lo peor ahora mismo, siento un dolor punzante en mi cabeza y me duele el estómago.

La puerta se abre de golpe provocando que mi cabeza duela aún más, la vista que tendrá de mí debe ser desastrosa. Los pasos se acercan y recibo un golpe en mi mejilla; empiezo a llorar por la frustración.

Sus manos tocan mis tobillos y me aguanto las ganas de gritar; me desata  el nudo sintiendo alivio ¿Me dejará libre? Lo hace igual con mis muñecas, el escozor es terrible.

Me levanta y me pregunto dónde me llevará ahora, deja mi cuerpo sobre algo plano y frío.

—Nos vamos a divertir mucho hoy.

La salvación no existe para mí.

Las muñecas me las amarran de nuevo, pero con los brazos extendidos hacia arriba y los tobillos sujetos a algo dejando mis piernas abiertas.
El olor a cigarrillo se hace presente para luego sentir como me quema los muslos con el, soporto mis exclamaciones.